domingo, 31 de enero de 2016

ARMANDO RIBAS, LA CONFUSIÓN INTELECTUAL EN MEDIO DEL PROGRESO TECNOLÓGICO, DESDE ARGENTINA

 Cuanto más leo las noticias al respecto del mundo en que vivimos, más confundido me siento por lo que considero incongruencias indiscutibles. Este mundo que tal como escribiera William Berstein en su The Birth of Plenty, comenzó hace tan solo unos doscientos años. Así voy a comenzar con una confusión en un ámbito en el que mi conocimiento científico es nulo, pero me voy a referir a los hechos y las evidentes contradicciones que a mi juicio se manifiestan al respecto. Comienzo pues con el recalentamiento global. Éste tiene dos facetas. La primera es científica pero la segunda no menos importante es ética y política. En cuanto a la primera no puedo menos que sorprenderme que en el medio del recalentamiento global se produjera esa tormenta de nieve, con hielo incluido en el noreste de Estados Unidos por más de tres días. ¿Es que New York y Washington no son parte del globo por imperialistas? Perdón por mi ignorancia pero este hecho constituye una contradicción respecto al proceso mencionado.

    Volviendo a Bernstein, quien dijo: “Olvidamos que la sobrepoblación en el planeta es un fenómeno reciente, un artefacto de la nueva prosperidad en el mundo. Antes de la era moderna, el hambre, las enfermedades y las guerras más que superaban la inclinación humana a la procreación”. Por ello en un reciente artículo de Foreign Affairs de Jeremy Adelman sobre el capitalismo, reconoce que antes del nacimiento del capitalismo el promedio de las personas en el mundo tenían una estatura que no superaba los cinco pies y su expectativa de vida era de 30-35 años. Entonces recordemos a Protágoras, que dijo: “El hombre es la medida de todas las cosas, de las que son que son y de las que no son que no son”. Es decir de los aciertos y los errores, por ello el adelanto de la humanidad ha sido debido a las ideas y la acción del hombre, que ha tenido que enfrentar en todo tiempo a la naturaleza. Y ahora a los mosquitos sika.
    Así se refirió Popper al mundo en que se vivía hace más de cincuenta años, y dijo: “Yo no digo como Leibnitz que nuestro mundo es el mejor de todos los mundos posibles. Tampoco digo que nuestro mundo social es el mejor de todos los mundos sociales. Mi tesis es meramente que nuestro propio mundo social es el mejor que haya existido, el mejor al menos de los que tenemos un conocimiento histórico”. Esto se escribió hace más de cincuenta años, y no se puede negar que han sido estos últimos años en los que se ha producido el mayor adelanto tecnológico de la historia.
    No obstante esa realidad en el plano de lo político, los supuestos defensores del clima acusan a los productores de ser los responsables del recalentamiento global. Mis conocimientos me impiden conocer o no la validez de ese aserto, pero sin los empresarios, la riqueza que hoy se tiene por dada en el mundo y se pretende aumentar no hubiese existido. Y esa actividad fue indudablemente producto del egoísmo del hombre en la búsqueda de su propia felicidad. Pero en ningún caso puede sostenerse que se hizo con el propósito de dañar a la naturaleza. No olvidemos que los productores no tienen otro mundo en el que vivir.
    No obstante esa realidad en un reciente artículo mi amigo Mario Vargas Llosa sostuvo que debido a las armas nucleares vivimos en el mundo más peligroso de la historia. No me cabe la menor duda de que la Guerra Fría no pasó a Caliente gracias a la existencia de esas armas nucleares. No podemos olvidar que todavía en pleno siglo XX durante la Segunda Guerra Mundial en Europa murieron 50 millones de personas, sin armas nucleares. Hoy en el Medio Oriente las guerras presentes sin armas nucleares están costando miles de vidas y se observa la desesperación de los habitantes que tratan de escapar al mundo Occidental donde prevalecen las armas nucleares. En ese sentido voy a permitirme recordar una vez más las sabias palabras de Alberdi al respecto cuando dijo: “Las guerras serán más raras en la medida que la responsabilidad por sus efectos se haga sentir entre los que las incitan y las declaran”. Evidentemente en una guerra nuclear no hay vencedores ni vencidos sino todos destruidos.
    Entonces, pasando a otro tema pertinente recuerdo que por mucho tiempo se consideró al petróleo como el mayor causante del recalentamiento global. Pero aparentemente esa supuesta causalidad estaría siendo modificada y ahora la teoría vigente es que la caída en los precios del petróleo estaría siendo la causa de los estragos en la economía. Según The Economist cuando los precios del petróleo suben de pronto se produce un estrago en la economía, y por el contrario cuando caen se mejora la situación económica. Ahora la tesis es que la caída del precio del petróleo de un 75% aparentemente perjudica a la economía. De nuevo no entiendo esa teoría pues es obvio que el petróleo es un bien de producción y cuando el precio cae se reduce el costo de producción de los bienes de consumo. Por supuesto que la caída del precio de los bienes de producción, en este caso perjudica a esos productores pero eso no significa a mi juicio un deterioro de la economía mundial.
    Ahora también aparece la teoría de que la China no solo es causante de la caída en la economía mundial porque en el 2015 creció solo un 6,9% sino que también es responsable de la caída en el precio del petróleo. No puedo entender que un país que crece un 6,9% al año esté reduciendo su demanda de los factores de producción, el petróleo en este caso. Si la economía china es mayor en el 2016 que en el 2015 su demanda de factores de producción crece aunque sea a una tasa menor que cuando crecía un 9% por año.
    El otro hecho que igualmente me tiene confundido es la tesis de que la caída de la tasa de crecimiento de la economía china es el factor que está afectando el crecimiento de la economía mundial. Hasta el 2011 la China crecía a la tasa del 9% por año y cayó al 7,7% en el 2012, y llegó al 2014 creciendo a la tasa del 7,3%. En todo el período que va del 2000 al 2014 los principales países de Europa no crecieron y la economías de Italia y de España cayeron. Mal que bien en el 2015 la economía de la Unión Europea creció un 1,5%. ¿Cómo es posible establecer esa correlación de causalidad ante esa realidad histórica?
    Ya debiéramos saber que la causa de ese proceso de la economía europea fue como dijo The Economist: “El problema de Europa es el sistema, y el que quiere cambiarlo pierde las elecciones”. Debería ser evidente que el socialismo con la supuesta búsqueda de la igualdad viola los derechos de propiedad y consecuentemente cae la inversión y el crecimiento. Voy a insistir en la tesis que dice: “Existe una correlación inversa entre el nivel del gasto público en relación al PBI y la tasa de crecimiento de la economía”. La evolución de la economía europea en los últimos cincuenta años es un ejemplo máximo de la realidad de esa teoría.
    Otro factor que está desplazando la realidad en que vivimos es la tesis de que el capitalismo comenzó en Europa. Si bien no podemos desconocer el pensamiento de Locke y la evolución de Inglaterra con la Glorious Revolution que fue determinante de la Revolución Industrial, ese proceso se llevó a sus últimas consecuencias en los Estados Unidos. Se estableció entonces el Rule of Law, y si no hubiese sido por Estados Unidos seríamos nazis o comunistas. Voy a insistir entonces en que el mal llamado capitalismo no es un sistema económico sino ético, político y jurídico. La economía es el resultado del sistema, y donde no se respetan los derechos individuales en nombre del pueblo son los ciudadanos los que padecen las consecuencias. Como bien dijera Lamartine: “Marat amaba al pueblo y odiaba a los hombres”. Por favor no confundamos la Revolución Americana de la libertad con la Revolución Francesa del totalitarismo en nombre de la igualdad y la diosa razón.
Armando Ribas
aribas@fibertel.com.ar
@aribas3

Argentina

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