Hoy, para despedir el 2018, hice un ejercicio de
recuerdos sobre lo escrito en nuestro blog.
Miré los últimos “post” de cada año, desde que llevo
La Botica, para recordar qué me hizo escribir y/o publicar en los días finales
de diciembre del 2017 al 2010.
La revisión la hice de la fecha más reciente hacia la
más lejana. Resultó interesante. Y deseo compartirlo con los amigos lectores.
Además, he colocado el link respectivo de cada año y
referencia, que se ve coloreado y si lo cliquea se puede ir hasta el texto
completo.
El año pasado estaba afectado por la perdida de
nuestro amigo quien fuera rector de la ULA: Miguel Rodríguez Villanave. Él
murió el 21 de diciembre de 2017 y nos encontrábamos fuera del país. El día
anterior hablé, vía WhatsApp, con otro amigo
muy cercano, quien me informó de la grave situación y después me envió
un mensaje con la información de su muerte. Fueron unas navidades de luto por
la amistad entrañable que me unió a ese gran universitario. Nos quedó el buen
recuerdos de las muchas horas compartidas y la amistad entrañable que me unió
con Michel Rodríguez. El 2017 fue de perdida de amigos y familiares: Leonel
Vivas, Antonio Luis Cárdenas y Liris Gómez de Cárdenas. Fue un año de mucho
dolor.
El año anterior, el 2016, el último texto fue de otro
entrañable amigo quien se encontraba en busca de un editor para publicar un
trabajo académico sobre las universidades venezolanas. El texto publicado en La
Botica no tiene perdida. De allí extraigo algunas de las frases contundentes
que vale la pena leer in extenso: “… soy un autor en busca de editor” “…
escribo más de lo que quisiera y no tengo quien me edite.” “… Bien pudiera esperar, por otra parte, como
Weber, que este libro se publique post mortem.” “… Hasta me he acercado a un
organismo internacional del área, pero el amable interés que puedan tener sigue
el lento ritmo de estas organizaciones…No estoy ofendido. Estoy, simplemente,
equivocado.” “… Entonces, no somos personas, vivientes, los autores, sino
cuando nos publican y sólo lamento que aun siga, con menos esperanzas que
nunca, pidiendo que me publiquen.” El libro se publicó en formato digital y fue
presentado en los actos de los 100 años de la reforma de Córdoba en Argentina.
El autor: Orlando Albornoz.
En diciembre de 2015 estaba pletórico por las
elecciones de la Asamblea Nacional de Venezuela, por la aceptación de sus
resultados. Esperaba que fuera el comienzo de una pronta salida a la crisis
política que vivíamos. Lamentablemente
aun persiste. Sigo pensando que los venezolanos encontraremos más
temprano que tarde un camino pacífico a la pesadilla que sufrimos. Vale la pena
leer el post: Hacia otra Venezuela.
El año anterior, el 2014, la pasé fuera del país. En una lejana ciudad
de la República mexicana, San José del Cabo, en el Estado de Baja California
Sur, en donde hay una cantidad inmensa de venezolanos. Pero además, esta zona
tiene conexiones históricas y culturales con nuestra Mérida venezolana. De allí
partió para llegar a Mérida, en el siglo XVIII, el fundador de lo que con el
tiempo fue la Universidad de Los Andes: Fray Juan Ramos de Lora. Las conexiones
de ayer y de hoy entre esta zona mexicana y Mérida son interesante
conocerlas.
En diciembre de 2013 se habían realizado elecciones,
hacia poco tiempo, para elegir los alcaldes y nosotros hacíamos algunas
reflexiones sobre el problema de la basura en la ciudad de Mérida. Las cosas no
se han resuelto y ahora están mas graves que antes. Primero por la politización
de éste problema ciudadano y ahora también por la hiperinflación. Vale la pena,
leer el texto, “post”, que lleva por título: “Pequeñas y grandes cosas”.
Creemos que el análisis sigue vigente.
Los textos finales de los años anteriores son un conjunto de reflexiones sobre varios
temas. Primero, la elección de Hugo Chávez en estado de salud que hacia prever
moriría muy pronto, y que se encargaría Maduro y no Cabello del Ejecutivo
Nacional (2012-13). Segundo, el deseo
nuestro de continuar escribiendo en el blog, pese a un panorama futuro, poco
halagador (2011). Y tercero, lo que se
suponía fuera la muerte radical de la autonomía universitaria, en la Ley de
Universidades aprobado por la Asamblea Nacional el 23 de diciembre, que finalmente hasta Chávez, rechazó firmar y
aprobar (2010).
Algunos de esos textos tienen pocas visitas pues aún
no había descubierto el mecanismo para mantener una afluencia constante a
nuestros escritos en el blog. Por ello hoy, en medio de nuestra reflexión sobre
el camino andado en los días finales de los últimos ocho años pasados, decidí hacer un recuento e invitar a nuestros
lectores a leerlos, si logro con nuestro escrito hacerlos de su interés.
Esta noche vieja, cuando escuchen las “Uvas del
Tiempo” de Andrés Eloy Blanco, sigan la tradición, de pedir los deseos para el
año entrante. Como supongo que pocos van a poder consumir las doce uvas de la
tradición, sugiero comprar mandarinas, que están de temporada. Si su mandarina
no tiene los doce gajos, divídalos hasta sumar la cantidad necesaria y pida los
deseos antes de las doce de la noche. Espero que alguno de ellos se concreten.
El próximo 2019 será muy complicado en Venezuela y
ello empezará desde los primeros días del año nuevo. No se qué va a ocurrir el
10 de enero o antes, con el nuevo período presidencial y las observaciones que
existen en el país y a nivel internacional. La hiperinflación no parece poder
controlarse efectivamente con el gobierno de Maduro. La diáspora, pese a lo
señalado por el gobierno no mengua, sino todo lo contrario. Un panorama muy
complejo. Esperamos encontrar un camino pacífico para resolver el cuadro descrito,
o al menos comenzar a atenderlo adecuadamente.
Al final, sólo
deseo expresarles a nuestros lectores que seguiremos escribiendo hasta que el
cuerpo y la mente aguante. Espero que sean muchos años más. Feliz 2019, para
todos.
Humberto Ruiz Calderon
http://comoenboticadehumberto.blogspot.com
@Ruizhumberto
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