Ver las
imágenes de las milicias bolivarianas (inconstitucionales) entrando a la plaza
Bolívar del Municipio Baruta para lo que parecía la toma de posesión de los
concejales electos en los comicios del 9 de diciembre 2018, producen
indignación; impotencia, y verdadero asco.
A cuenta de
qué el régimen que destruye a Venezuela durante los últimos 20 años se permite
militarizar la vida pública de los ciudadanos, tratándose de un acto
eminentemente civil, como es la juramentación y toma de posesión de los ediles
recién electos?
Me respondo
yo mismo, y la explicación tiene que ver con el carácter militarista y
corrompido que impuso Chávez, y ahora Maduro a los venezolanos, gracias a su
visión totalitaria del poder y porque convirtieron a la FAN en su verdadero
partido político. Pero hay que advertir que ni las FAN consagradas en el
artículo 328 Constitucional, ni esta payasada de milicia bolivariana, se
corresponden con el espíritu de los comicios celebrados.
Ello solo es
posible, en un país cuyas instituciones han sido secuestradas por la corrupción
del comunismo militarista y totalitario que impera en Venezuela, al cual, nada
le importa porque no tiene contrapesos.
Es una pena,
y una vergüenza que la estridencia de un sector de la sociedad le imponga a los
partidos (completamente equivocados), y al conjunto de la sociedad un mecanismo
que no tiene destino, como es la abstención.
Qué sentido
tiene abstenerse sin un plan estratégico definido, y unitario? No tiene sentido
en mi opinión, pero además se convierte en una frustración, porque de haber
resuelto con valentía y con sentido patriótico la participación en estos y
todos los anteriores comicios en los que se ha abandonado la lucha, mucho más
hubiéramos ganado como sociedad y como argumento frente al mundo, especialmente
si como muchos sospechamos, el régimen de Maduro se robaba los resultados con
sus acólitos.
Es un error
muy grande que si en efecto somos mayoría, no lo demostremos con las actas de
cada elección, para denunciar ante el mundo el carácter dictatorial, y tiránico
de Maduro y sus secuaces.
Luego de la
victoria electoral en las parlamentarias del 6D-15, la oposición se ha diluido
en un mar de errores imperdonables por falta de una estrategia clara y
unitaria, desprovista de protagonismos inútiles, tras la creencia equivocada de
que ya el ¨mandado estaba hecho¨.
Pero no, ¨It
ain´t over ´til it´s over¨, ¨el juego no se termina, hasta que se acaba¨ (Yogi
Berra dixit). De allí que por no haber continuado la alianza de la oposición,
tras diluirse la unidad de criterios y propósitos, se le ha hecho un gran daño
a los venezolanos que despiertan cada día con menos esperanzas en el porvenir,
y con un deseo inmenso de marcharse del país, aun cuando esto signifique
caminar interminables trechos para buscar mejor suerte allende nuestras
fronteras, no siempre con éxito.
El régimen
de Maduro, y sus amos de Cuba lo saben y lo propician; poco o nada les importa
el hambre y sufrimiento de nuestros compatriotas, si con ello alcanzan la
dominación de nuestros hermanos, tal como han hecho con el sufrido pueblo
cubano por 60 años.
Qué triste e
inhumano resulta la desconcentración de esfuerzos para preservar la
supervivencia del sistema democrático, y garantizar la redención del pueblo
venezolano, especialmente de los más desposeídos; esos mismos a quienes
Chávez-Maduro ¨enamoraron¨, engañaron y estafaron.
Ahora solo
queda una claque inmensa de ladrones de los dineros públicos, y una pobreza
atroz en la gente común. Lo tuvimos todo para habernos convertido en el mejor
país del mundo. Muera el comunismo y su asfixia!
Román Ibarra
@romanibarra
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