lunes, 20 de febrero de 2017

NELSON ACOSTA ESPINOZA, SENTIDO COMÚN Y POLÍTICA

LA POLÍTICA ES ASÍ

No hay duda. Los espacios institucionales para el ejercicio democrático en el país tienden a cerrarse. Cada día que transcurre se achican los ámbitos para la puesta en práctica de la actividad política de naturaleza institucional. Las normas anunciadas que regirán el proceso de relegitimación de los partidos políticos apuntan hacia esa dirección. Se pretende instaurar  un tipo de democracia donde los ciudadanos votan, pero no eligen. Los ejemplos de Cuba y Nicaragua son emblemáticos. En estos países los ciudadanos están condenados a escoger solamente entre las opciones que el régimen presenta. En su comunicado la MUD lo expresa taxativamente: “Ese es el escenario que el madurismo quiere imponer en Venezuela: acabar con la democracia participativa y protagónica mediante la imposición de estas restrictivas normas de relegitimación de partidos”

Bien, amigos lectores, el actual  escenario político y las lógicas que lo sustentan tienden a diluirse. Con esta nueva arremetida el gobierno coloca a la oposición democrática ante el imperativo de rediseñar su táctica y estrategia política. Tarea esta, hay que recalcarlo, nada fácil.

Me voy a permitir algunas observaciones.  El diálogo, en la práctica, solo sirvió para apuntalar al régimen y desarmar al bloque democrático con la única arma a su disposición: la expresión ciudadana en la calle. El oficialismo tuvo éxito en arrinconar a la oposición en la llamada mesa de negociación. Desactivó la protesta,  neutralizó la MUD y, al mismo tiempo, avivó las naturales contradicciones que existen en el interior de este cuerpo colegiado. En pocas palabras, el gobierno  anotó un “gol” político a su favor. Ganó tiempo y neutralizó la protesta ciudadana.

Desde luego, ante estas nuevas circunstancias sería útil, entre otras opciones, realizar una reflexión crítica sobre este pasado reciente y, como consecuencia de este ejercicio, elaborar  una nueva estrategia que responda a las demandas del sentido común del ciudadano.

Aquí el vocablo clave es sentido común ciudadano. En otras palabras, no es el gobierno o sus instituciones el campo de batalla prioritario en el futuro. Por el contrario, hay que replantear el accionar político. Colocar los esfuerzos en aquellos escenarios donde se construye el sentido común ciudadano y articularlo a una nueva propuesta política de cambio.

Más en profundidad. El sentido común se encuentra constituido por  una diversidad de narrativas que definen los marcos a través de los cuales las personas piensan la política. Ahora bien,  ¿qué importancia podemos asignar a esta categoría en la actualidad? La respuesta, a esta interrogante, es la siguiente: los relatos a través de los cuales nuestros ciudadanos viven su cotidianeidad son adversos al gobierno. En otras palabras, están a la disposición de la alternativa política que tenga la destreza de articularlos a su proyecto político.

En otras palabras, los demócratas están frente a una oportunidad antropológica e histórica única. El sentido común, a veces el menos común de los sentidos, opera en la actualidad a beneficio de las demandas ciudadanas de cambio.
La nueva arremetida del gobierno, pudiera interpretarse, como un reconocimiento de esta realidad que es  adversa a sus políticas. Ojo. En el pasado tuvieron éxito en hegemonizar esta expresión de la vida social. Hoy día, por el contrario, este sentimiento ciudadano se encuentra “libre” y a disposición de una alternativa que tenga la disposición de articularlo a sus propuestas políticas.

El reto para la dirección política de la oposición es simple: detectar y desarrollar este sentido común ciudadano y transformarlo en punto de anclaje para la construcción del discurso alternativo a este socialismo del siglo XXI.
Hoy día, la política no es la acción llevada a cabo por “grandes hombres”. Por el contrario, hay que politizar el mundo de la vida cotidiana de la población. Hay que abandonar  el discurso heroico y partidista. En otras palabras, lo que hay que conseguir es que las demandas políticas, dejen de serlo y se transformen en demandas de sentido común.

Sin duda, la política es así

Nelson Acosta Espinoza
acostnelson@gmail.com
@nelsonacosta64
Carabobo - Venezuela

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