En el marco de este señalamiento debo, de igual modo, decir que si bien no es punible, ni pecaminoso ser un mediocre, tal condición no exculpa a Maduro de la catástrofe política que tiene al 80% - sino mas- del pueblo venezolano en la peor de las crisis económicas que ha vivido en más de sus quinientos y tantos años de conocida existencia como país nacional.
Su misma miseria como ente víctima de su situación sociópata no le permite, ni le permitirá desembarazarse de lo que no se permitió en su desarrollo como gente, de su ignorancia, pues, todo lo que ha adquirido a medias y con métodos fraudulentos es producto de su propia negación al bien como actitud que no sea para su propio beneficio, incluyendo, también a medias, a quienes hipócritamente -en provecho peculiar- tal que oportunista y manipuladores de oficio le rodean o abordan.
La situación actual de Venezuela es consecuencia de la única fuerte y paradójica debilidad del sistema democrático, caracterizada en que cualquier ciudadano con mínimas condiciones comprobables puede ser gobernante; al punto de haber sido llevado a la presidencia, primero. 1998, a un resentido social, vanidoso y pródigo cuya única virtud era la verborrea con que emitía su discurso demagógico y falaz, que traicionó a su país nacional. Luego en 2013, por insinuación de este primero y el voto de una masa popular desprevenida obtuvo la presidencia un grandulón ignorante, zánganos con aguijón, buller de barrio, quien como serendipia arribó sin más y se aposentó en el poder siguiendo el patrón del despotismo del proletariado dónde la peor parte del guiso macabro que ha desarrollado como solución política ha sido precisamente la prole, el soberano, la mano del padre que lo llevó al poder, ha quien ha matado.
Llegado a este punto podemos afirmar el proverbio: "cría cuervos y os sacaran los ojos".
La suerte política de Venezuela es producto de un compendio de fórmulas inacabadas sin ningún sesgo de solución que deriva en fracaso tras fracaso. Ergo, no se puede llevar una política sana dónde la economía y las instituciones públicas se manejen con el slogan o consigna de: "se va haciendo según se va viendo".
La economía es una ciencia social que se maneja con fundamentos científicos comprobables y, si estos no se manejan con la exactitud correspondiente, cualquier particular o de país por muchos recursos que tengan y se utilicen, irá al fracaso.
En este sentido impera como necesidad la voluntad de éxito, este no debe enfocarse en un deseo megalómano y egocéntrico por cuanto está de por medio el destino de un proyecto, en el caso de un país, del pueblo de la nación por quien debe trabajar el gobierno que eligió. Esa voluntad de servicio no está presente en la conciencia de quienes manejan el gobierno en Venezuela. La ignorancia política que representan basada en una hipótesis no política, el socialismo, tiene como único mérito mantener una hegemonía cuya imagen cada día se deteriora más, a suerte de necedad morbosa. Esta morbosidad ha llevado a muchos pueblos del mundo la miseria entre ellos a Venezuela.
Ante el mundo, aunque refleje lo contrario la percepción que se tiene del gobierno, aún con su escenario histriónico tal que "pan y circo" es la lástima, y con esa misma ha arrastrado a su pueblo a dar lástima también.
Aunque duela, las palabras de Bolívar en Angostura 1819, son lapidarias, la suerte de Venezuela actualmente es producto de ignorancia de política y civismo del pueblo que ha puesto de presidente a un robusto ciego que marcha con él, como el más perspicaz de los hombres dando en todos los escollos sin poder rectificar sus pasos. No a un hombre grande, sino a un grandulón, loco loco con poder (diría Nietzsche).
Un anciano presidente de USA, Biden, bien asesorado en economía, en virtud de la crisis inflacionaria por efecto de la guerra de Ucrania, decidió liberar un volumen de reservas de petróleo para rebajar los precios del combustible y de insumos de consumo masivo. La pregunta es: ¿Cómo es que en Venezuela con inmensa reservas de hidrocarburos comprobadas no se asume este tipo de soluciones? ¿De quién es la responsabilidad de que esto suceda?
Es, de ese grandulón fuerte y violento en el gobierno, "no con poder" (diría Hannah Arendt)
El poder lo crea el apoyo del pueblo (soberano) y ese, no no lo tiene aunque parezca, si acaso tendrá por colación un 10 %. El pueblo tiene que despertar de esa pesadilla de socialismo e hipnosis victimista que le enajena mediante ese discurso embustero y sofista de que ha sido sometido durante los últimos 50 años. Primero por la libertad de expresión durante 36 años de "imperfecta" democracia de la llamada IV república que dió chance al discurso victimista y subversivo comunista al intento de adoctrinamiento del pueblo y luego mediante el manejo mediático propagandista de gobierno y su tolda PSUV.
Joise Morillo
@kao_joi_lin
Venezuela-USA
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