Pasan
cosas al interior del gobierno. Pasa mucho más que cuando los venezolanos, hace
un año, llenamos las calles y el mundo vio con cuanta ferocidad podía el
régimen responder a las demandas de democracia en el país.
Obviamente,
lo que pasa ahora no está desligado de lo que pasó ayer y mucho tiene que ver
con ello. Sin embargo, ahora sentimos que en el gobierno se mueven cosas que no
se movían. Los “gobernólogos” tendrán sus teorías y los que lo conocen más, a
lo mejor están dateados sobre lo que allí ocurre. Este escribidor, munido solo
de olfato, tejerá una teoría quizás
peregrina pero que va de seguidas:
El
país es inviable y ciertamente, siempre se puede estar peor y manipular las
necesidades colectivas para atornillarse en el poder. Pero es que en Venezuela
el asunto va más allá del poder. En Cuba, por ejemplo, mantener el poder es un
tema básicamente político e ideológico. La corrupción de allá es otra cosa. Los
recursos que manejaron los Castro fueron siempre relativamente modestos y
sirvieron para crear unas canonjías y unos privilegios relativamente limitados.
Solo el entorno muy cercano a la clique gobernante se beneficiaba.
Siempre
cuento esta anécdota ilustrativa de lo dicho. Junto con el amigo Asdrúbal
González, me encontraba en un viaje en la Habana y estuvimos de visita al
embajador venezolano Gonzalo García Bustillos. Estando allí, llegó un
importante ministro, de los más emblemáticos y conocidos. Vino a preguntar si
podía venir con su esposa a la recepción del 5 de Julio para que esta pudiera
comer bien una noche. Se despidió, se montó en el Lada que el mismo iba
manejando. No prendió y tuvimos que salir a empujarlo para que arrancara.
¿Alguien
se imagina a un ministro de este régimen empujando su Lada? Pues no y allí hay
una diferencia esencial sobre los privilegios que se manejan en el país y que
explican las razones por las cuales el saqueo nacional y las impúdicas cifras
de la corrupción criolla, se convierten en un tema esencial para explicar por
qué estos señores están donde están.
Estas
cifras no solo han servido para mantener una camada amplísima de funcionarios
apegados como una garrapata al poder, sino también para haber creado una red de
cómplices, presta nombres, testaferros, comisionistas, banqueros y empresarios
que igual juegan para uno o para los dos lados y que son una base sólida de sustentación
del status quo.
Decía
el viejo Marx que “el ser social determina la conciencia…” para explicar que un
entorno de privilegios y comodidades terminaba influyendo en la manera de
pensar de la gente. Mi abuela, de manera más plástica decía “gato que pisa la
alfombra, mas nunca vuelve al tejado…” Por eso miles de dirigentes rojos
civiles y militares, venidos de la nada, recién vestidos por la corrupción, van
a defender esos privilegios y van a adaptar su manera de pensar a la vida
muelle que tienen.
Ese
fenómeno es el que ha hecho tan importantes las sanciones económicas
individuales a los capitostes del régimen y a sus familiares y allegados. Las
“crisis existenciales” que están generando en las familias y entornos de los
más comprometidos con la corrupción, es grande y está empujando como un ariete
sobre el monolitismo del régimen.
¿Algo
está cambiando, producto de esa presión? Por supuesto que algo está cambiando.
La semana pasada dábamos cuenta de la operación cambio de rostro para la
negociación que el gobierno ha puesto en marcha. Para la verdadera, no para la
chimba a la que se han prestado como teloneros Bertucci, Juan Pablo Fernández y
personajes menores. En esa operación, la de verdad, verdad, ha participado como
protagonista Rafael Lacava. Un nuevo
actor de la pieza, un actor necesario porque como allí saben que es cierto aquella
máxima de Mc Luhan que nos advierte que “el mensaje es el medio”, pues han
decidido cambiar el medio para ver si el mensaje de una negociación les es más
creíble a los señores del norte del Rio Grande.
De
manera entonces que el asunto va caminando. A la liberación de Holt, ha seguido
la medida sobre varios presos políticos de cambiarlos de cárcel. Un tema que no
es menor para un gobierno que aseguraba que se pudrirían en sus mazmorras y que
acusaba a inocentes de los perores crímenes de nuestra legislación penal. Es un
claro mensaje “A quien pueda interesar”. Se produce también en el marco del
informe de expertos de la OEA que da pie para recurrir ante La Corte Penal De
La Haya.
Para
quienes han recibido la medida y para sus familiares se trata de un respiro
mientras consiguen su libertad plena. A los venezolanos nos deja la apertura de
una rendija en un muro cerrado a cal y canto. Nos deja además la maravillosa
imagen de dignidad del Gral. Vivas gritándole al mundo “Muera la tiranía, viva
la libertad”.
Falta
saber ahora, si ocurre igualmente algo en relación con los militares presos de
la última hornada. Están procesados por el delito de rebelión y son la
expresión más nítida de la ola de malestar que recorre la Fuerza Armada. Si las
cosas comienzan a moverse también allí, entonces podríamos estar hablando de
una vertiginosa situación de reacomodos en el seno del régimen, podríamos
incluso llegar a decir que la transición o una forma de ella se ha puesto en
marcha.
¿Que
pasara allí adentro? Algún día alguien nos echara el cuento.
Julio
Castillo Sagarzazu
Juiocasagar@gmail.com
@juliocasagar
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