domingo, 11 de abril de 2021

AURORA LACUEVA: RENDIR CUENTAS AL SOBERANO

Cuando un funcionario público hace balance debe darnos cifras. Como ciudadanía necesitamos datos para poder juzgar cómo van las cosas, mas desde hace años el secretismo ha sido la respuesta del gobierno sobre los resultados de su gestión. Podemos entender que frente a las “sanciones” económicas de EEUU no se revelen importantes informaciones sobre, por ejemplo, producción y venta de petróleo o de oro. Informaciones que podrían dar pie a nuevas sanciones y limitaciones. Pero, en otras áreas, mantener la transparencia es imprescindible en una democracia. Un ejemplo: el 29 de marzo el ministro Aristóbulo Istúriz declaró para VTV sobre nuestra educación y un resumen de lo dicho puede consultarse por Internet: ni un solo número. Entré en la ciberpágina del Ministerio para ver si allí había algo, pero la misma estaba en mantenimiento. 

Dice la reseña de VTV que el ministro “aseguró (…) que durante la pandemia por la covid-19, el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela ha garantizado la educación al pueblo y preserva el derecho a la salud y la vida”. Y más adelante se añade: “Istúriz explicó que la educación a distancia implica poner en práctica todas las plataformas comunicacionales existentes al servicio de la educación: la televisión, la radio, los medios digitales e impresos y redes sociales”. Pero lo que nos interesa saber es cuántos estudiantes hoy pueden comunicarse con sus docentes por las redes sociales y hacer tareas consultando ciberpáginas diversas, gracias a que disponen de una computadora o teléfono inteligente y tienen acceso más o menos regular a Internet. También, cuántos educandos gozan de un servicio eléctrico estable y de señal televisiva y han seguido las transmisiones educativas por ese medio. Cuántos se han apoyado en los programas radiales. Y qué porcentaje ha tenido a la mano textos que los ayuden. Si no sabemos eso no sabemos nada. El MPPE debe tener información de cada zona y puede hacer sondeos muestrales.

Añade el ministro según la reseña: “Se han garantizado las políticas de protección estudiantil con la entrega de textos, computadoras canaimas, morrales, útiles, uniformes, así como el sistema de becas y el sistema de asistencia integral al educando”. Pero ¿cuántos niños y niñas recibieron cada uno de esos beneficios? ¿O todo es retórica y apariencias?

 

Aurora Lacueva

lacuevat@hotmail.com

Aurora Lacueva

@AuroraLacueva

@Unoticias

Venezuela

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