miércoles, 11 de mayo de 2022

JOISE MORILLO: ¡INEPTOS PARA “GOBERNAR” EN PAZ Y GENOCIDAS!. DESDE USA

En la historia han sucedido numerosos quizá ¿millares?, de casos de gobernantes que –habiendo sido sucesivamente; ególatras, megalómanos, psicópatas y sociópatas– han llegado al poder por la violencia o por la casualidad e injerencia de intereses e interesados en llevar a su candidato preferido o escogido (títere) al gobierno de una nación.

Cilón de Megara, 300 A.C., ante la privativa de ser admitido en el círculo académico de Pitágoras, por inepto y holgazán, apoyado de su ámbito económico y sus parientes megarenses emprendió una campaña proselitista aunado a una violencia extrema para hacerse del poder de Atenas siendo uno de sus objetivos acabar con la corriente pitagórica y su círculo académico para vengar la ofensa. Se hizo un político además de malo asesino.

Del año 41 A.C- se tiene el caso de Claudio que según Robert Graves con su obra “Claudio el Dios y su esposa Mesalina”; Insinuado por el mismo protagonista en su reseña histórica como poco menos que serendipia, se sabe lo siguiente:

“Han transcurrido dos años desde que terminé de escribir la larga historia de cómo yo, Tiberio Claudio Druso Nerón Germánico, el tullido, el tartamudo, el tonto de la familia, a quien ninguno de sus ambiciosos y sanguinarios parientes consideraba digno de la molestia de ejecutar, envenenar, obligar a suicidarse, desterrar a una isla desierta o matar de hambre —que fueron las maneras en que se eliminaron los unos a los otros—, los sobreviví a todos, incluso a mi loco sobrino Cayo Calígula, y de cómo un día fui aclamado inesperadamente emperador por los cabos y sargentos de la guardia de palacio (…) Negarme a ello habría significado no sólo mi muerte, sino la de mi esposa Mesalina, de quien estaba profundamente enamorado, y de nuestro hijo aún no nacido.” (Tiberio Claudio)

Ricardo III de Inglaterra, protagonista de la “Guerra de las 2 Rosas”, conspiró, asesinó gente ––Según el clan Tudor– incluso miembros de su clan los York- para hacerse y hacer uno de los peores gobiernos de la historia inglesa. Era parricida y sádico.

Fidel Castro, llegó al poder de Cuba, no por su campaña guerrillera arto fracasada, sino por la campaña propagandística emprendida para su causa, coronada por la entrevista que le hiciera el 17 de febrero de 1957, Hébert Matthews, del diario New York Times, la cual dio motivo a que Fulgencio Batista el 1 de enero de 1958, abordará con sus acólitos y familia en su avión personal y huyera a santo Domingo dejándole el gobierno de Cuba a los subversivos de Sierra Maestra en bandeja de plata. Desde entonces la paz de Cuba se extinguió.

En Venezuela tenemos nuestro triste episodio, la masa analfabeta funcional, ignorantes de política, los trepadores y oportunistas de oficio, los ilusionados y crédulos de un discurso de retórica demagógica de un resentido vanidoso - Hugo Chávez- recibió y le heredó el gobierno con el voto a un títere holgazán, azote de sindicatos, pretoriano advenedizo del MBR 200, Nicolás Maduro, alias Toripollo, ente totalmente antagónico al espíritu de la política.

Estos son casos peregrinos y patéticos que se suman a la ausencia de virtud de tal protagonismo. La serendipia de Forrest Gump contempla todo lo contrario a estos advenedizos suertudos y a otros que con la mácula de malo nietzscheano -como virtud- mueven sus mañosos tentáculos tal que tahures para ganar el juego electoral y/o estratégico para obtener gobiernos o por lo menos cargos políticos relevantes. Y, otros, para anexar territorios.

De igual forma con sofisticación y espíritu imperialista emergen los radicalistas y megalómanos platónicos. Cómo el caso Putin contra Ucrania. El adlátere de la extinta KBG soviética que no se adapta a un bolchevismo light como su anterior Yeltsin y menos al espíritu justiciero de Gorbachov, su inspiración persiste en un stalinismo genocida paranoico, que ve enemigos a conveniencia solo para adherir a su imperio tierras y recurso. La pérdida de la ya víctima de antaño, Ucrania, es un remordimiento de los dinosaurios del Kremlin y los fanáticos de la gleba comunista con síndrome monárquico. Para Putin no bastó anexarse a Crimea, quiere el resto de Ucrania como trofeo de guerra.

Mientras Volodomir Zelensky, le ofrece al mundo la fidelidad volteriana de su nacionalismo estoico para proteger su nación -como Amazán a la princesa de Babilonia-. Putin, bárbaro, arremete como tártaro que es, contra la soberanía de un pueblo que se desembaraza precisamente, de ese espíritu ancestral salvado del barbarismo tártaro, representado por la muerte por hambre que padeció bajo la bota soviética en los años (30). Putin sin querer queriendo se ha convertido en otro advenedizo de la talla de Kim Jong Un en Corea. Mientras, con un versátil y virtual periplo Zelensky busca apoyo transnacional enmarcado en una idea menos irreal, aunque utópica, modelo de justicia, paz e igualdad para su maltratada Ucrania.

El ansia de anexión imperial los convierte en demagogos por función, pues su argumento anti Nazi no sirve, es más bien el barbarismo solapado de una épica Alejandrina que: presuntuosos, se presentan ante el mundo como ídolos de hierro y oro, y el mundo los condena al sarcasmo y la ironía, como a Alejandro ante Diógenes el cínico. Simplemente se potencian, genocidas.

Compete a un verdadero político saber que: "Moral y luces son nuestras primeras necesidades" Bolívar.

Joise Morillo
@kao_joi_lin
Venezuela-USA

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