Lo primero a tomar en
consideración es que 20 años de una dictadura que comenzó con cierta sofisticación, pero
culminó siendo una de las más retrogradas, como la cubana, no pueden terminarse súbitamente,
sin embargo, el chavismo desde la evasión del revocatorio y, más aún, con la imposición de una
“constituyente” ensangrentada aceleró el punto final a su infame reinado, aunado al desastre
económico que autopropició por toxicidad ideológica, ineficiencia y corrupción, quiebra que le prohibió
continuar comprando la conciencia de gobiernos foráneos indolentes y, en cierta parte,
corresponsables de lo que hoy padecemos los venezolanos.
También, comprendamos
que la “cayapa” internacional que arremete contra el gobierno de
Venezuela no es fortuita
¡es una consecuencia! el chavismo ha violado la constitución y todos preceptos democráticos
imaginables, incluso convenios internacionales suscritos por la república.
Por sí fuera poco, el
régimen está gravemente acusado de presuntos hechos de corrupción
globalizados, por
narcotráfico y vínculos terroristas. Para el venezolano común, como quien les escribe, es imposible
saber sí estas acusaciones mundiales son ciertas o no, pero cuando observamos que, por
ejemplo, los casos Panamá Paper y Odebrecht han dejado renuncias, destituciones,
encarcelados y juicios abiertos en todos los países involucrados menos en Venezuela, nos
infringimos una reflexión obligada: son nuestros políticos los más santos del mundo o nuestra
institucionalidad quedó solo para servirle a estos… usted formúlese su respuesta.
Lo que si sabemos los
venezolanos es lo que ocurre en nuestro país, leyes impuestas inconsultamente,
controles, racionamientos, todo tipo de vejámenes a nuestros derechos/libertades y
una violencia institucionalizada han degradado a este país a un purgatorio comunistoide, país al
que le impusieron un proyecto cubano que había rechazado en aquella reforma constitucional
de 2007, probablemente intuía el por qué.
Resaltamos una vez más, lo único sensato que ha
dicho un vocero del gobierno en muchísimo tiempo ha sido lo expresado por Freddy Bernal en el mes
de julio, confesó que “luego de 20 años de chavismo en el poder todo lo que ocurre en el país es
responsabilidad nuestra”… imposible endilgar culpas a terceros.
Al grano, por todos
estos desmanes y muchísimos más, es que el chavismo se atornilla al poder frenéticamente, el
derecho internacional ofrece protección diplomática a los ocupantes de estos cargos como presidente,
embajadores, ministros, entre otros, mientras luzcan estas investiduras no pueden ser procesados
ni encarcelados, muchos creen que por tal motivo el chavismo se niega rotundamente dejar
Miraflores, amén de controlar y manejar riquezas e instituciones venezolanas a placer… pero, todo
tiene su pero, el 10 de enero 2019 ocurrirá algo sumamente interesante.
Opinamos, sí esta teoría
es cierta, el 10 de enero 2019 como se sabe, la comunidad internacional influyente y
determinante (y sus organizaciones) no reconocerán más a Maduro ni a su
gobierno a consecuencia de haber
maniatado la constitución venezolana y su democracia, por haber ignorado y llevado a cabo
procesos electorales fraudulentos, es decir, perderán esa protección
diplomática en la que se escudan
hoy, estarán totalmente al margen de la ley, lo cual generará un escenario nacional e internacional
muy diferente al de hoy. Lo que ocurrirá es impredecible, sin embargo, nos atrevemos afirmar
que el gobierno de ahora en adelante está obligado asumir cualquier negociación muy en serio
y plantearse la salida menos traumática para ellos… si para ellos, porque para el pueblo ya
es tarde ¡Ha sufrido y continúa sufriendo demasiado!
Leandro Rodríguez L.
@leandrotango
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