Debemos a un andino, Don Rafael Grooscors Caballero la edición de la frase “La Rebelión de las regiones somos todos” para titular el ofrecimiento del reordenamiento completo del obsoleto y caduco modelo del centralismo como sistema político del país.
Es una frase efectista que recoge la propuesta que permitiría el empoderamiento del municipio como la unidad político-territorial fundamental para el desarrollo y la profundización de la descentralización, no solo política sino institucional, con la reingeniería completa de la actual forma del estado, como base fundamental para aprovechar las potencialidades de cada una de las regiones.
Creemos firmemente que esa es la verdadera solución de largo plazo para los desequilibrios políticos y económicos que ha sufrido el país en su tránsito accidentado desde su fundación hace ya más de dos siglos.
Hay demasiado en juego y es a eso a lo que nos enfrentamos. El petróleo administrado en manos de pocos ha creado ricos en varias generaciones, solamente con poseer el control de los contratos de un estado mega-centralizado.
La presente generación, la llamada boliburguesía es la última y más completa versión de esta enfermedad que hace que el vicio se enraíce y las élites del presente heredando los vicios que dicen combatir, tratan infructuosamente de tomar el control centralizado del poder, para hacer más de lo mismo y lo observamos con las recientes denuncias y escándalos de corrupción sucedidos en la empresa de capital mixto Monómeros de Colombia.
Mientras tanto, un grupo de provincianos, algunos nos dicen “soñadores” de la sociedad civil organizada, agrupados en la Ong La Rebelión de las regiones somos todos pretendemos que eso cambie, proponiendo un resurgimiento del federalismo, que daría verdaderamente el control del país a los ciudadanos de todas las regiones.
Reclamamos, en medio de la desesperanza reinante y desde la perspectiva ciudadana de la sociedad civil, organizada, comenzar un nuevo círculo, pero esta vez virtuoso, con un enfoque completamente diferente.
Allí radica nuestra principal diferencia, con los planteamientos de la mayoría de la oposición venezolana, que piensan y aseguran (ya sabemos porque) que cambiando solo al régimen, o al presidente, se acabarán nuestros problemas.
Estamos claros, que deberemos no sólo cambiar a estos gobiernos que hemos tenido antes y ahora, sino también cambiar al modelo de estado federal centralista que los hizo posible, y eso no se hará por la vía expedita de solo esperar o provocar la renuncia del Presidente, o la revocatoria de su mandato.
Y esto, en consecuencia, nos pone en una situación singular, ya que como quiera que se vea hay que realizar aún mucho trabajo previo para construir la arquitectura que soporte nuestra propuesta de un nuevo modelo de estado federal de poder descentralizado.
Conjuntamente con Julio Belisario, (con quien comparto la propiedad intelectual de gran parte de este trabajo) hemos realizado un gran esfuerzo, a través de vídeos, escritos, programas de prensa, radio y tv, y últimamente por las redes sociales, para describir insistentemente a veces hasta el cansancio y de manera muy resumida, el por qué hemos llegado a la situación en que nos encontramos.
Hemos plasmado y descrito, el “qué hacer para cambiar de sitio los tres poderes impulsores de la sociedad”, incluso parte del “cómo hacerlo” en el lugar donde eso se hace posible que es en la Asamblea Nacional o de no ser posible por la falta de acuerdo político, entonces convocar la vía Constituyente por iniciativa popular.
Pero aún falta mucho trabajo por hacer, en el proceso de construcción de una Venezuela verdaderamente federal, porque es necesario definir al menos los lineamientos federales, Estatales y Municipales de ese posible nuevo estado de cosas, comenzando por explicar a la gente cómo se operaría y lo que se obtendría desde los niveles regionales, que son los que tocan al ciudadano común.
Si estamos hablando de que un estado región se haga cargo de su propio destino, es necesario que esta región y sus liderazgos tengan bien claro una VISIÓN de su desarrollo y los problemas que habrán de afrontar para conseguirlo y nadie más que ellos para realizar esa tarea. Ese es el verdadero reto de esta llamada La Rebelión en las regiones somos todos.
No es fácil cambiar siglos de pedirle al centro del país, que atienda necesidades, que no atiende (ej. décadas "esperando" la consolidación de la autopista San Cristóbal – Cúcuta, y que nos digan, que fue por falta de cobres, pues en los últimos 50 años han administrado más de UN BILLÓN SEISCIENTOS CINCUENTA MIL MILLONES DE DÓLARES) y también difícil modificar la mentalidad de los ciudadanos que consideran que con solo cambiar a un Presidente de la República, su calidad de vida mejorará.
Años de populismo centralizado y desenfrenado serán ciertamente un obstáculo para poner a pensar a la gente de una manera productiva. Sin embargo, la mala situación económica, política y social se nos ha transformado en un buen incentivo, y aún mejor en un catalizador para ese GRAN CAMBIO que aspira la sociedad y por eso para hoy, estamos en pleno crecimiento dentro de un proceso de organización aprovechando la tecnología de la plataforma SAI. (Sistema adaptativo inteligente) Usaremos esta tecnología para lograr la cohesión social necesaria y por allí canalizar las diferentes inquietudes, porque las propuestas, deberán salir de los estados-región y de sus propios ciudadanos.
Los equipos de trabajo constituyentes de los estados-región deberán generar las propuestas institucionales necesarias para operar de una manera autónoma, porque nadie de fuera vendrá a hacerlo por ellos. Son los habitantes quienes conocen bien sus territorios, su cultura, su idiosincrasia, y cuáles son sus fortalezas. En otras palabras, son ustedes mismos quienes conocen sus fortalezas y cuáles serían sus propuestas para sobrevivir y generar riqueza, si tuvieran la autonomía para eso.
En la planeación de una moderna propuesta federal para el país, cada estado región deberá adelantar su propio modelo de desarrollo regional y como se implementaría dentro de un marco nacionalista.
No es un trabajo trivial, pero solamente el acometerlo pone a sus promotores a pensar en la región posible y el mundo infinito de posibilidades que se abrirán si sumamos todas las potencialidades de todas las regiones del país, y las relacionamos.
A eso nos motivó Don Rafael Grooscors, cosa que agradecemos y ya hoy en obra escrita el libro- propuesta está publicado en Amazon, solo es cuestión de tiempo que lo adquieran y lean los venezolanos, entonces, ya empoderados, La Rebelión de las regiones somos todos, aplicada a la realidad nacional, dará sus frutos de bienestar y progreso para todos los venezolanos.
Otra Venezuela es posible y la vamos a lograr.
Luis Balo Farias
balofarias@gmail.com
@LuisBaloFarias
Venezuela
Les obsequio el link para adquirirlo:
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