viernes, 1 de febrero de 2019

EDDER FERREIRA, NO ES LO MISMO LLAMAR AL DEMONIO QUE VERLO LLEGAR


Si hay algo que deja la experiencia de estos 20 años de “revolución” es que en política todo es posible, desde que el expresidente Chávez tomó la bandera del socialismo para promocionar su proyecto político totalitario buscó con su retórica “anti-imperialista” tener como antagonista al gobierno de los Estados Unidos de Norte América, sus discursos populistas se enfocaban en llamar la atención de los gobernantes de la potencia americana; esta conducta típica de sus asesores cubanos también fue heredada por su sucesor Nicolás Maduro, quien en reiteradas ocasiones buscó el reconocimiento del Jefe de Estado de aquella nación, en su momento el presidente Obama –quien en la mayoría de los casos lo ignoró– y hoy día el del presidente Donald Trump quien nunca le había dado mayor relevancia como hasta ahora, cuando su administración ha decidido colaborar en todo lo posible para poner fin al gobierno neo-totalitario que dirige Maduro.

Durante mucho tiempo la tiranía pretendió esconder su ineficiencia y corrupción echándole la responsabilidad de sus actos a los supuestos ataques del “imperio americano” a través de la mentada “guerra económica” que éste teóricamente promovía y era el falso origen de que en los últimos tiempos el país haya caído en una abismal crisis (hambre, miseria, corrupción, hiperinflación, altos índices de violencia, un descomunal deterioro de los servicios públicos, enorme escasez de alimentos y medicamentos, entre otras tantas deficiencias) percibida en cada rincón de Venezuela. De esta manera el gobierno presidido por Nicolás Maduro intentaba eludir su absoluta responsabilidad en esa pésima administración y achacársela como consecuencias a un inexistente bloqueo económico de su gobierno.

Pero hoy día la retórica de la tiranía ha terminado, ya el cuento de que: “viene el lobo”, se ha hecho realidad, la administración Trump ha decidido actuar apoyando al pueblo venezolano y a las fuerzas democráticas encabezadas por el presidente encargado Juan Guaidó para poner fin en el menor tiempo posible al caos que durante 20 años de saqueo ha dejado la mentada “revolución”.

Con la decisión de implementar un bloqueo petrolero a la dictadura neo-totalitaria que dirige Maduro y prohibirle el acceso a los activos de PDVSA que están en territorio estadounidense se protege a la empresa Citgo (en caso que exista default de los bonos de PDVSA atados a acciones de esta compañía), se ha prohibido exportar crudo desde PDVSA a EEUU, así como se prohíbe la exportación y reexportación de diluyentes de EEUU a Venezuela y se limita el trading de bonos de PDVSA. De esta manera se confirma que Estados Unidos y los demás miembros de la comunidad internacional saben que se ha llegado a un “punto de no retorno” y el régimen comenzará a padecer el viejo refrán: “No es lo mismo llamar al demonio que verlo llegar”.

¿Por qué la FAN sigue apoyando al régimen de Maduro?

A pesar del “apoyo” mostrado por la cúpula militar al régimen no se puede afirmar que toda la Fuerza Armada Nacional le respalda, los tiempos son otros y las lealtades tienen sus límites, aunque tampoco se puede menospreciar el hecho de que el país está secuestrado por una dictadura cívico-militar, lo que significa que en los negocios más turbios en los que se ha visto involucrado el gobierno “revolucionario” de Hugo Chávez y su heredero Nicolás Maduro también se ha beneficiado una inmensa mayoría de esa cúpula militar.
Por ahora la presión interna y externa seguramente ha comenzado a seducir esas lealtades, y de ahí la importancia de promover ciertos atractivos para ellos como una ley de amnistía.

¿“La suerte está echada”?

La sensación de que el gobierno neo-totalitario encabezado por Nicolás Maduro ha llegado a su fin es generalizada, es la primera vez que en Venezuela los ciudadanos sienten que el régimen está en sus últimos días, nunca como antes las fuerzas democráticas se habían unido para dar fin a la tiranía, apoyados con la legitimidad que les da la inmensa mayoría del pueblo venezolano y la extraordinaria colaboración que ha dado la comunidad internacional el proceso para recuperar la República parece haber dado inicio.
De esta forma en Venezuela no cabe duda en que hoy se materializa la expresión: “Alea iacta est” locución latina atribuida al político y militar romano Cayo Julio César que significa: “la suerte está echada”, el reconocimiento de la comunidad internacional a el nuevo presidente encargado de Venezuela Juan Guaidó y las consecuentes medidas que han tomado –y seguirán tomando– deja en evidencia que el país está encaminado a una transición a la que el régimen sigue empeñado en obstaculizar.

¿Cuánto durará este status quo?

Por las pocas reacciones que ha tenido este régimen neo-totalitarista que dirige Nicolás Maduro desde el pasado 10 de enero en el que parece se vio sorprendido por la estrategia planteada por las fuerzas democráticas y el respaldo que han tenido de la comunidad internacional; por ahora se denota que van intentar sostenerse como sea en el poder político.

¿Cuánto podrá durar esto? Es incierto, afortunadamente los ciudadanos son cada vez más conscientes del momento que se vive, y aunque es verdad que lamentablemente siempre se puede estar peor; hoy ha surgido una señal de esperanza, la integración de las fuerzas democráticas que encabeza el presidente (E) Juan Guaidó con el respaldo irrestricto de los países amigos del pueblo venezolano hace pensar que el cambio ha empezado.
Son muchos los pasos que hay que dar con firmeza, la transición no será de unos pocos días, comenzar la escalada hacia un mejor porvenir requiere planificación y el mayor respaldo posible, de ahí la importancia que las instituciones nacionales (las Universidades, el clero, las alcaldías, los sindicatos, etc.) también sumen, son tiempos duros y la única certeza es que el país ha entrado en una nueva etapa de transformación.


Edder Ferreira Pérez
@edderferreira

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