Sí para
algo han servido las protestas que tienen lugar en Cuba… mismas que no están
pidiendo vacunas, comida, elecciones, medicinas ni nada de eso ¡Están pidiendo
libertad! porque con ella tendrán todo eso y más… es que se le vio (para
quienes aún dudaban) el rostro al castrismo, no solo por las sanguinarias
represiones que el mundo, gracias a la tecnología, ha podido atestiguar, sino
porque el régimen isleño, a fin de apaciguar las protestas, decidió eliminar
(temporalmente) las restricciones de importación de alimentos y medicinas, o
sea, no ha sido el “bloqueo” el causante del hambre y la miseria, ha sido una
inhumana política de Estado.
¿Por qué?
Porque un pueblo hambriento, enfermo, es débil, fácil de oprimir, obligando por
más de 6 décadas sea el régimen el único capaz de satisfacer las necesidades
básicas de la población, así generar seres humanos sumisos, temerosos, forzados
inscribirse en el partido de gobierno, votar por los candidatos impuestos,
marchar, desfilar, etc. El asunto es que hoy, ciertamente al pueblo cubano le
da miedo enfrentarse al castrismo, pero le da mucho más pavor seguir
sobreviviendo de esa manera. Somos de los creyentes que la libertad en Cuba
está predestinada, apenas comienza la verdadera e indetenible batalla… es la
realidad.
En
Venezuela la política se maneja virtualmente, no haciendo mención al uso de las
redes sociales que ha alejado el leve contacto existente entre políticos y la
población, sino porque el quehacer de estos “líderes” (de bando y bando) en
nada atienden las necesidades sentidas de los venezolanos, la oposición y el
chavismo solo se ocupan de sus intereses, lamentablemente es así.
La realidad
venezolana es dura, no basta hacer mención a la dantesca situación
económica/social, sino porque políticamente el juego está trancado. El chavismo
no solo alimenta su discurso con frases como “no nos sacarán ni por las buenas
ni por las malas” sino que lo han demostrado con creces. Antes, mientras se los
permitió el boom petrolero, ignoraban el desiderátum electoral de los
venezolanos con populismo salvaje, pero destruida Pdvsa, la estrategia es otra;
la manufacturación (desde 2017) de elecciones como actos gubernamentales o del
Psuv, aunado a la violencia institucionalizada. Además, los diálogos, acuerdos,
negociaciones y demás herramientas democráticas solo han servido para que el
régimen supere ciertas eventualidades, finalmente, termina radicalizándose
mucho más.
Mientras se
habla de “Acuerdo de Salvación Nacional” el chavismo reforma el poder judicial
nada más y nada menos que con Diosdado Cabello a la cabeza, acompañado de la
esposa de Maduro. Acentúa el Estado Comunal, apresa y persigue dirigentes
opositores, solo concede dádivas que en nada amenazan su absolutismo, es decir,
antes se radicalizaba al finalizar los diálogos, esta vez lo hace mientras está
“sentado”. Lo que nos obliga a preguntarnos ¿Cederá el régimen a través de
mecanismos democráticos? Obviamente no.
Venezuela
no ha tenido la oposición requerida, ha tenido timoratos, vendidos, equivocados
y la lista continúa, no ha podido contar con una conducción acertada ni con las
agallas necesarias, es cierto se dice fácil y tampoco es una labor exclusiva de
políticos, sino de ciudadanos y de la diplomacia internacional.
La realidad
venezolana exige una oposición capaz, que, así como el régimen amalgama a sus
aliados internacionales, ella también sepa hacerlo, que pase de las palabras a
los hechos y que tome el control de una agenda que desde hace mucho tiempo le
pertenece, pero no ha querido/podido liderar ¡Es hora!
Leandro Rodríguez Linárez
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela
leandrotango@gmail.com
@leandrotango
Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario