"El mismo Seligman hace una historia de las diversas iniciativas que en los tiempos primitivos señalaron, aunque sea en forma de esbozo, un intento de materializar el impuesto progresivo. Y en este sentido recuerda el antecedente de Guicciardini, que, en el año 1549, en su obra La décima scala in Firénze, se ocupó ya del tema. Las tentativas se registraron también en los tiempos de la Revolución francesa, bajo cuyo imperio se sancionó una ley de limitación de las rentas. En Francia, precisamente, habían de señalarse los más serios intentos para llegar al impuesto progresivo, mereciendo recordarse a M. Dufay, verdadero paladín, quien en su obra L'impot progressiff sur le capital est sur le renta, dice: "La tributación debe mantener en un justo límite la apropiación particular de la riqueza producida, al menos indirectamente, por el trabajo de todos. Debe mantener entre los hombres cierta igualdad real, corrigiendo y atenuando los efectos del egoísmo individual y la extrema desigualdad natural. En otras palabras, concluye, la misión del impuesto es liberar el trabajo en lugar de estorbarlo y coartarlo, como ocurre en el presente. En consecuencia, debe él restar su excesivo poder al capital y dar al trabajo su poder social, que tiene hoy en grado insuficiente"."[1]
Los franceses han sido histórica y tradicionalmente en
su mayoría socialistas, o han tendido hacia esa ideología, a veces más, otras
menos. Raras han sido las excepciones, entre las cuales es obligado citar al
notable decimonónico Frederic Bastiat y, más modernamente, al notable Jacques
Rueff, por supuesto entre otros. Ya hemos visto antes que, Marx y Engels
ubicaron en el segundo lugar de importancia de su plan para imponer el
comunismo a nivel mundial la creación de impuestos progresivos fuertes a las
personas. Y ciertamente no creemos causal que la mayoría de los países del
planeta hayan adoptado los mismos sin tener ninguna vinculación con el influjo
marxista ejercido y expandido por todo el orbe, inclusive hasta nuestros días.
Pero, desde luego, ni Marx ni Engels fueron precursores de este impuesto, ya
los hubo antes que ellos.
En Francia siempre ha predominado -desde los tiempos
de la revolución francesa en adelante- un socialismo de tipo gramsciano (por
Antonio Gramsci, el célebre pensador marxista italiano) que propone la lenta
pero persistente infiltración marxista por vías "no" violentas a
través de la educación y diversos medios de comunicación social. Su paralelo en
Inglaterra ha sido la sociedad Fabiana. Pero las ideas gramscianas y fabianas han
tenido mayor repercusión y aprobación en Francia más que en otras partes. Hoy están extendidas por todo el mundo.
Aceptan el marxismo en sus planteos básicos y
fundamentales, y sólo discrepan en la metodología de implementación. De allí
que, condenen la propiedad privada de rentas, capitales y patrimonios, y vean
en los impuestos la manera más sutil y mejor implementada de expoliación.
Mediante la doctrina de la "justicia social" cambiaron la palabra
expoliación por expropiación, pero el artilugio es vano para quien lo medite
superficialmente: se trata de lisa y llana expoliación. La ley impositiva pende
como Espada de Damocles sobre la cabeza del "contribuyente" que vive
en una constante amenaza entre pagar o ser severamente castigado.
Desconocen cómo funciona el mercado, y que este es el
que mantiene "en un justo límite la apropiación particular de la riqueza
producida" mediante el mecanismo de distribución de la misma que, conforme
a los mandatos de los consumidores, el propio mercado cumple. Son los
consumidores y no los productores los que determinan cuanta riqueza poseerá
cada miembro de la comunidad. El impuesto no puede cumplir con esta función
porque es contrario a su naturaleza, por eso lo más que puede hacer es
destruirla. Esta ruina se consuma mediante la redistribución de rentas y
patrimonios llevada a cabo por medio de instrumentos fiscales y otras vías de
ataques a la propiedad privada.
Cuando alude al "trabajo de todos" quiere
referirse a lo que Marx llamaba el "trabajo socialmente necesario"
para producir cualquier cosa fincando el valor de las cosas en esa fórmula.
Pero el valor de las cosas no surge del trabajo sino de su utilidad marginal,
como hemos explicado en todas nuestras obras.
Paradójicamente para muchos, la "igualdad
real" que busca el autor se obtiene a través del "egoísmo
individual" como ya lo advirtiera en 1776 Adam Smith en su obra magna
Investigación sobre la causa y naturaleza de la riqueza de las naciones. No hay
otra manera de acercarse a ella. Este egoísmo -para sorpresa de muchos
ignorantes- es también la solución (como la historia lo ha demostrado donde se
lo ha dejado actuar) a "la extrema desigualdad natural" y en cuanto a
que "la misión del impuesto es liberar el trabajo en lugar de estorbarlo y
coartarlo, como ocurre en el presente" es precisamente al revés, y plantea
una misión imposible, porque el impuesto jamás ha podido, ni puede, ni podrá
nunca liberar el trabajo. Esto es un absurdo. Y lo de "estorbarlo y
coartarlo, como ocurre en el presente" es lo que ha sucedido en el pasado
y sucederá en el futuro, por cuanto se quiere hacer del impuesto algo que es
contrario a su naturaleza. El impuesto es un robo, y por más que se lo adorne
con hermosas palabras, frases maravillosas, y los mejores deseos seguirá siendo
lo que fue en el pasado y es en el presente: un despojo violento, una
expoliación.
Respecto de que el impuesto "debe él restar su
excesivo poder al capital y dar al trabajo su poder social, que tiene hoy en
grado insuficiente" es una expresión poco feliz, porque al restar el poder
del capital resta el del trabajo, habida cuenta que sin capital no hay trabajo,
pero la ignorancia económica hace decir sandeces a muchos según se aprecia,
como que el capital se "opone" al trabajo y viceversa lo que es algo
a luces vista ridículo y pueril. "Combatir al capital" como dice la
letra de la marcha peronista -tan celebrada por las masas hoy en día- es
destruir el trabajo y multiplicar la pobreza, creando riqueza para los
burócratas, sus familias y amigos.
Gabriel Boragina
gabriel.boragina@gmail.com
@GBoragina
Argentina
http://www.accionhumana.com/2021/05/antecedentes-pre-marxistas-del-impuesto.html
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