martes, 9 de marzo de 2021

LEANDRO RODRÍGUEZ LINÁREZ, ELECTOVIRUS-19

Todo anuncio político desprendido del régimen es un espejismo, es decir, no es correspondido con la realidad. Lo propio ocurre con las informaciones emitidas por los medios de comunicación venezolanos, principalmente de radio y televisión, autocensurados. Por ejemplo, por esas vías mucho se habla del diálogo y encuentro entre régimen y la “oposición” que participó en las parlamentarias, información falsa pues no es la oposición real/legitima, tampoco son procesos electorales contemplados en nuestra legislación. 

Es sencillo, no pueden ser reconocidos como opositores cuando asumieron ilegítimamente la conducción de los principales partidos políticos opuestos al régimen ¿Por qué no se utilizó mismo procedimiento de legitimación de directivas usado por el CNE en 2016? dicho sea de paso, usado inoportunamente como mecanismo dilatador a la solicitud revocatoria ¿Por qué, en lugar de permitir a los militantes elegir sus directivas, fueron impuestas por un TSJ también cuestionado (no reconocido) por su designación anómala? 

La respuesta es sencilla; sí se hubiese permitido a la militancia de Acción Democrática, Primero Justicia, Copei y demás partidos expropiados, el resultado era obvio, las directivas resultantes, cónsonas con sus militancias, jamás hubiesen participado en un proceso electoral con condiciones absurdas, por tal motivo, el chavismo, a través de su control de las instituciones públicas, entregó esas directivas a un puñado de figuras para que, usando las siglas de esas organizaciones, participaran a espaldas de los venezolanos en las parlamentarias, acto rechazado por la inmensa mayoría (70%) tal como quedó demostrado el pasado 6D. Fue el mismo rechazo dado por los venezolanos a todas las elecciones perpetradas en el país bajo el esquema “constituyente” 2017… los hechos son contundentes. 

Es grave, el chavismo (minoría) arrastra al país (inmensa mayoría) por un derrotero opuesto 180° a dónde los venezolanos queremos ir ¿A dónde? A una nación donde la ley y la democracia sean las principales virtudes, cuyos gobiernos locales, regionales y nacional sean cuna de derechos y libertades… no como hoy, pesadas anclas que imponen a la fuerza un sistema político, económico y social ajeno 100% a lo que históricamente es Venezuela, un sistema de élites autoengrandecidas, plagado de controles, racionamientos, condicionantes a los derechos por los que lucharon y dieron sus vidas nuestros verdaderos próceres. 

En Venezuela no hay división opositora, que quede claro. La conducción opositora legitima/reconocida está muy clara en los fines y en ella participan Ledezma, María Corina, Guaidó y entre otros, con sus aciertos y errores, apoyados por las democracias del planeta. Lo otro que convenientemente exalta el régimen a través de su hegemonía mediática y confirió las siglas de AD, Copei, Primero Justicia, entro otros, es un pequeño grupo autoetiquetado “opositor”, ilegítimo, no reconocido internacionalmente, del cual no se desprenden elecciones, diálogos ni los acuerdos que claman los venezolanos, es la realidad. 

Una vez más, lo repetimos: La abstención en Venezuela no la controla el régimen ni la oposición, es el sentimiento más legitimo que encarna la nación en contra de instituciones psuvizadas y una falsa oposición con despropósitos. Y hasta tanto en Venezuela no se retome el hilo constitucional, democrático y sean los actores políticos reales quienes asuman sus roles, en el país podrán fingirse mil elecciones más, pero solo continuarán generando abstención atroz, instancias no reconocidas y sanciones, punto final.  

Leandro Rodríguez Linárez

leandrotango@gmail.com

@leandrotango

Venezuela

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