Una nueva banda azota
en Venezuela el tuétano de la legalidad: la Asamblea Nacional. Un grupo de
cuello blanco no acata sino ataca la voluntad del pueblo soberano. Es la “Banda
los Inconstitucionales”.
Está liderada por
quien otrora gozó de mi respeto cuando fue mi profesor de Derecho
Constitucional: Hermann Escarrá. Su declaración sobre la sentencia de la Sala
Electoral –declarando el desacato de la directiva de la Asamblea Nacional, la
orden de “desincorporar” a los tres diputados por Amazonas y que todos los
actos pasados y futuros de la Asamblea Nacional son nulos si no desincorporan a
dichos diputados– fue tan grotesca como grotescamente aberrada lo es la
sentencia que tarifada y dando lástima, mucha lástima, defendió.
Un profesor de
Derecho Constitucional, que enseña o enseñó, ojalá que ya no, por el bien de la
institucionalidad, hasta en la Academia Militar, aupando ahora con sus
palabras, actos y gestos un golpe de Estado en contra del Poder Legislativo.
¡Tamaña paradoja! Triste legado “profesor” Escarrá. ¡Qué mal ejemplo para el
mundo militar! La patria os lo demandará.
“Los
Inconstitucionales” está conformada por algunos magistrados que disparan
sentencias inconstitucionales en franca usurpación y diputados que como pericos
las repiten. También del Ejecutivo. Son tan identificables como su líder, por
lo que sobra mención. Esperemos no haya entre sus miembros militares, ya que
los militares de honor son garantes del orden constitucional.
Recuerdo cuando
Escarrá nos enseñaba en sus clases que el Poder Legislativo es en realidad de
lo que depende toda república. Recuerdo también cómo defendía la actividad
parlamentaria por ser la sede del pueblo soberano, electa por la voluntad
popular, mientras citaba a Rousseau y a Montesquieu. Su palabra favorita en
clase: prolegómeno. ¡En qué prolegómeno anda usted metido!
Una vez proclamados,
los diputados están investidos de IN-MU-NI-DAD. Ello quiere decir que
“desproclamar”, tal como expresamente lo reconoce la sentencia del ¡Caso HUGO
CHÁVEZ!, del 9 de enero de 2013, no existe. Solo queda juramentarlos, tal como
lo hizo, cumpliendo un deber, la Asamblea Nacional. Pero como contra esto no
hay argumento alguno, el líder de la banda lo obvió.
La “Banda los
Inconstitucionales” pulula en los pasillos del poder público. ¡Atención! Todos
defienden, al unísono, la muerte de la república. La labor legislativa, y,
sobre todo, la obediencia a la ley, es lo que distingue la política de la despótica.
Diosdado Cabello ha
dicho: “Nadie en Venezuela tiene por qué reconocer a la Asamblea Nacional”.
¡Cuidado Cabello! El diputado está negando su propia condición; ergo: ya no
tendría inmunidad. ¡Tranquilo! La premisa es un disparate, no se puede desconocer
a la Asamblea Nacional. Eso por una parte. Pero lo verdaderamente grave es el
llamado a desconocer la soberanía popular que lo eligió tanto a él como al
resto de los 167 diputados al Poder Legislativo. Tan grave como decir que el
Tribunal Supremo de Justicia puede legislar. ¡Usurpación!
Hay un bloque
constitucional conformado por ex magistrados y profesores serios. Por
verdaderos jurisconsultos, a diferencia de otros que se comportan como
juriscorruptos. A los jurisconsultos hay que oírles. A la “Banda los
Inconstitucionales” hay que seguirles sus pasos, no estén tramando continuar,
como decía el grande hombre Enrique Tejera París, la larga tradición de los
golpes de Estado plasmada en nuestra historia patria. Porque el dispositivo de
la sentencia de la Sala Electoral, da pie…
Mario G. Massone
mariogmassone@gmail.com
@massone59
Caracas - Venezuela
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