lunes, 14 de marzo de 2022

PEDRO ELIAS HERNANDEZ: CASANDRAS AGORERAS

“Las políticas públicas que urgentemente deben ponerse en marcha para relanzar a nuestra economía, continuarán dilatándose si, de manera urgente, no se establecen sólidos consensos sobre las principales materias de interés nacional. Desafortunadamente, nunca faltan las Casandras agoreras. Hay gente neurótica y esquizofrénica a la vez. Construye castillos en el aire y además habita en ellos.

Si no lo evitamos, Venezuela se encamina hacia un callejón sin salida. El enrarecido clima político que vivimos puede conducir a que millones de ciudadanos, que desean con mucha razón que ocurra un significativo cambio en el rumbo de los asuntos públicos, se vean tentados por la prédica de la antipolítica.

Dos décadas de polarización y de separación entre los venezolanos siguen gravitando con fuerza sobre el sentir popular. Las soluciones económicas que requiere la nación de forma perentoria no podrán avanzar con la velocidad y en la dirección que se requieren en el marco de la incertidumbre.

Factores en el gobierno y algunos influyentes sectores de la oposición son rehenes de sus fantasmas. Intereses poderosos desearían un desenlace doloroso. La polarización política, lamentablemente, continúa siendo alimentada desde el poder oficial, oficioso y fáctico. Se le niega audiencia y se condena cualquier mensaje que apunte a la reconciliación y el entendimiento. Muchos, cautivos todavía de un odio engendrado durante años de diatriba política, continúan atizando la confrontación estéril.

Las políticas públicas que urgentemente deben ponerse en marcha para relanzar a nuestra economía, continuarán dilatándose si de manera urgente no se establecen sólidos consensos sobre las principales materias de interés nacional. Desafortunadamente, nunca faltan las Casandras agoreras. Hay gente neurótica y esquizofrénica a la vez. Construye castillos en el aire y además habita en ellos.

Alguien en una oportunidad dijo que en las encrucijadas de su vida siempre supo cuál era el camino correcto, pero que jamás lo siguió porque el camino correcto era demasiado duro. Las fuerzas democráticas que luchan desde hace dos décadas contra el proyecto autoritario deben desechar los atajos y los espejismos que en el pasado encandilaron a su dirigencia y la llevaron a serios reveses, seducidos por el aplauso fácil.

Hay que evitar por todos los medios que se desaten las fuerzas que puedan conducir a la aparición de falsos mesías y profetas del desastre, que, como suele suceder, son un desastre como profetas. Una aplomada e inteligente conducción política alternativa puede conjurar este peligro sin temerle a la extorsión que ejercen esas agresivas corrientes que colman las redes sociales: Ellas no representan la opinión pública, sino que simplemente constituyen una cara de la opinión publicada.

Los que queremos empinarnos sobre la intolerancia y la exclusión política, que proponemos el entendimiento nacional, tenemos un camino duro por delante, pero es el camino correcto. Se impone una agenda que permita explorar espacios para la negociación y el diálogo y para pactar una salida que nos conduzca a buscar la estabilidad y el encuentro que demanda el país.

Pedro Elías Hernández
pedroeliashb@gmail.com
@pedroeliashb
Venezuela

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