miércoles, 19 de enero de 2022

JEAN PASQUALI: MUCHOS CIUDADANOS MÁS

En  un escrito anterior:

 (http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/2022/01/jean-pasquali-la-defensa-civil-de-la.html) 

había desarrollado el tema de la defensa de la Constitución de un país y de los principios sobre los cuales los ciudadanos han acordado vivir en sociedad. He llegado a la convicción de que la manera más efectiva de llevar a cabo esa defensa, desde los puntos de vista preventivo y correctivo, es a través del conocimiento que los miembros de la sociedad —los ciudadanos— tengan de sus derechos, sus deberes y las maneras de preservarlos o recuperarlos. La incorporación de un número considerable de ciudadanos bien informados y preparados para la participación política es, para cualquier gobierno con la disposición de respetar la ley, un factor positivo que favorece la estabilidad, la participación y el progreso de la sociedad. Para cualquier gobierno o régimen que no tenga esa disposición, es un factor que le dificulta oprimir o actuar arbitrariamente y que fomenta enfrentamientos.

Vale la pena revisar brevemente la posición formal del Ciudadano en la Constitución vigente. En el Preámbulo: “El pueblo de Venezuela, en ejercicio de sus poderes creadores ... en ejercicio de su poder originario representado por la Asamblea Nacional Constituyente mediante el voto libre y en referendo democrático, decreta la siguiente CONSTITUCIÓN”.

Llama la atención que, a lo largo del texto de la Constitución, los términos de Estado, Poder Nacional, República, Constitución, Presidente, Presidenta, Tribunal Supremo de Justicia, Defensor del Pueblo, Ministro, Ministra etcétera, aparecen en mayúscula, mientras que el Pueblo de Venezuela, Él que tiene poderes creadores y está en el ejercicio de su poder originario (y el que no puede ser representado por la Asamblea Nacional Constituyente, porque su trabajo debe ser sometido a referendo), aparece en minúscula.

Afortunadamente, el artículo 5: “Artículo 5. La soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, quien la ejerce directamente en la forma prevista en esta Constitución y en la ley, e indirectamente, mediante el sufragio, por los órganos que ejercen el Poder Público. Los órganos del Estado emanan de la soberanía popular y a ella están sometidos”, ayuda a poner las cosas en su lugar, aunque su nombre no se agracie con una P mayúscula. A mi entender, el Pueblo es el ente más importante de nuestra sociedad.

El Pueblo tiene la fuerza —que se mantiene intacta. Ah, pero los conocimientos para utilizar esa fuerza —en función de instituir su soberanía en la práctica— no han llegado a una gran parte de la población. En consecuencia, nuestro objetivo central es la formación de ciudadanos activos, tan urgentemente como nuestras condiciones nos lo permitan.

La responsabilidad de comunicar o aprender la función y el contenido de la Constitución a los adultos recae sobre ellos mismos y sobre distintos entes de la sociedad. En primera instancia, el ente social principal es El Sistema Educativo Venezolano, en tres de sus cuatro niveles (Educación Básica, Educación Media Diversificada y Profesional y la Educación Superior —queda excluido el nivel de Educación Preescolar) y de sus seis modalidades (Educación Especial, Educación para las Artes, Educación Militar, Educación para la Formación de Ministros del Culto, Educación de Adultos y Educación Extraescolar). Se esperaría que cada uno de estos componentes, sean financiados por el presupuesto nacional o por el sector privado o mixto, den a conocer los principios, el contenido y la importancia de la Constitución, a todos aquellos que no los conozcan; con el cuidado de hacer énfasis en la participación ciudadana responsable.

Si mis observaciones e interpretaciones han sido correctas, las enseñanzas del Sistema Educativo, en cuanto al conocimiento que recibió o preserva la ciudadanía sobre la Constitución, ha sido insuficiente. Esta insuficiencia ha contribuido negativamente en la capacidad esperada de una participación —masiva, informada y discutida de la ciudadanía— en la vida política y social del país. Este es un momento propicio para ponernos al día, poniendo en práctica un proceso que ofrezca a la población la oportunidad de aprender la función esencial de la Constitución y su contenido. Visualizo un proceso de corta duración —de seis meses a un año— que incorpore personas y entes que tengan capacidad y sientan el deber o el deseo de contribuir dentro de sus posibilidades. Pienso que, en ese periodo, es posible instruir a número de personas tal que, como ciudadanos conocedores, produzcan un efecto político significativo y que, de allí en adelante, el conocimiento de la Constitución se establezca, de manera espontánea, a una fracción creciente de habitantes.

Con la asistencia de los comentarios que he recibido de los lectores del escrito mencionado al inicio, he preparado una lista de entes que pudiesen colaborar en la tarea de acercar a más ciudadanos a su Constitución. No pretendo que la lista sea completa, más bien, desearía que los miembros y responsables de entes no mencionados, que estén dispuestos a colaborar, se unan al esfuerzo. Quizás, el imaginarse el efecto positivo que esta tarea pueda tener sobre el futuro de sus hijos, nietos y bisnietos, active a muchos colaboradores. La lista ilustrativa sigue:

⦁ El número de personas privadas de libertad en Venezuela es aproximadamente de 50.000 personas. La mayoría puede dedicarle tiempo para estudiar la Constitución de su país, aprender los principios en que se basa su sociedad y tener una idea clara de lo que debe ser un comportamiento social legal aceptable. Es difícil encontrar una población que, potencialmente, podría aprovechar la formación social que implica el conocimiento de la Constitución para guiar sus vidas, al recuperar su libertad. Me auguro que habrá personas que deseen dedicarle algún tiempo a esa actividad. Inclusive, pudiese instituirse una suerte de Certificado Constitucional para aquellas personas privadas de libertad que logren la capacidad de discutir temas constitucionales y de enseñar a sus compañeros menos adelantados. Los siguientes enlaces llevan a información adicional sobre las personas privadas de libertad en Venezuela: (https://www.mppsp.gob.ve/index.php/noticias/4047-ministerio-para-el-servicio-penitenciario-activa-unidades-socio-productivas-en-complejo-penitenciario-barinas ); (https://www.mppsp.gob.ve/index.php/noticias/4047-ministerio-para-el-servicio-penitenciario-activa-unidades-socio-productivas-en-complejo-penitenciario-barinas ); y (https://www.hrw.org/legacy/spanish/informes/1998/venpris3.htm )

⦁ El número de miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, según Wikipedia (https://es.wi kipedia.org/wiki/Fuerza_Armada_Nacional_Bolivariana ) tiene en los diferentes componentes —Ejército, Armada, Aviación y Guardia Nacional— unos 250.000 efectivos y, la Milicia, como cuerpo especial de apoyo, unos 300.000 miembros. No he encontrado datos sobre la preparación Constitucional de los miembros de la Fuerza. Pudiera ser útil obtener datos estadísticos sobre este punto, ya que, los miembros de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana tienen un papel básico que desempeñar en la defensa de los preceptos Constitucionales.

Aunque la Milicia Nacional, que tiene unos 300.000 miembros, no aparece como unidad formal de la Fuerza Armada Nacional en la Constitución (Art. 230), es presentada como tal en https://es.wikipedia.org/wiki/Milicia_Bolivariana como una organización de carácter popular, integrada por hombres y mujeres que manifiestan su deseo patriótico de participar activamente en acciones que contribuyan a la Seguridad de la Nación. Por su importante magnitud, por su naturaleza popular y voluntaria y por ser una organización con disciplina, bien podría ser objeto de una instrucción Constitucional eficiente y de corta duración. Tal instrucción tiene el potencial de extender sus efectos positivos a los familiares de los milicianos.

⦁ Los partidos políticos y las demás asociaciones de carácter político —por su naturaleza— están llamadas a asegurarse que sus miembros estén bien informados, no solo, sobre los principios y el contenido de la Constitución, sino también sobre las formas de mejorar su cumplimiento. He tenido dificultades en encontrar datos del número de miembros que tienen o tenían los partidos políticos de Venezuela. Según lo encontrado en el siguiente enlace https://dbpedia.org/page/United_Socialist_Party_of_Venezuela el PSUV, en el 2014, era el mayor partido político de Venezuela y el décimo del mundo, con más de 7 millones de miembros activos.

Para el año 2008 en https://www.globalsecurity.org/military/world/venezuela/political-parties.htm se encuentran datos procedentes de una encuesta que permiten, para ese año, determinar aproximadamente la fracción de la población que se sentía formalmente relacionada a partidos políticos; resultó ser del 51,5 %, mientras que el 48,5 % se describía como independiente. Tomando en cuenta el número de personas que tenía el derecho al voto, esos porcentajes corresponden a 8,4 millones (asociados a partidos) y a 7,9 millones (de independientes). Estas cantidades apuntan hacia la probable magnitud del esfuerzo que se requiere para alcanzar una participación ciudadana con un conocimiento de la Constitución que sea representativa de la sociedad. Estas cantidades también apuntan hacia la necesidad de utilizar una multitud de métodos y estrategias para lograrlo.

⦁ Los componentes que siguen, en orden de aparición que no indica preferencia o importancia, se consideran como posibles ejemplos de entes que pudiesen estar inclinados o interesados en participar en el mejoramiento de la cultura política del ciudadano venezolano, facilitándole el conocimiento de su Constitución vigente. El hecho que un tipo de ente o un ente en particular no aparezca en la lista, no significa nada; todos los entes con la inclinación mencionada están, no solo automáticamente incluidos en la invitación a colaborar, sino también en el exhorto de hacerlo a su manera. No visualizo la necesidad o conveniencia de una coordinación central; a veces los esfuerzos para coordinar se transforman en pérdidas de tiempo. Sn embargo, la complementación de dos o tres entes para llevar a cabo una acción en común puede ser productiva. Los ejemplos de entes son:

⦁ Universidades: Educación, ciencias jurídicas y políticas, servicio comunitario del estudiante universitario, comunicación social, computación etcétera.

⦁ Academias nacionales.

⦁ Entes religiosos.

⦁ Blogs: Fundación InterConectados https://bitacora.interconectados.org/ , Dr. Político https://doctorpolitico.com/ , El Republicano Liberal http://elrepublicanoliberalii.blogspot.com/ etcétera.

⦁ Centrales obreras: Confederación de Trabajadores de Venezuela, Central General de Trabajadores, Central Bolivariana Socialista de Trabajadores etcétera.

⦁ Colegio Nacional de Periodistas.

⦁ Periódicos y revistas: Inclusión de referencias a la Constitución en los artículos —cuando sea posible y pertinente.

⦁ Estaciones de radio: Programas informativos y educativos.

⦁ Estaciones de televisión: Programas informativos, entrevistas y discusiones.

⦁ Compañías y corporaciones: Fomento del conocimiento de la Constitución para sus empleados, clientes y asociados.

⦁ Organizaciones y movimientos políticos regionales: https://www.ghm.com.ve/105-organizaciones-con-fines-politicos-estan-vigentes-para-las-elecciones-parlamentarias-del-6d/ etcétera.

⦁ Fedecámaras.

⦁ Consejo Nacional del Comercio y los Servicios.

⦁ Entes encuestadores: Seguimiento al progreso de conocimiento de la Constitución en los diversos ámbitos.

⦁ Usted.

La consideración de un proceso de esta naturaleza y magnitud requiere de la contribución de personas que aprendan y personas que enseñen; aunque es posible que algunas de las primeras se incorporen a las segundas. En todo el proceso, los intereses y las disposiciones de individuos y organizaciones son muy importantes. Este es un proceso social, lo que significa que requiere el apoyo de la sociedad para que tenga lugar. Para que las personas y los entes decidan participar es preciso convencerles —con argumentos— de que su esfuerzo va a ser retribuido adecuadamente. En un próximo escrito, me propongo reunir ideas y argumentos que, quizás, permitan relacionar la realización del proceso con el logro de las aspiraciones de desarrollo, legalidad, inclusión, productividad y bienestar que tienen los ciudadanos y las organizaciones.

Los comentarios del lector son bienvenidos, sus críticas son apreciadas y los errores que indique serán tomados en cuenta. Las alternativas propuestas serán estudiadas.

Jean Pasquali
38jcaj@gmail.com
@JeanPasquali1
Venezuela

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