sábado, 7 de noviembre de 2015

LEONARDO MORALES P., CONFESIÓN PRESIDENCIAL

Algunos medios de comunicación han recogido unas declaraciones de Maduro en las que señala: "Los convoco para darles la mano, conocerlos y ponerme a la orden del trabajo que van a realizar y pedir la colaboración constitucional para que podamos trabajar.” ¿Acaso semejantes declaraciones corresponden al hecho de que en la próxima AN el oficialismo pasaría a estar en minoría?

Con seguridad aparecerá algún traductor de las declaraciones presidenciales tratando de enmendar, como dicen en los medios de comunicación social, el chinazo de Maduro, señalando que lo que dijo no es lo que la gente lee en los medios sino lo que ahora dice el traductor. Vaya menudo enredo el de los traductores de los desatinos presidenciales.
Lo cierto es que de la cita que hemos tomado de las declaraciones de Maduro se desprenden dos conclusiones que confirman la interrogante que nos planteamos. La primera tiene que ver con que el Jefe de Estado desde ya, y quizá al tanto de la inutilidad de sus medidas para revertir la derrota electoral, extiende la mano a una serie de diputados a los que quiere conocer, que serán desde el 6D la nueva mayoría parlamentaria. ¿A quién se refiere Maduro? 
Obviamente que no es a los parlamentarios postulados por el PSUV a quienes conoce con toda seguridad. Sin ambages el presidente le anuncia al país, a casi un mes de los comicios, que habrá una nueva mayoría constituida por ciudadanos a los que no conoce: los parlamentarios de la MUD.
Con inusitada franqueza Maduro reconoce que la nueva AN va a ejercer su trabajo, que legislará para el beneficio del país y que su papel contralor no estará ausente en las funciones que le otorga la Constitución en el artículo 187. Sabe Maduro que la paralización y  la vagancia de la actual AN cesa con la realización de la próximas elecciones, que se acabaron la inútiles leyes habilitantes. 
A estas alturas o más bien lo contrario, dado los  bajo índices de aceptación que tiene su gobierno, debe haber leído con detenimiento las 24 atribuciones que la Constitución le otorga a la AN y que, con seguridad, la nueva mayoría parlamentaria no dudará en ejercer.
Más allá de ese reconocimiento que debe tener a más de un oligarca rojo desvelado, es que el 6D puede y debe ser el inicio de un proceso de reequilibramiento de los poderes de Estado que hasta ahora han venido siendo copados y subordinados groseramente al Ejecutivo Nacional.
Leonardo Morales P.
leonardomorale@gmail.com
@leomoralesP

Caracas- Venezuela

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