Somos una sociedad
agotada y en franco deterioro, ni esta enorme crisis ha producido cierto
despertar. El límite de la humillación no tiene dimensiones, todo el país salvo
la burocracia del PSUV y los enchufados, sobreviven deambulando para buscar los
ya escasos alimentos y medicinas. Sin embargo, los voceros políticos en quien se confió para
impulsar la transición, adormecen al pueblo con firmas, elecciones y hasta
hablan del 2019 como la solución final. Cambiaron el discurso.
Enorme desengaño al
creer que Obama y el Papa Francisco nos solucionarían el problema sin que
hiciéramos lo necesario. Que el FBI, La CIA y el Pentágono vendrían a buscar a
los Narco Soles, mientras mandábamos chistes por las redes. Con su cinismo
burlón los vemos a diario en la televisión y su arrogante afrenta nos recuerda
que siguen estando al mando.
Hay una tendencia interesada en buscar en el pasado político la solución de nuestro presente, se debe recordar que ello fue el caldo de cultivo para lo que hoy padecemos. No es cierto que aquello estaba bien y esto es peor, que de hecho lo es. Aquello no andaba nada bien y todos lo sabemos, buscamos la solución en políticas del pasado, para no enfrentarnos con firmeza con este incierto presente.
En política poco
importan las cosas buenas, son las malas las que traen consecuencias. Los
actuales dirigentes del gobierno son
producto de ese esquema solo que con ideas más dañinas como lo son el
nacionalismo redentor y el socialismo Cubano.
Los corruptos de entonces igual que los Boliburgueses, tienen bienes en
Miami, España, Francia y Panamá. No hay patria, solo interés, lo demuestra el
hecho de que a la fecha aún no se ha llamado al prometido gran acuerdo
nacional.
Igual al pasado todas las clases sin excepción han desarrollado una particular forma de adaptarse. Esto obedece a que seguimos necesidades particulares, bien sea en las licorerías esperando “Cuadrar un Bachaqueo” o en lujosos restaurantes invirtiendo en futuras elecciones o cerrando un contrato con los robolucionarios. Con el atropello evidente del TSJ, ante cualquier intento legal de detener esta locura, qué nos hace pensar que será diferente con las firmas y las elecciones. Hasta cuando tanta idiotez.
Mientras, se sigue
financiando el socialismo en américa y
al régimen Cubano con el dinero de los venezolanos. Ahora pagamos las
consecuencias de tamaña cabronería e irresponsabilidad. Es por ello que al
Intentar forzar soluciones negociadas para cohabitar hasta el 2019, se apuesta
a un cruento desenlace que puede acabar con familias enteras. No se confíen en
que nada pasará.
Cesar guillen
Citterio
cesarguillencittrerio@gmail.com
"Adhuc
Stantes"
Caracas - Venezuela
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