martes, 29 de septiembre de 2020

DOMINGO ALBERTO RANGEL, DESPUÉS NOS ARREGLAMOS

Hace dos décadas escuché por primera vez la frase salpicada entonces por ese caraqueñísimo que funge cual sinónimo de golpe… pero más duro y violento porque “coñazo” no expresa cualquier porrazo.

Quién la soltó a guisa de recomendación era persona conocida… casado con una amistad de la niñez que es cuando más cuentan esas relaciones: Se refería el conocido a una intervención que yo acababa de hacer en ese engendro bochinchero de la Constitución que pretende hacer “vinculante” –vaya usted a saber con quién y cómo- las decisiones que a la carrera y sin pensar en consecuencias se toman en una plaza cualquiera… donde se aloja una “Asamblea Ciudadana”.

El público era conocido pero ya estaba invadido por el germen de la antipolìtica y se veía poco receptivo a mi planteamiento sobre la necesidad de organizar las protestas en base a un programa mínimo… distinto al del socialismo que había pregonado el comandante Chávez en su primera campaña.

Aún hoy pienso que yo tenía razón pero que en medio de la caída de los partidos casi no se encontraba líderes respetados que pusiesen orden y los pocos liberales… siempre discutiendo entre sí… menos nos podían ayudar.

Aquella Asamblea fue convocada por adecos viejos que fueron los primeros pobladores de la urbanización donde se puso en escena el teatro “vinculante”. Y el conocido, casado con la hija de un viejo militante de ese partido… había pasado su vida revendiendo con 10 % de comisión contratos que conseguía merced a las conexiones de la esposa y el suegro… no le fue mal… hace tiempo viven a cuerpo de rey en uno de los países más caros de Europa.

Pero antes que me despachen tildando mi escrito como “envidia” o “resentimiento”… señalo que ese petulante jamás de no considerarse amigo… no se habría atrevido a aconsejar con  un caluroso “de pana”… que si quería volver a ser invitado tenía que apoyar la política de la unidad… y que después “entre nosotros nos entraríamos a coñazos”.

No me pelee con el conocido y solo me despedí  agradeciéndole que me hubiera acompañado al carro.

Pero la frase quedó dando vueltas en el aire como los cuentos de tesoros en noches de lluvia… y hace poco la volví a escuchar en otro contexto… quizás se hizo viral.

Al respecto protesto y lo hago escribiendo porque nadie tiene el derecho a sabotear la formación… si bien embrionaria… de un gobierno futuro… decente… más eficiente… con la boberías unitarias que en el fondo esconden el resentimiento contra los bolivarianos… de quien tiene las mismas ideas… pero no las pudo patentar.

Y menos aún tendrá derecho quien no posee la serenidad mínima para evaluar con objetividad los magros resultados tras dos décadas de “unitarismo con quien sea”.

De haber la oposición tomado otro camino hace  dos décadas nuestro país se habría ahorrado al menos la mitad de la pobreza asociada a todos los socialismos… tendría el Venezuela una oposición moderna… seria… y organizada tras programas y proyectos… tras soluciones y creación de riquezas.

Pero sobre todo una oposición que puede ganar y cobrar elecciones… no la vergüenza que se ve.

Como no fue así y viendo en perspectiva que otra generación se apresta a ser nuevamente derrotada por ser objeto de manipulaciones que nos ponen a servir intereses que no coinciden con los de la patria… entonces protesto y advierto.

Eso de ganar una elección o lo que sea… para “caernos a coñazos luego” es idiota… inmoral… y no concita apoyos serios.

Por eso me duele que hayan divisiones en el mundo opositor… pero no por cosas de fondo… sino por el anhelo de unos y otros… y la falta de un jefe respetado quien ponga orden en la oposición… sobre todo que meta en cintura los radicalismos sin programa que pueden alojar males aún mayores a los vividos.

Y por eso me negué a postularme o ser postulado para diputado aunque concedo que me habría gustado hablar en el hemiciclo desde la plataforma de la libertad y el mercado… aún así veo algunos postulantes que merecen el apoyo.

No están en las mismas listas pero hay que ayudarlos.

Domingo Alberto Rangel
doalra@yahoo.com
@DomingoAlbertoR

No hay comentarios:

Publicar un comentario