martes, 26 de abril de 2022

JOSÉ FÉLIX DÍAZ BERMÚDEZ: LA NOBLEZA DE CARACAS. DESDE VENEZUELA

Para el siglo XVIII, Caracas era ya el centro del poder colonial y la estadística de sus habitantes superaba las 30 mil personas.

Cuando en el año de 1591 Santiago de León de Caracas recibió por disposición del Rey Felipe II su primer sello y, al mismo tiempo, fue nombrada: “Muy Noble y Leal Ciudad” como parte integrante del territorio español, había pasado casi un cuarto de siglo desde su fundación.

Ella había adquirido relevancia por derecho propio debido al carácter de las gentes, su creciente producción, su estratégico emplazamiento, la agricultura, la ganadería, el comercio, su belleza singular a los pies del Ávila. El escaso oro inicial fue suplantado por el progreso de las haciendas y la laboriosidad de los suyos.

No obstante grandes dificultades naturales como los terremotos y la quema de la ciudad en 1595, en medio de un proceso lento de agrupamiento y unificación administrativa que se iría consolidando con el paso del tiempo, la provincia de Caracas y la ciudad crecieron en población –a pesar de lo menguada que fue en los siglos XVI y XVII- e importancia económica y social durante el período colonial. Para el siglo XVIII, Caracas era ya el centro del poder colonial y la estadística de sus habitantes superaba las 30 mil personas y sus cultivos de cacao, café, caña, tabaco y añil, muchos de los cuales se exportaban, le dio renombre.

La gracia real que mereció entonces por el crecimiento que tuvo y como en ella progresivamente se fueron estableciendo las instituciones, el cabildo, la iglesia, los estudios, el comercio, se justificó siempre en el rango de los pueblos hispánicos. Había alcanzado por sus condiciones el rango de capital de la Provincia de Venezuela a escasos 10 años de haber sido fundada.

En muchos aspectos Caracas progresó en la colonia no obstante los cambios políticos que se justificaron por las transformaciones de Europa y de América, por las nuevas ideas de la ilustración, la decadencia de España durante el rey Fernando VII, el surgimiento de una sociedad cuestionadora y transformadora que en Caracas tuvo su centro tal y como lo advirtió Humboldt cuando analizó su sociedad.

Las gestiones ante la corona de don Simón de Bolívar ancestro del Libertador, se justificaron plenamente para honra de la ciudad, tradiciones y logros y que el Rey reconoció. Su escudo es señal de la grandeza que en la historia hispana corresponde a la ciudad: un campo de plata; un león rampante que sostiene en sus manos la venera de oro con la Cruz de Santiago y sobre ellos, una corona de oro de 5 puntas, entre otros añadidos.

Desconocer nuestra herencia hispánica, blanca, india, negra y que formó nuestro mestizaje, en un absurdo. Caracas colonial y luego republicana tiene elementos profundos de identidad.

Jose Felix Diaz Bermudez
jfd599@gmail.com
@ElUniversal
@JFDiazBermudez2
Venezuela

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