martes, 21 de septiembre de 2021

JOSE LOMBARDI: ¡HEMOS VUELTO!

Es evidente el cambio de estrategia político-internacional norteamericana, tomaremos como ejemplos el fin de la guerra de Afganistán y la incorporación de la oposición venezolana en las negociaciones con el Gobierno de Maduro.

En el primer de los casos aquí planteados, podemos ver como el interés de Estados Unidos dejan de ser zonas que en algún momento fueron importantes pero que hoy no lo son y abren paso a una nueva agenda internacional resumida por el propio presidente Biden con la frase de ¨Estados Unidos ha regresado¨ complementado de alguna manera el ¨Great American Again¨ de Trump, lo que hace suponer que hay un anhelo generalizado de este este país en recuperar el terreno perdido en el tablero mundial, les queda por ahora superar el grave conflicto interno de polarización política/social que seguramente con una política de Estado pactada en su fortalecido sistema bipartidista y sus instituciones podrán lograrlo, de no hacerlo seguramente verán comprometido su futuro, recientemente Francis Fukuyama escribió sobre el fin de la hegemonía norteamericana enfocando su tesis en la profunda polarización de esta sociedad que le resulta difícil encontrar un consenso prácticamente en todo.

La decisión de salir de Afganistán fue firmada en la administración republicana de Trump, pero fueron en definitiva los demócratas encabezados por Biden en ejecutarla, a pesar de que la situación se complicó debido al inesperado avance en tiempo récord de los talibanes, Estados Unidos a través de su presidente no dio marcha atrás, en un decidido discurso dirigido a sus ciudadanos y al mundo Biden dejó claro que esa guerra había terminado y que los intereses de Estados Unidos están enfocados ahora en los desafíos de Rusia y China, declaraciones que desnudan la estrategia norteamericana de esta nueva era, a esto, tenemos que agregarle el reciente pacto de defensa firmado por Estados Unidos, Reino Unido y Australia y el anuncio de la cumbre indo-pacífico (Australia, India y Japón) para contrarrestar el poderío chino, de tal manera que es evidente hacia donde se están moviendo los intereses de Estados Unidos.

En el caso venezolano, la administración demócrata decidió cerrar la oficina especial sobre Venezuela que había en la gran oficina de asuntos para América Latina cortando de esta manera el acceso directo entre el departamento de estados y el congreso con el representante especial para Venezuela Carlos Vecchio, todo este panorama deja claro que la nueva administración demócrata ha desistido de la estrategia del “cese de la usurpación” y la ha sustituido por la del diálogo para que a través de este se logre una transición electoral, pacífica y democrática que le permita no seguir distrayendo esfuerzos y recursos en un conflicto estéril parecido al de Afganistán, básicamente en ambos casos le ha dejado a sus nacionales que resuelva sus propios problemas para ellos poder dedicarse a los suyos.

La nueva administración demócrata se ha reinsertado en lo que inicio el expresidente Obama, reducir conflictos internacionales y centrar la atención en sus grandes competidores Rusia/China quienes han ganado terreno en el área económica y armamentista, vital para que Estados Unidos pueda seguir siendo el primer y más importante imperio de esta época, queda mucha tela que cortar pero sin dudas Estados Unidos ha abierto los ojos, ahora le quedan muchas tareas por hacer, especialmente la de contribuir a un mundo más justo en donde el sistema democrático vuelva a ser confiable y detengan el avance de sistemas autoritarios que comprometen la dignidad humana.

José Lombardi
jjlombardiboscan@gmail.com
@lombardijose
Venezuela

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