GOLPE DE ESTADO EN CURSO, CASO COLOMBIA
Para los que no se han dado por enterados, apenas regresan o están
resignados o se han rendido o están indecisos, para los que seguimos dispuestos
a luchar por el país, va este recorderis, que no nos cansaremos de repetir,
sobre los daños ocasionados al Estado colombiano por el “Nuevo Acuerdo Final y
Definitivo de Paz” (NAFDP).
La Constitución Política: la joya de la corona que Santos se comprometió
a no tocar, como lo hizo con tantos otros asuntos y sin embargo mintió. Ella
representa los cimientos de eso que nos permite ser sociedad libre, civilizada,
vivir en ley, regirnos por reglas del juego sólidas, es la herida más grave,
pues el tal NAFDP tendrá rango constitucional, y a continuación la suplantará
con reformas aprobadas vía fast-track violando los procedimientos establecidos
por el constituyente de 1991. En pocas palabras: la tiranía.
La Institucionalidad: cuya defensa les parece a los promotores del golpe
de Estado -en curso- un asunto de godos y reaccionarios, pisoteada al
eliminarse la separación de poderes, figura regia de las repúblicas modernas,
por la vía de los hechos cumplidos. El Congreso renunció a sus funciones
legislativas y otorgó poderes absolutos al presidente-dictador. Las Altas
Cortes convertidas en escribanas del Ejecutivo dieron validez jurídica a
monstruosidades y arbitrariedades sin nombre. No hay controles, pues el único
que los hacía, el Procurador Alejandro Ordoñez, fue despojado por el Consejo de
Estado que cedió, una vez más, a las presiones del monarca tropical que ocupa
el “Palacio Real de Nariño”.
El relato del “conflicto” o “verdad histórica”: sectores académicos e
intelectuales en coincidencia con las guerrillas lograron imponer al Estado la
tesis del “alzamiento armado” por “causas objetivas, injusticias sociales y
exclusión política”. El Gobierno aceptó su inclusión en el NADFP por lo que
habrá una Verdad Histórica Oficial, noción que la academia rechaza per-se. A
partir de tal adefesio, se le reconoció a las guerrillas la vocería y
representación del “campesinado” visto como un todo homogéneo, y de ahí se
desprende que en el fondo de toda la “confrontación” está el asunto no resuelto
de la propiedad de la tierra y la reforma agraria.
Las Fuerzas Armadas: Santos quebró la espina dorsal de la política de
Seguridad Democrática que falsamente prometió continuar, debilitó el Alto Mando
al llamar a calificar servicios a decenas de generales y coroneles y otros
miembros de la oficialidad que lideraron la estrategia de la Seguridad
Democrática desde la que se golpeó estratégicamente el poder guerrillero. Abrió
campo a la persecución jurídica de oficiales probos cuyo principal delito
consistió en ser brillantes estrategas. Desmoralizó la tropa al prohibirle las
acciones ofensivas y los bombardeos cuando apenas iniciaban los diálogos y coronó
la política de debilitamiento cambiando la doctrina militar ante exigencia
perentoria de las FARC.
La acción política: pervertida hasta los tuétanos por el Gobierno que
forjó una mayoría incondicional por la vía corrupta de la irrigación de toneles
de mermelada. Los críticos fueron estigmatizados de guerreristas. Al Centro
Democrático nunca se le reconoció el estatus de fuerza opositora y sometido a
todo tipo de persecuciones, engaños y montajes. La campaña de OI Zuluaga fue
infiltrada por hackers contratados por la nueva Inteligencia estatal y se
procura la judicialización del expresidente y Senador Álvaro Uribe y su
familia.
La ciudadanía o constituyente primario: en la que reside la soberanía,
fue traicionada, manipulada y engañada por el Santos que desconoció el
resultado del plebiscito y que, en el colmo de colmos, igualó la soberanía
directa -el pueblo en las urnas- con la soberanía delegada -el Congreso- para
aprobar un texto engañoso presentado como fruto de un acuerdo nacional cuando
en realidad fue una trampa con las concesiones exorbitantes a un grupo
terrorista que ningún país democrático haría. Con astucia, el gobierno cambió
el sentido original de la noción jurídica de cárcel o prisión. Urdió la
rehabilitación de Piedad Córdoba gran amiga de las FARC y militante chavista y
resucitó a Ernesto Samper el expresidente más desprestigiado de la historia
colombiana.
Los grandes Medios: fueron cooptados para adelantar una labor
informativa incondicional a favor de la política oficial de paz. La llave
Gobierno-Medios que se ha gestado es propia de una dictadura. Florece la
lambonería y ha sido evidente el intercambio de favores entre el Ejecutivo y
periodistas reconocidos.
La iglesia Católica: su jerarquía ha favorecido desde la teología de la
liberación las “buenas intenciones” y el “altruismo” de las guerrillas.
Los tratados y acuerdos internacionales sobre Derechos Humanos y Derecho
Internacional Humanitario: burdamente desconocidos y violados en el NADFP
puesto que delitos y castigos estipulados en convenciones y organismos (CPI,
CIDH) quedan en la impunidad. El carácter universal de esos derechos y la
imprescriptibilidad de los delitos sufrieron deformación dolosa con caprichosas
interpretaciones y menjurjes jurídicos por dos abogados al servicio de las
FARC, uno de ellos español, y por otros dos nacionales empleados por el
Gobierno que haciendo las veces de constituyentes crearon la Jurisdicción
Especial de Paz que estará por encima de las Cortes nacionales, aprobaron la
elegibilidad política de responsables de crímenes de lesa humanidad y de encima
eliminaron las penas de prisión. No puede pasar inadvertido que la ONU,
organismo encargado de la paz mundial y guardián, propagador y defensor de los
DD HH dio la venia a la mayor burla que se haya producido en el mundo contra su
Misión.
Se me fue muy extensa la columna, ruego comprensión a los lectores.
Quedan muchos temas en el tintero, pero, este es el cuadro nada halagüeño de un
Estado que ganó la guerra a los grupos terroristas en el campo de batalla y fue
demolido en una mesa de negociación instalada en un país que siempre apoyó a
esos grupos.
Ruben Dario Acevedo Carmona
rdaceved@unal.edu.co
@darioacevedoc
Colombia
No hay comentarios:
Publicar un comentario