domingo, 14 de febrero de 2016

MANUEL CORAO, SIN AGUA, LUZ NI VERGÜENZA

La ausencia de servicios públicos de toda índole  condujo a Venezuela  también  a la actual crisis. Tal circunstancia producto de una desastrosa administración   por   Hugo Chávez Frías y Nicolás Maduro Moros  está llegando a límites históricos   deplorables  en una nación que por sus reservas de petróleo y el dinero devengado por la exportación del  bitumen se  consideró la más rica de América Latina.

Esta calamidad nos hace recordar los días previos a la caída del gobernante comunista Salvador Allende, quien como Chávez  Frías y Maduro Moros ,  colapsa   los servicios públicos , circunstancia  que motiva  el rechazo popular.

Igual  que Maduro hoy, Allende  en su momento y producto de una desacertada regencia sometió al usuario  a la inoperatividad.  Tal trastorno  marcó en pocos días el final de su gestión y la llegada al poder de otro extremista, el militar Augusto Pinochet.

Los venezolanos ven con dolor los reiterados atentados consumados por trasnochados mandadores quienes obnubilados por el poder otorgado en las urnas  cometen los más atroces excesos desde 1,998. Estos van  desde aliarse con el hampa común para producir el record americano de 27mil muertes el año  hasta dejar agotadas la bóvedas del Banco Central de Venezuela.

En la actual coyuntura de ausente construcción sanitaria  debo resaltar;  el suministro eléctrico a las viviendas como el alumbrado público es  deber del estado. Mucho se ha expuesto sobre la materia; los desmanes cometidos  con los recursos designados para Corpoelec  para tal fin han sido inescrupulosamente desviados sin castigo alguno.

La crisis acuífera es producto de la desidia del estado. Profesionales de la especialidad en la época de la cuarta república, 1959- 1998, planificaron la infraestructura a realizar para el seguro abasto. Con el aporte de los datos suministrados a continuación pretendo  dejar definida la responsabilidad por  ausencia de agua en los hogares y centros de producción.

De acuerdo a las informaciones anuales del Instituto Nacional de Obras Sanitarias, como Hidro Capital y el Ministerio del Ambiente para finales de siglo, el país tenía una demanda satisfecha equivalente al noventa y cinco por ciento de la población en cuanto a potabilidad de libre  acceso 24 horas al día.

Al referirnos al sistema de descargas el ochenta porcentual de los servidores  disponían de los procesos necesarios para su funcionamiento al año 2000  hasta su reutilización no contaminante.

Hoy por hoy  por falta de manutención de las bases, solo tres cuartos  de los habitantes se sirven de lluvia cruda tratada para el consumo humano. Sin embargo la falla de insumos y sustitución de  partes por agotamiento previsto,  aproximadamente   solo  la mitad de los  usufructuarios están atendidos; no ya 24 horas.

La problemática capitalina esta fundamentada en la tardía operación parcial del Tuy IV, sistema que ha debido entrar a plena capacidad para el mil novecientos noventa y siete. Retrasos en la elaboración a pesar de la bonanza petrolera  de la presa  El Cuira, trae como efecto que  solo llegue 24 mil litros por segundo cuando la petición es de 38 mil.

Al evaluar el oeste de la nación, la solicitud de Maracaibo es la más alta del país. Esta se satisface con el Sistema Tulé y Manuelote. La deficiencia reinante se cubre con horarios de paro del vital fluido ya que el embalse El Diluvio supuesto entrar en marcha para  2005, sufre retardos.

El eje central Valencia- Maracay depende del ámbito El Pao- La Balsa que provee el requerimiento del área. En cuanto a descargas, estas que son volcadas  al lago de Valencia. Tales desechos  al no ser convertidos  oportuna y eficientemente en la planta La Mariposa  para su  recanalización  hacia el sistema El Pao-La Balsa, pone en peligro la salud de los habitantes.

En cuanto al resto del país, en el oriente la represa El Turimiquire  entrega esa región incluyendo  isla de Margarita, desde el siglo pasado. La ausencia de correctivos  disminuye la operatividad física.

Al referirnos a la plantas de tratamiento el funcionamiento es deficitario a nivel nacional.

Los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro recibieron ochocientos mil millones de dólares. Ellos prefirieron optaron por permitir la corrupción  y el dinero de los venezolanos  lo utilizaron ilegalmente en iniciativas  políticas para apoyar gobiernos foráneos y locales, obviando invertir en  salud, agua, electricidad, comida, medicinas, vialidades, educación, seguridad, insumos hospitalarios, salarios , y la industria petrolera. Por ello  el pueblo grita: ¡váyanse ya!.

Manuel Corao
manuelcorao@yahoo.com
@manuelcorao
Director de VeneNoticias

venezolanos_dallas@yahoogroups.com

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