martes, 20 de octubre de 2015

LUÍS ALFREDO RAPOZO, BOLSITAS DE ALIMENTOS EN TIEMPOS DE HAMBRE.

    En estos días se viene  observando la implementación por parte del gobierno de venta de bolsitas de alimentos en las zonas más humildes de las ciudades y pueblos. De esa manera, algunas familias consiguen carne a precio regulado; aceite, café, harina, arroz -ustedes saben, productos de la canasta alimentaria-.

    Tal vez, este programa de asistencia alimentaria, no llegue a un 5% de la población, pues cada venta maneja unas 200 bolsas. Lo cierto, es que la pobreza y la carencia de alimentos ha aumentado, en consecuencia estos operativos deben ser igualmente ampliados con el entendido que no son ventas comunes, sino ayuda a los sectores más desfavorecidos.

    En Uchire, por ejemplo se hace el “operativo” que funciona muy limitadamente –como dije-, entonces una semana venden en un sector y el resto de la gente queda contando gaviotas, luego la próxima semana venden en otro sector y el resto de la gente queda mirando la laguna para ver cómo pesca y saca un lebranche, un róbalo o unos cuantos catácos. Por otra parte, no crean que en cada sector compra todo el mundo, ya que un día antes del operativo se han entregado los números a perencejo y a mengano.

    El operativo es muy escuálido-no es como en otro tiempo, cuando la venta era general en plena plaza del pueblo y todo el mundo compraba -aunque controlado, por supuesto-; debo decir que los miembros del PSUV, que comandan la  venta, siempre tienen su real y medio; siempre obtienen sus dos, tres y hasta cuatro bolsitas -son cosas que se saben de Perogrullo y todo el mundo lo ve, es algo que no se puede evitar y funciona desde que Dios creó el mundo-.

    En Caracas, la venta de bolsitas de comida no es muy diferente. No llega mucha comida, la cual es organizada por el PSUV en algún local en el barrio o en urbanismos de la misión vivienda y entonces reparten unos 200 números a los allegados y comprometidos con la revolución a quienes le venden por 1400,00 a 1600,00 Bs., una bolsita que varía en su contenido, llena de 1 Kg de pasta, 1 Kg de  harina, 1 Kg de azúcar, 2Kg de  leche, 2 Lt de aceite, etc.

    Generalmente, el operativo es custodiado por la policía debido a que la gente que no fue convocada quiere aprovechar la venta subsidiada y entonces, vienen los conflictos lógicos de predecir, pero no hay cama para tanta gente. Es para gente del PSUV y punto.

    Yo digo, que lo mejor que pueden hacer es mandarle de una vez a cada comprometido su bolsita como hacen con los altos funcionarios evitando penosas colas y se dejen de hacer política barata con eso, que puede ocasionar accidentes y perturbaciones innecesarias,  aunque se vea feo, porque se alimentan, se benefician ellos solos.

    Yo sinceramente me quedo perplejo observando esta nueva manera de utilizar la política en plena campaña electoral, pero aprovechando el hambre de la gente en momentos tan difíciles, de tanta escasez y carencia de dinero. Por supuesto, que una familia pobre y que no sea revolucionaria queda marginada en esa repartición de bolsas...salvo en raras excepciones, que un compadre solidario le salva la patria a una familia con hambre.

Luis Alfredo Rapozo

@luisrapozo

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