sábado, 11 de enero de 2020

ROMÁN IBARRA: EL ASALTO

Sorpresiva e inesperadamente, el régimen comunista de Venezuela puso la torta más colosal que difícilmente se podía imaginar. Asaltaron con un golpe a la Asamblea Nacional, para intentar desconocer la anunciada reelección de Juan Guaidó como Presidente de esa instancia.

Mediocres y chapuceros en extremo, tenían tiempo tratando de comprar, como en efecto hicieron, la conciencia de unos reblandecidos mentales y mendigos de la política que nunca faltan, por desgracia.

Utilizaron a la GNB, y a la PNB para impedir el paso de los diputados de la democracia, y sin mediar procedimientos constitucionales, legales, o reglamentarios nombraron sin quórum; sin votos, un presidente títere e ignorante con los votos ilegales del oficialismo (reincorporados contra la Constitución), y los poquitos mercenarios que consiguieron luego de tanto esfuerzo corruptor.

Como era de esperarse, la respuesta de los factores de la democracia fue inmediata. Reunieron a la AN en la sede del diario El Nacional, y cumpliendo el trámite constitucional a cabalidad, procedieron a instalarse, y a sesionar para reelegir a mano alzada, tal como lo ordena el reglamento, a Juan Guaidó como Presidente con 100 votos, entre principales y suplentes.

La chapuza del régimen encontró de inmediato el repudio y la condena nacional e internacional de personalidades; partidos; gobiernos; parlamentos e instituciones diversas, dejándolos desnudos una vez más frente al mundo como los criminales y autócratas que son.

El día 7 de enero, las fuerzas represivas del régimen intentaron impedir la sesión de la AN encabezada por el presidente Guaidó, pero la marcha de nuestros diputados logró entrar al Capitolio y sesionar, provocando la huida a toda carrera de los cobardes mercachifles al servicio del comunismo corrupto de Miraflores.

Lo que viene a continuación es harto conocido: el tsj dirá que el acto fue perfecto; el fiscal tatuado abrirá investigaciones contra todos, y Miraflores dirá que los tránsfugas son unos patriotas que merecen todo lo mejor en acto público con todos sus alabarderos viejos, y nuevos. Es decir, guión ampliamente conocido.

Lo cierto es que la oposición adquiere nuevos bríos con este regalo del régimen, incapaz esta vez de medir los daños colaterales, a nuestro juicio daños importantes. Lograron el milagro de reunir a la oposición que venía golpeada y dividida por sus propios errores.

Ahora, la tarea para Guaidó y la oposición toda, sigue siendo titánica. En artículos anteriores sugerimos la necesidad de que Guaidó fuera liberado de disciplina partidista para acometer el trabajo de aglutinar a todos los factores de oposición, y ahora se logró.

Esto pone al presidente de la AN en la ruta necesaria de abrir conversaciones con todos los opositores, incluyendo al chavismo disidente para alcanzar una unidad robusta y coherente para enfrentar al régimen. Debe hacerlo sin dilaciones.

El oficialismo tienen el agua al cuello, no solo por la torta golpista en la AN, sino porque la crisis soioeconómica tiene un ritmo vertiginoso que está acabando con los venezolanos en nuestro territorio, y empujando masivamente a otros para abandonar el país con las consecuencias dramáticas que ello comporta.
Hay que atender el llamado del gobierno de Trump en el sentido de negociar con el gobierno una salida transicional política, y en paz.

Aprovechemos esta circunstancia para lograr la unidad y con ella presionar al régimen y exigir un nuevo cne, y su registro respectivo;  liberación de presos políticos; garantía del voto de todos dentro y fuera del país; supervisión internacional, y elecciones parlamentarias y presidenciales, simultáneamente si ello es posible.

No perdamos el foco, el trabajo no está terminado. Es obligatorio encontrar una salida negociada, con la Constitución y en paz.
Con la Unidad de todos, se puede!

Román Ibarra
romanibarra@gmail.com
@romanibarra

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