No es el momento, ni la gravedad de los hechos,
para comparar entre los Presos Políticos y los más de 22.000 empleados de Pdvsa
botados sin misericordia en el año 2002.
Los presos políticos han tenido y tienen apoyos de
distintos sectores e instituciones
nacionales e internacionales, al punto que se va a materializar en la AN-2006,
la presentación, discusión y segura
aprobación de la ansiada y muy conveniente LEY DE AMNISTÍA, cuyo objetivo es, además de lograr la plena
libertad incondicional de los presos quienes
cumplan con los requisitos que se
especifican en el texto de la ley, dictar normas para impedir se repitan estas
indebidas e injustas situaciones. La gran mayoría de la población espera y
clama por esta ley.
Lo que parece que se ha colocado en el rincón del
olvido es la reparación moral, física y material que sufrieron, y cuyas consecuencias las siguen sufriendo,
la inmensa cantidad de empleados
petroleros y sus familias -cien mil personas aproximadamente- que por
efecto de una mente desquiciada, de un plumazo, sin aviso y sin protesto,
quedaron no solo presos con libertad muy
condicionada, sino que perdieron su empleo en la industria petrolera nacional,
sus ahorros acumulados y las correspondientes y debidas prestaciones sociales.
En resumen, nos estamos refiriendo al tiempo de labor – que no se recupera- y
miles de millones de bolívares, que deberían ser objeto también de preocupación
en la AN-2016, para buscar la vía de su reembolso a los ex empleados que aún
están con vida y a los deudos de quienes murieron a la espera de su
reincorporación o pago de lo que por injusticia les robaron.
Acepto que para la AN-2016 hay, por exceso, tareas
muy importantes para controlar, para legislar o para emitir acuerdos. Recién se
discutió un Proyecto de Acuerdo en rechazo ante las declaraciones injerencistas
del gobierno español y, otro Acuerdo sobre la problemática del agua en el país.
No dudamos la conveniencia de esos u otros proyectos. Pero nos queda un mal
sabor que en la AN-2016 no se asome, más que la conveniencia, la prioridad en
su obligación de discutir un urgente acuerdo sobre el “holocausto petrolero del
2002”: sus maléficas razones y la justa reivindicación económica. “Gente del
Petróleo” tiene muchas palabras que decir al respecto. Es hora.
Daniel Chalbaud Lange
vonlange1939@gmail.com
@danielchalbaudl
Carabobo –
Venezuela
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