UN GENERO EXTRAÑO
Cada vez que pretendamos hacerle una radiografía al cataclismo que vive
nuestro país desde hace 18 años, no podremos pasar por alto que esto no es un
gobierno socialista huérfano de principios y doctrinas. Es meramente un
escuadrón de civilización primitiva que se adueñó de Miraflores, un lujurioso
botiquín donde se expenden a granel los cotizados cristales blancos. Ni
siquiera el término dogmático les cuadra, ellos son digamos, una especie de
ciervos con colmillos, son un género extraño.
Bien, aunque sé de antemano que algunos pocos compatriotas están con
razón o sin ella circunstancialmente decepcionados con la actuación de la MUD,
sin embargo, su presencia es uno de los tantos factores imprescindibles para
enfrentar las arremetidas de un régimen tiránico como el que se ha sembrado en
Venezuela en el andar de más de tres lustros.
Del mismo modo, muchos coterráneos se retuercen ante la posibilidad de
que la MUD o algunos factores democráticos estén de acuerdo y coincidan en la
importancia de mantener abierta aunque sea una rendija para restablecer, en el
momento oportuno, el diálogo. Sí, el
diálogo, a pesar de todos los contratiempos que ello ha originado en el avance
de la oposición.
Evidentemente que hoy la situación es diferente a la que existía uno o
dos años atrás. Por ejemplo, antes de
que se materializara el rechazo al oficialismo a través los votos del 6 de
diciembre de 2015. Luego, es natural que la estrategia también dé la vuelta y
se reacomode a las nuevas realidades políticas.
Esos resultados del 6D vienen a ser, paradójicamente, la consecuencia de
las circunstancias intransigentes que se generan tanto en la oposición como en
el oficialismo. Por una parte, esa abrumadora derrota propinada al gobierno
hizo que se abriera un apetito tipo bulimia dentro de los partidos que
conforman la MUD. Por otra parte, el
gobierno al verse literalmente aplastado, anoréxico, con una pérdida autoinducida
de afectos decide despojarse de la hojita de parra y proceder sin recato a
gritar a todo pulmón, no más elecciones.
De este otro lado, las ambiciones se dispararon desmedidamente. Las
mentes se nublaron, las cuentas les daban que el candidato de la oposición
saldría triunfador aún con dos candidatos en la palestra electoral
presidencial. Asimismo, en la justa
electoral de gobernaciones y alcaldías, pero sin considerar que en unos cuantos
estados las diferencias en las parlamentarias no fueron tan holgadas como para
tomarse ese tipo de libertades.
Los humos a muchos se les subieron a la cabeza por los guarismos del 6D
que actuaron como un estorbo para reagrupar sus fuerzas. O establecer una línea
de acción coherente; halar hacia el mismo objetivo, y esta dispersión ha sido
aprovechada por el gobierno para arremeter sin mayores dificultades contra la
Constitución y pegar de las cuerdas a sus adversarios. Estos deben pasar a la ofensiva; acaso es muy
difícil deducir tal cosa y otras evidencias.
En conclusión, en tiempos de dictaduras los patrones a seguir no son los
mismos que en los de un gobierno democrático. Por lo tanto, dejan de ser
legítimas las aspiraciones individuales y prevalecen con mayor fuerza los
intereses colectivos. La unidad debe ser más sincera y estrecha.
Las pifias serán castigadas de
manera inclemente, y la candidez, pecado mortal. El profeta Perogrullo diría:
si adentro no se ponen de acuerdo muy poco será lo que se pueda hacer por
fuera.
Rafael García Marvez
garciamarvez@gmail.com
@RGarciaMarvez
Carabobo - Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario