martes, 14 de febrero de 2017

ISAAC VILLAMIZAR, DAMOS PENA ANTE EL MUNDO

MISERIA, ILEGALIDAD, CORRUPCIÓN

Hay tres estadísticas mundiales que colocan a Venezuela en lugares vergonzosos. Un país que estaba llamado a ser potencia mundial, desde suramérica junto con Brasil, por los recursos petroleros, hídricos y hasta naturales que posee, es objeto de lástima, de preguntas de respuestas incomprensibles y hasta de temor para relacionarse con nosotros. Estos pseudo gobernantes, ya sea intencional o negligentemente, han llevado a la nación a ser una de las más alejadas de eso que llaman bienestar y prosperidad espiritual y material, y han convertido a sus habitantes en desdichados, con pocas esperanzas de revertir semejante calamidad.

Por tercer año consecutivo, y para el 2016, Venezuela lidera el Misery Index, el Índice de Miseria de la clasificación de los países con las situaciones económicas más difíciles del orbe, con 573.4 puntos. Elaborado cada año por el Profesor Steve Hanke de la Universidad Johns Hopkins de Estados Unidos y publicado por el Instituto Cato, el índice surge de la suma de tres variables como son la tasa de inflación, la tasa de desempleo y la tasa de interés, menos el cambio porcentual en el PIB per cápita. El índice muestra que los fracasos del socialista y corrupto estado petrolero fueron bien documentados el año pasado, incluyendo cuando el país registró el episodio oficial número 57  de hiperinflación en el mundo. Y según proyecciones del FMI, la inflación en el 2017 llegará al 1660%. En el extremo opuesto de la tabla se encuentra Japón, con 0.4 puntos.

El segundo ranking del cual no deberíamos estar nada orgullosos es el de ser el país con el peor sistema judicial de todo el mundo.  El Rule of Law Index, un informe internacional que mide la calidad del sistema judicial en cientos de países y jurisdicciones, pondera diversos aspectos como la existencia de límites efectivos al poder del gobierno ejecutivo, el grado de corrupción que existe en las instituciones (vuelve a aparecer esta variable), la transparencia en las administraciones públicas y la seguridad y la eficiencia de los tribunales. Venezuela ocupa actualmente el último puesto de todo el índice global. Dinamarca, Noruega y Finlandia encabezan los mejores sistemas judiciales. Esto confirma que en Venezuela no hay imperio de la ley, que no existe Estado de Derecho, que el órgano judicial del Poder Público, llamado a proteger y garantizar la efectiva aplicación del ordenamiento jurídico, es el primero que lo transgrede y que, contrario a la exigencia constitucional, el Estado venezolano no puede ofrecer una justicia imparcial, idónea, transparente, autónoma, independiente, responsable y expedita.

El tercer estudio de medida internacional recién publicado por la ONG Transparencia Internacional, revela que Venezuela se encuentra entre los diez países más corruptos del mundo, con un Índice de Percepción de la Corrupción de 17 puntos, acompañando en esta deshonrosa medición a países como Somalia, el más corrupto, Sudán del Sur, Corea del Norte, Siria, Libia, Yemen, Sudán, Afganistán, Guinea-Bisáu e Irak. Dinamarca y Nueva Zelanda son los más transparentes, con 90 puntos sobre 100. Claro, es que también eso de que existe un Poder Moral o Ciudadano encargado, según la Constitución, de prevenir, investigar y sancionar los hechos que atenten contra la ética pública, la moral administrativa y el patrimonio de la nación, no aplica para los narcotraficantes, corruptos y delincuentes que desde las altas esferas gubernamentales y de la Fuerza Armada Nacional han desangrado los ingentes ingresos de la renta petrolera, trasladándolos a sus patrimonios personales en bancos, inmuebles y negocios muy oscuros en el extranjero.


Somos los más miserables, los más injustos y los más corruptos del mundo. ¿Qué más deberemos ser para reaccionar ante esta barbarie?    

Isaac Villamizar
isaacvil@yahoo.com
@isaacabogado
Tachira - Venezuela

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