¿Dónde
está Venezuela?
Si me preguntaran dónde queda Venezuela?,
tendría que decir que queda en México,
en Miami y otras zonas más internas de Estados Unidos.
Queda en Colombia, en Ecuador, en España.
En Panamá, en Chile, hasta en los Emiratos
Árabes.
Venezuela queda entre cualquier meridiano y
paralelo del mundo a donde se tuvieron que ir a vivir los venezolanos de bien
en busca de procurarse una mejor calidad de vida.
Persiguiendo un poco de tranquilidad y
seguridad, aunque sea, un poquito de futuro para ellos y los suyos.
Venezuela hoy es un país desperdigado por el
mundo.
Donde esté radicado el talento, la
inteligencia y el trabajo de los venezolanos, ahí queda Venezuela.
Venezuela queda donde hay una televisora, un
periódico, una radio cuyas programaciones y producciones se han visto mejoradas
e incrementadas gracias al trabajo creativo de venezolanos que ayudan a crecer
medios libres en otras tierras.
En países que no son el suyo.
Donde las editoriales sacan provecho de la
imaginación y capacidad de creación de venezolanos ingeniosos y originales con
historias formidables, muchas veces impregnadas de la nostalgia y la desazón
del exilio.
Allí está Venezuela.
Venezuela estará en esos países a donde cada
día lleguen venezolanos de bien para entregar en tierras lejanas y extrañas todo
su esfuerzo y trabajo para hacer de este mundo un sitio mejor.
Quedará Venezuela donde vayan a vivir todos
esos jóvenes que hoy están buscando la mejor manera de irse a una tierra que
les ofrezca algo más que un certero tiro, una ominosa discriminación, un
insulto en cadena.
Lo que queda aquí, rodeado por Colombia, Brasil y Guyana, frente a ese
hermoso e imponente Mar Caribe.
Esto, este corral al norte de la América del
Sur.
Esta republiqueta de vivos, sicarios y
malhechores.
Esto que ya no es un país sino una parodia de
República Bananera.
Esto no es Venezuela.
Este pozo de plomo y sangre, este luto en
gerundio, este llanto que no cesa, no es el país del que nos canta el Gloria al
Bravo Pueblo.
Esto, este solar de mansas colas de hambruna,
no es la tierra que parió a héroes independentistas.
Esto no es más que la república bolivariana
de venezuela. Así, con minúsculas. Disminuida y empobrecida.
Ensombrecida, envilecida y triste, como nos
la legó un hombre megalómano que se creyó líder intergaláctico e inmortal.
Un resentido ser a quien ahora pretenden
convertir en deidad.
Enviado
a nuestros correos por
Adela
Fabra
adela.fabra@gmail.com
@AdelaFabra
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