domingo, 24 de mayo de 2020

FREDDY RÍOS RIOS, A BENEFICIO DE INVENTARIO: LAS CRISIS.

«Pueden los que creen que pueden» «Possunt quia posse videntur» Virgilio.

En la Asamblea Nacional Constituyente, Maduro, aseveró que había incluido «en el Plan de la Patria 2019–2025 todos los objetivos, políticas y acciones acordadas por la Organización de Naciones Unidas (ONU) en la Agenda 2030”, afirmación esta que servía de sustento a la presentación del Plan de la Patria 2019 ~ 2025, que definío los 17 objetivos de la agenda chavista para el Desarrollo Sostenible.

Sírvase notar que el 22 de Marzo próximo pasado el multidevaluado Bs, traspasó la barrera de los 20.000.000.000.000 por US$, después de la Reconversión Monetaria del 2008, que le amputó tres ceros y la del 2018 que le capó cinco ceros más, todo ello después de haber dilapidado/robado ingresos superiores a US$ 2,912.457.000.000.

Estos vergantes ni siquiera cumplieron uno solo de los objetivos del Hambre Cero, como era el «cero retraso en el crecimiento de niñas y niños menores de 2 años». Hacía el futuro la FAO ha incluido a Venezuela dentro de los paises con más pobreza y hambre como consecuencia del cambio climático. En 2018 la misma organización informó que 6.8 millones de venezolanos no podían alimentarse, y para ese momento habían emigrado más 5.000.000 de compatriotas.

Resaltando lo expresado, el Informe de Michelet Bachelet, confirmado por Organismos Internacionales y nacionales, afirma que 9.5 millones de compatriotas, es decir el 32% de la población sufren la IV Crisis Humanitaria a nivel mundial más grave ocurrida en 2019, agravandose aún más en lo que va del 2020 por las causas que todos conocemos.

Fuentes documentales serías revelan que en 2019 el desempleo alcanzó 9.08%, con el agravante del alto componente de economía informal, cercano al 50% de la población activa.

Desde 2012 Venezuela sufre las consecuencias de las desastrosas políticas del régimen, la crisis económica estructural producida, ha afectado a todos los sectores de la producción y productividad real de bienes y servicios, que ha construido un círculo vicioso de desabastecimiento sostenido, que maltrata a toda la población y especialmente a los sectores populares. Gran parte de la producción nacional requiere de materia prima importada, lo que incide nefastamente en el abastecimiento y el consumo, agravando la compleja situación.

Esta crisis tiene por lo demás características adicionales de importancia capital, que han sido disparadores de lo anteriormente citado. La militarización de la administración pública y empresas del Estado que causó la destrucción de la estructura institucional, aunado a un desprecio absoluto a la meritocracia. La Corrupción Política que ha metastizado todos los sectores de la Nomenklatura militar-civil con efectos mortales en toda la institucionalidad y que ha sido el detonante de la destrucción sistemática del país.

Es evidente que su vinculación al narcotrafico y demás tráficos ilícitos, el lavado de dinero y sus relaciones con organizaciones terroristas, convierte al chavismo en una organización del Crimen Organizado Transnacional, cuyo temor vital es el peligro que acarrea para ellos la pérdida del poder y la ausencia de paraísos criminales que le pudiesen dar asilo para disfrutar el botín. El destino del chavismo y el contubernio militar-civil es oscuro, amenazante y muy poco es recuperable de esa cloaca putrefacta.

No está demás recordar el daño irreparable causado por el proceso de devastación, son inolvidables los casos más emblemáticos del proceso antinacional chavista: PDVSA, PDVAL, las empresas de Guayana, Hidrocapital, CANTV, Corpoelect, Cadivi, IVSS, CLAP-Saab, además de las haciendas, fundos, industrias y empresas en producción expropiadas, que constituyen un ejemplo claro de la destrucción del país, el cual tiene como colofón la absoluta carencia de combustibles que hacen imposibles las actividades económicas y especialmente el transporte de alimentos y medicinas en un país donde no hay inventarios, el leimotiv del chavismo es cuanto peor, mejor.

Un informe del Banco Mundial vaticinó que el aumento de precios 2020 sería del 500.000% y el Producto Interno Bruto caería en un 45%, además la inflación según el FMI alcanzaría el 200.000%. Todo ello sin meter en el saco el COVID-19 y sus efectos y consecuencias, con la gasolina como explosivo por el absoluto desaprovisionamiento. A fin de cuentas y tristemente, la economía venezolana será la última de LATAM. En estas condiciones hay que agregar que tampoco crecerá la importación de alimentos, que Statista considera tendrá un aumento global a US$ 7.309.230 MM.

Estas condiciones van necesariamente a empeorar en lo que resta de 2020, especialmente en lo relativo al desabastecimiento, inflación, especulación y hambre. De 13.17 billones de US$ en 2018 las importaciones cayeron a 1.93 billones en 2019. Las importaciones de insumos para la producción agropecuaria con el cierre de la frontera colombo venezolana, la falta de transporte por el efecto combustible, y la extorsion de las alcabalas ha impedido que los productos frescos y refrigerados accedan a los mercados, ocasionando además un alza de precios por la escasa oferta. El cierre cuarentenarío ha impedido el trabajo sectorial industrial, no hay inventarios y las importaciones privadas disminuidas a niveles mínimos. Es previsible que las expectativas a mediano y largo plazo sean oscuras, porque las medidas que ha tomado el régimen no son de aperturas comercial sino de más control. Los precios acordados -que nadie respeta- son una mala señal que dejó desnudos a los «gurúes» que aseguraban una apertura estilo chino. Por otra parte los paises se han dedicado a asegurar su seguridad alimentaria, restringiendo las exportaciones en un tiempo donde el sector productor ha tenido que cerrar sus puertas por las medidas sanitarias a nivel internacional.

Esta probado ya que la nuevas pandemias serán en vivo y en directo, en tiempo real gracias a las TICs. Que es necesario poner al día el Acuerdo sobre Medidas Sanitarias de la OMC. Que las administraciones aduaneras deben actualizarse con rapidez para implementar el Acuerdo de Bali, al mismo tiempo que se suscriben los acuerdos de facilitación de la Organización Mundial de Aduanas. Que el país debe construir una eficaz cadena de frío capaz de garantizar el abastecimiento de mercaderías frescas, refrigeradas y congeladas. Que es necesario poner al día la infraestructura de Puertos y Aereopuertos para ponerlos al servicio de la globalización de la logística. Que los paises no pueden depender para sus operaciones económicas de un sistema unimodal de carretera como medio único de transporte.

Si no habíamos aprendido de las amargas lecciones que nos han dado 21 años de chavismo, la pandemia le dio el puntillazo, de la Casa por Carcel, la gente se siente indefensa y puede cundir la desesperanza. Solo nos queda aprender de este pasado oprobioso. Desde ya hay que preparar un gabinete de sombra. Reclutar asesores para la tarea de hacer una reingenieria técnica y legal de la institucionalidad administrativa. Empezar a reclutar para formar una generación de relevo que crea en la meritocracia. La burocracia no puede ser una gigantesca maquina conducida por pigmeos como afirmaba Balzac.

Juan Guaido, tiene un reto inmenso y está obligao ha apuntar más alto, más allá de Gedeon, de los tanqueros iraníes, más allá de DirectTV. Henry Kissinger que de pendejo no tenía un pelo, puso esta meta: «Como estadista, uno tiene que obrar con la suposición de que los problemas se tienen que resolver»

Freddy Rios Rios 
friosrios@gmail.com 
@doserre 

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