domingo, 3 de octubre de 2021

ESPECIAL DEL DOMINGO: LA SITUACION ACTUAL DE VENEZUELA 2021 POR MARCO VINICIO ARAUJO SÁEZ EN HTTPS://PROCRASTINAFACIL.COM/


Durante 20 años, las palabra SOCIALISMO han impregnado el ambiente socio-político de Venezuela, con tantas riquezas, naturales como culturales, sin embargo, la situación actual de Venezuela se mantiene en crisis, siendo disimulada por arduo trabajo y entradas económicas poco convencionales al margen de los salarios que ofrece el gobierno. Probablemente se trate de la peor crisis en toda su historia, en donde la hiperinflación arropa a cada población sin importar la posición social en la que se encuentre, dando como resultado el deterioro general de la población en todos sus aspectos “social, psíquico y moral”.

La situación actual de Venezuela es completamente crítica, no solo tomando en cuenta a la economía del Estado en conjunto con el ambiente socio político que se genera en base a esto, sino por la emergencia sanitaria a nivel mundial que solo consiguió empeorar lo que ya se encontraba en una delicada situación. Existen varios aspectos a considerar dentro de la problemática nacional: el económico, el social, el sanitario y el político.

Aspecto económico

La crisis económica continúa dentro de las fronteras venezolanas, a pesar de un aparente mejoramiento de la misma, la realidad de la crisis es otra. Pese a los continuos “aumentos salariales”, estos jamás se ajustan al precio de la vida dentro de la nación. Desde los alquileres de vivienda, los precios de los servicios públicos dolarizados, el alimento y la dificultad para encontrar trabajos honrados y en condiciones, obligan al ciudadano a recurrir a entradas extra y “rebuscarse” para poder suplir las necesidades básicas familiares. Si bien el trabajador privado cuenta con un mejor sueldo que el empleado público, la mayoría de los trabajos disponibles (incluyendo los profesionales como docentes, por ejemplo) siguen estando fuera de la realidad, y se ven obligados a conseguir un ingreso extra, ya sea mediante el comercio. Aunque existe otro sector que se ha visto obligado a conseguir ingresos menos morales, como por ejemplo la prostitución, ya sea por la necesidad abrasadora o para conseguir un fin, como continuar estudiando o lograr salir del país en busca de mejores oportunidades.

Con respecto al desabastecimiento que se sufrió años atrás, muchos productos han regresado a los anaqueles, estos ajustados a precios internacionales, lo que una vez más le impide a muchos venezolanos obtenerlos. Desde productos de ingesta básica hasta medicamentos varían de precio entre un establecimiento y otro casi de manera irreal, aunque las colas interminables para conseguirlos se acabaron, aún el ciudadano se ve obligado a buscar por todas partes para hallar precios más solidarios.

El comercio informal suele reinar en un sentido de asequibilidad, poniendo en la balanza el precio y la calidad, ya que aunque muchos medicamentos pueden conseguirse de esta manera no cuentan con la certificación adecuada, pudiendo causar más daño que beneficio, al menos en cuanto a medicamentos se refiere.

Sin embargo, pese a lo ya mencionado, la crisis se ha hecho más “llevadera” y las oportunidades regresan. No de la mano del gobierno, sino de la mente de venezolanos emprendedores que se niegan a abandonar su país en miseria y lucha para construir dentro de el una mejor Venezuela, consiguiendo incursionar dentro de una economía destrozada y traer algo de equilibrio dentro del caos.

Aspecto social

Los inquebrantables ciudadanos venezolanos siguen en pie de lucha. Muchos son los que no se rinden, aunque la diáspora halla arrebatado parte del recurso humano de la nación, muchos permanecen luchando por sus sueños. Padres de familia, trabajadores, estudiantes, emprendedores, artistas y más, Venezuela sigue siendo un país lleno de colores vibrantes y gente alegre que, a pesar de la crisis se niegan a perder su sonrisa.

Sin embargo, el agotamiento y el hambre cobra factura, pues muchos no cuentan ya con este ímpetu característico del venezolano “echado pa’lante”. Algunos venezolanos viven el infortunio de tener que rebuscar entre la basura la comida que aún esté en condiciones de ser llevado a la mesa, pues ya sea por desempleo o por ingresos insuficientes no puede llevar una vida digna. Los números de niños en desnutrición aumentan y los ancianos son dejados a su suerte por muchas familias cuando estos dejan de aportar y se convierten en una carga. Por lo que en la sociedad venezolana se viven realidades completamente diferentes, casi de manera paralela.

Con la resiente pandemia de Covid-19, gran parte del sector activo del país se vio paralizado. Esto debido mayormente a la ineficiencia de los servicios, como el acceso a internet y la escases del servicio de agua potable y servicio eléctrico, que hicieron mella en la estabilidad laboral y académica, ya afectada por problemas anteriores. Problemas que persisten de manera atenuada con un resiente y leve mejoramiento en cada uno de los servicios.

La crisis eléctrica continúa en algunos estados, mientras en otros ha desaparecido casi por completo. La crisis de agua está resuelta en cierta medida, pero en muchos municipios de varios estados es una realidad que se sigue viviendo día a día.

A nivel académico, universidades nacionales importantes estuvieron gran parte de la pandemia completamente paralizadas por los problemas ya mencionados. Recientemente muchas se han propuesto a seguir adelante y otras continúa sin actividad o con actividades a medias de algunas carreras ofertadas. En primaria y secundaria, se llevó a cabo el plan “Cada familia una escuela”, que persiguió la meta de continuar enseñando a niños y jóvenes de manera virtual. Este plan se ha llevado a cabo continuamente y casi sin interrupciones, pero de una manera poco eficiente que no garantiza un auténtico aprendizaje y hace pensar en el futuro académico de los niños.

La diáspora se ve parcialmente paralizada, pero no por un mejoramiento de las condiciones y las garantías, sino por las fronteras cerradas y la pandemia, que hace más riguroso este proceso.
Aspecto sanitario

Venezuela vive un momento delicado con respecto a la salud. Muchos profesionales han salido ya de sus fronteras, mientras otros han perecido a causa de la pandemia. El atraso universitario significó una ausencia de personal por falta de capacitación, emergencia que existe en los pasillos de cada institución de salud.

El costo de los fármacos, como se mencionó, es otro problema que azota al pueblo, pues los suministros médicos dentro de los hospitales escasean y los familiares de los pacientes deben buscar en cada farmacia el precio más accesible para poder cumplir con los tratamientos de sus familiares.

El problema con el servicio de agua potable es otro aspecto que continúa asolando a diversas comunidades, pues un recurso tan valioso como este no debería estar ausente en los centros de salud.

Hasta la actualidad, el esquema de vacunación a nivel nacional ha sido insuficiente, por lo que ni siquiera la totalidad del personal médico se encuentra vacunado. Estos profesionales corren día a día el riesgo de contagiarse pues, además de no contar con el esquema de vacunación, tampoco cuentan con los equipos de bioseguridad adecuados para dar frente a la pandemia.

Aspecto político

Es actualmente el más problemático y confuso de todos. Pues se encuentra en un limbo de aceptación y rechazo. Las grandes masas han dejado de prestarle atención al aspecto político en primer lugar y se han enfocado en la búsqueda de oportunidades para mejorar sus propias condiciones.

El aún presidente de Venezuela, Nicolás Maduro y su rival Juan Guaidó, se acercan nuevamente a un diálogo, esta vez mediado por el Vaticano, que, en pro de la reciente beatificación del Dr. José Gregorio Hernández, ha despertado esperanza en muchos fieles católicos. Si este diálogo llegue a buen término o no es un asunto aún desconocido, pero quizás con la reciente tranquilidad que ha traído el confinamiento pueda lograrse algo positivo.

La aprobación tanto del oficialismo como de la actual oposición es casi nula. Pocos venezolanos se mantienen fervorosamente a favor de uno o del otro, por lo que la relevancia política se ha desplazado a un segundo plano, por lo que Venezuela se encuentra, ahora más que nunca, en una encrucijada donde cualquier cosa podría suceder.

Así mismo, la intervención extranjera, que mucho dio de que hablar años atrás, es un tema ya olvidado para muchos ciudadanos, que más allá de perder o no la esperanza, no están interesados en si esto sucede o no.

Hoy más que nunca el venezolano es un ejemplo de que a pesar de las adversidades se debe seguir adelante. Ya sea dentro o fuera de las fronteras, el buen ciudadano de Venezuela sigue luchando por un futuro mejor, por oportunidades y por la vida misma, tanto propia como de sus seres queridos. Pese a cada obstáculo en el camino, el venezolano ejemplo de nunca rendirse.

MARCO VINICIO ARAUJO SÁEZ EN HTTPS://PROCRASTINAFACIL.COM/

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