lunes, 5 de octubre de 2020

RAÚL AMIEL. CUANDO SIENTES QUE EL TIEMPO PASA Y PERMANECES EN EL MISMO LUGAR

Esta semana que paso ha sido dura comunicacionalmente. Un debate de candidatos en USA casi de comiquita. Una consulta popular desvirtuada. Sin gasolina, sin luz, sin agua. Protestas por doquier. Trump Infectado del VirusChino. La pensión en 0,87 centavos de $.

Y de paradoja, Quino, dejo este plano el miércoles 30, un día después de que Mafalda cumpliera 56 años.

La Mafalda de Quino y su famosa frase. "Al final, ¿cómo es el asunto? ¿Uno va llevando su vida adelante, o la vida se lo lleva por delante a uno?

¿Donde se fue el tiempo?

Muchos de nosotros sentimos que el tiempo pasa más rápido. La sensación de que el tiempo se acelera a medida que uno envejece es uno de los mayores misterios de la experiencia del tiempo, pero cuando se trata de cómo percibimos el tiempo, los humanos pueden estimar la duración de un evento desde dos perspectivas muy diferentes: una perspectiva ventajosa, mientras un evento aún está ocurriendo, o una retrospectiva, una vez que ha terminado. De hecho, el tiempo vuela cuando nos divertimos.

Participar en un evento novedoso hace que el tiempo parezca pasar más rápido en el momento. Pero si recordamos esa actividad más adelante, parecerá que ha durado más que las experiencias más mundanas. Nuestro cerebro codifica nuevas experiencias, pero no familiares, en la memoria, y nuestro juicio retrospectivo del tiempo se basa en la cantidad de nuevos recuerdos que creamos durante un período determinado. En otras palabras, cuantos más recuerdos nuevos construyamos en una escapada de fin de semana, más largo parecerá ese viaje en retrospectiva.

A veces parece como si la vida se nos estuviera pasando. Nuestra experiencia del tiempo es flexible, se acelera en algunas situaciones y se detiene en otras. Incluso hay algunos estados alterados de conciencia en los que el tiempo parece ralentizarse en un grado extraordinario.

La percepción del tiempo varía de acuerdo con la forma en que cada persona percibe los eventos que experimenta y el tiempo que tardó en ocurrir el evento. Los seres humanos, en lo que se puede determinar, son los únicos animales que son conscientes del paso del tiempo y que pueden recordar hechos específicos del pasado. Otros animales se relacionan con el pasado por condicionamiento e instinto, pero no son capaces de "recordar" realmente como lo hacen los humanos. Los humanos también comprenden que el paso del tiempo está relacionado con la mortalidad.

Nuestra capacidad para recordar eventos pasados ​​y la fuerza de la memoria también juegan un papel en nuestra percepción del tiempo que pasa, cuánto tiempo hace que ocurrió el evento y los vínculos que tenemos de ese evento con otros eventos. A medida que interactuamos con el mundo, reorganizamos la información sensorial en bruto del entorno que nos rodea en algo que podemos entender. La información nueva necesita más tiempo para fusionarse en nuestras visiones del mundo que la información a la que hemos estado expuestos antes, lo que puede, en algunas situaciones, hacer que nuestra experiencia en el tiempo se sienta más larga.

A lo largo de nuestras vidas, constantemente vemos el paso del tiempo mirando hacia el pasado y mirando hacia el futuro. Esto se denomina visión del tiempo "retrospectiva y prospectiva". Cuando estos dos puntos de vista coinciden, no nos damos cuenta del tiempo que pasa lenta o rápidamente. Cuando no coinciden, hacemos comentarios sobre la extrañeza de cómo vemos el tiempo, como "cómo ha pasado el tiempo" o ¿a dónde se ha ido en las dos última décadas? Es allí donde los venezolanos estamos atrapados.

La salud mental es inseparable de nuestra experiencia como ciudadanos y la verdad que ya estamos suficientemente alterados. El tiempo es nuestro amigo y nuestro enemigo a la vez. Se dice que cura; que el tiempo vuela; que el tiempo no espera a nadie; que con su paso se aplacan todos los resentimientos, se olvidan todas las enemistades.

No estoy muy seguro de eso. Sé de personas que han abrazado tanto sus viejas heridas y resentimientos que hoy sus almas languidecen y se pudren en la oscuridad y el dolor.

Todos conocemos la imagen del Padre Tiempo, un anciano de larga barba blanca, vestido con una túnica blanca, que lleva una guadaña y un reloj de arena. La guadaña es para la cosecha de almas y el reloj de arena representa el movimiento unidireccional del tiempo, siempre hacia adelante.

Destierren el pensamiento, amigos. El tiempo avanza. No va a una carpeta conveniente "soltar aquí" en su escritorio, para ser recuperada con un doble clic. Tempus Fugit. A dónde va, nadie lo sabe. Y nunca regresa.

¿Se puede recuperar el tiempo perdido? Creo que todos sabemos la respuesta. Ojala nuestros dirigentes supieran valorar el tiempo y no lo perdamos mas; actuando de forma inteligente para encontrar la senda de la reconstrucción de lo perdido. Nada más y nada menos que de nuestra República.

Y recuerda… Ciudadano en acción. ¡Juntos es mejor!

Raúl Amiel
raulamiel@gmail.com 
@raulamiel

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