En 2005, el difunto contrató con el Gobierno
socialista de Rodríguez Zapatero la construcción de ocho barcos patrulleros,
cuatro oceánicos y cuatro de vigilancia del litoral, por la suculenta suma de
1.246 millones de euros. La comisión que enriqueció a unos cuantos chavistas,
fue del 3,5% (42 millones de euros) y está siendo investigada desde hace seis
años por un juzgado de Madrid.
Los primeros siete barcos fueron construidos en los
astilleros de Cádiz, España, por la empresa española Navantia, El segundo de
éstos, el Warao fue entregado a la Armada de Venezuela en agosto de 2011.
Durante las maniobras conjuntas venezolano-brasileñas Venbras-2012, debido a
impericia encalló en un arrecife y sufrió daños severos en el casco.
Fue remolcado por un buque holandés especializado en
rescates hasta los astilleros de una empresa pública brasileña. Parte de su
tripulación fue encarcelada en Venezuela acusados de negligencia. Los trabajos
de reparación se detuvieron por falta de fondos. Su estado actual es un misterio.
A diferencia de los siete buques anteriores, la
construcción del último de la serie, el Tamanaco, no se realizó en España. A
alguien se le ocurrió como robar más dinero con este negocio que ya estaba
sellado, e inventaron ensamblar el último de los barcos en Puerto Cabello, con
la empresa Diques y Astilleros Nacionales, filial de Pdvsa y bajo la
supervisión de Navantia. El nombre fue cambiado al risible mote (tipo Corea del
Norte) de “Comandante Eterno Hugo Chávez”.
Aunque normalmente la construcción de estos buques
toma menos de tres años, la del Comandante Eterno, supera ya la década. Se
inició en 2008 y no fue botado hasta 2014. En abril pasado se iniciaron
finalmente las pruebas de mar, pero aún hay "flecos pendientes" antes
de que pueda ser entregado a la Armada venezolana. Haber sido ensamblado en
socialismo es la causa de los retrasos.
Mientras tanto, a los altos militares implicados, así
como a los del “Cartel de los Soles”, Maduro los ha ascendido a los más
elevados cargos calculando que si
la dictadura cae, ellos serán los que más tengan que
perder y por consiguiente harán lo máximo para preservar la tiranía. De allí la
terquedad de los castrenses en no realizar elecciones y entregar el poder. Que
oiga quien tiene oídos…
Ernesto García Mac Gregor
@GarciaMacGregor
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