Algunos medios de
comunicación han recogido unas declaraciones de Maduro en las que señala:
"Los convoco para darles la mano, conocerlos y ponerme a la orden del
trabajo que van a realizar y pedir la colaboración constitucional para que
podamos trabajar.” ¿Acaso semejantes declaraciones corresponden al hecho de que
en la próxima AN el oficialismo pasaría a estar en minoría?
Con seguridad aparecerá
algún traductor de las declaraciones presidenciales tratando de enmendar, como
dicen en los medios de comunicación social, el chinazo de Maduro, señalando que
lo que dijo no es lo que la gente lee en los medios sino lo que ahora dice el
traductor. Vaya menudo enredo el de los traductores de los desatinos
presidenciales.
Lo cierto es que de
la cita que hemos tomado de las declaraciones de Maduro se desprenden dos
conclusiones que confirman la interrogante que nos planteamos. La primera tiene
que ver con que el Jefe de Estado desde ya, y quizá al tanto de la inutilidad
de sus medidas para revertir la derrota electoral, extiende la mano a una serie
de diputados a los que quiere conocer, que serán desde el 6D la nueva mayoría
parlamentaria. ¿A quién se refiere Maduro?
Obviamente que no es a los
parlamentarios postulados por el PSUV a quienes conoce con toda seguridad. Sin
ambages el presidente le anuncia al país, a casi un mes de los comicios, que
habrá una nueva mayoría constituida por ciudadanos a los que no conoce: los
parlamentarios de la MUD.
Con inusitada
franqueza Maduro reconoce que la nueva AN va a ejercer su trabajo, que
legislará para el beneficio del país y que su papel contralor no estará ausente
en las funciones que le otorga la Constitución en el artículo 187. Sabe Maduro
que la paralización y la vagancia de la
actual AN cesa con la realización de la próximas elecciones, que se acabaron la
inútiles leyes habilitantes.
A estas alturas o más bien lo contrario, dado
los bajo índices de aceptación que tiene
su gobierno, debe haber leído con detenimiento las 24 atribuciones que la
Constitución le otorga a la AN y que, con seguridad, la nueva mayoría
parlamentaria no dudará en ejercer.
Más allá de ese
reconocimiento que debe tener a más de un oligarca rojo desvelado, es que el 6D
puede y debe ser el inicio de un proceso de reequilibramiento de los poderes de
Estado que hasta ahora han venido siendo copados y subordinados groseramente al
Ejecutivo Nacional.
Leonardo Morales P.
leonardomorale@gmail.com
@leomoralesP
Caracas- Venezuela
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