POR MAS QUE SE TONGONEE SIEMPRE SE LE VE EL BOJOTE
Leí recientemente -y con sobrada razón- que lo que está planteado no es
que Maduro cambie, que reflexione y mejore su desempeño, no, lo planteado es
cambiar a Maduro, más aún salir de este régimen comunista, porque no se trata de
un hombre que lo está haciendo mal, muy mal, sino de un probado régimen
obsoleto, negador de la democracia y la libertad, sembrador de hambre, muerte y
retroceso. ¿Qué pueblo en el mundo ha progresado con el comunismo? El caso más reciente de destrucción absoluta
es Venezuela.
El comunismo se niega a morir en el mundo y sigue sembrando muerte a
base de engaños, ofreciendo una sociedad de iguales pero creando sociedades con
una casta dirigente que lo tiene todo y
lo decide todo, y un pueblo que divide
entre los seguidores -a los que se le da migajas, haciéndole probar a cada
instante su lealtad- y los que se oponen, para quienes no hay ni pan ni agua.
Para el Estado, quienes no estamos con el régimen, no existimos.
La mejor demostración de la prosperidad de la casta dominante es la
estadística conocida esta semana, conforme a la cual Venezuela es el séptimo
país del mundo con mayor número de jets privados, y esto ocurre cuando acabamos
de ser declarados el país de mayor pobreza en el globo, donde un mayor número
de los suyos está pasando hambre o muriendo de hambre. El cogollo boliburgués
se divierte con jugueticos aéreos salidos de las arcas públicas. Después de los
Estados Unidos, México, Brasil, Canadá, Alemania y el Reino Unido, Venezuela ocupa
el séptimo lugar, habiendo subido el 7 %, es decir a 340 unidades.
El gobierno pretende simular ser una democracia, pero actúa
dictatorialmente. Cuando podían manejar una seudo mayoría electoral a empujones
y en medio de trampas, teníamos elecciones a cada rato. Ahora eso se acabó. La
paliza electoral del 6 de diciembre de 2015 puso fin a las votaciones
populares. Voy a decirlo sin rodeos, en Venezuela no hay más elecciones
mientras la alternativa democrática sea mayoría.
Todos conocemos de países democráticos en los que han ganado elecciones
candidatos comunistas, pero nadie conoce un país comunista que pierda las
elecciones y entregue el poder. En democracia un gobierno o un partido de
gobierno pierde las elecciones y, por supuesto, coloca su mirada sobre lo que
ha de ocurrir un periodo más tarde, digamos 4, 5, o 6 años luego; pero no es
así con un comunista que sale del poder después haberse burlado de la
Constitución, haber robado y asesinado de manera impune. Dejar el poder es
cambiar libertad por cárcel, dinero abundante por decomiso de lo mal habido.
La voluntad de perpetuarse en el poder que no es democrática, está en la
esencia del comunismo. Por eso, la salida de este régimen no es electoral, pero
sí constitucional. La propia Carta Magna nos indica qué hacer cuando se viola
su letra y su espíritu: podemos hacerlo, debemos hacerlo y vamos a hacerlo,
estoy absolutamente seguro. Presión social y política, presión internacional,
eso abre camino cuando la calle no calla.
La separación de poderes es esencia de un Estado democrático y negación
del comunismo centralista, por eso el gobierno echa mano del TSJ y aniquila la
Asamblea Nacional, que es el Poder Público más legítimo que tenemos hoy.
Diosdado Cabello, Primer Vicepresidente del PSUV, declaró: “No nos van a
domesticar, vamos a seguir portándonos mal”, entiéndase robando, violando
derechos fundamentales, pisando al Poder Legislativo, hambreando al pueblo para
el enriquecimiento del cogollo. ¿No las vamos a seguir calando? Es obvio que lo
planteado hoy no es que Maduro cambie, que reflexione y tome el buen camino. El
desafío es cambiar el régimen, pasar la página de la pesadilla del comunismo y
abrir camino al desarrollo.
Paciano José Padrón Valladares
pacianopadron@gmail.com
@padronpaciano
Miranda - Venezuela
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