viernes, 20 de enero de 2017

BEATRIZ DE MAJO, PELIGROSA EN UN TERRENO, IRRELEVANTE EN OTRO.

COLOMBIA EN CAPSULAS

Cada pais tiene su propia angustia y su propia esperanza con la llegada a la Casa Blanca del líder mas inusual que se haya sentado a despachar desde la oficina oval del palacio presidencial norteamericano.

Con un tono y apariencia y estilo fuera de lo común, este desafiante hombre de negocios sin duda pondrá su empeño en diferenciarse de su predecesor en todos y cada uno de los terrenos y es  justamente en este esfuerzo por ser singular  y por no desperdiciar la ocasión de dispararle dardos a Barack Obama, que Colombia se sentirá puesta a un lado por la nueva administración  luego de haber hecho de Barack Obama una pieza clave de su acercamiento con Cuba y , por ende de la paz que logró pactar con la guerrilla para su país.

Ese importantísimo tema de la paz neogranadina será un asunto saldado y sobrepasado para Donald Trump y su equipo, siendo la consecuencia de ello que el país vecino no pasará a ser sino uno más dentro de la panoplia de la diversidad latinoamericana. Lo que se llama en ingles un “nonentity”, ni más ni menos. Es decir, un país irrelevante a pesar de los premios Nobel que ostente su Jefe de Estado

Por su lado, los líderes colombianos estarán más ocupados en recomponer su maltrecha economía que en asegurar vínculos estrechos con los gringos de este nuevo gobierno. Si bien el tema de la paz logró enfocar a Juan Manuel Santos en los temas que el estimaba trascendentes en lo personal y en lo nacional, la pérdida de foco que se experimentó por haber quemado todos sus cartuchos con la gesta de paz sin ocuparse seriamente de la necesidad de redensificar la economía nacional, la van a estar pagando ahora. 

No solo su economía en lo interno es precaria y endeble. En lo internacional Colombia ha perdido mercados, ha perdido competitividad, ha perdido la condición de gran exportador que la acompañó por años, antes de convertirse en una potencia petrolera. Mientras el petróleo recupera el espacio que ha perdido – si es que ello llegara a ocurrir- un esfuerzo enorme de recuperación tiene que ser hecho desde suelo neogranadino, al tiempo que la mirada del norte estará centrada en otras latitudes y en otros derroteros. El “nombre del juego” en la época que se inicia con esta nueva presidencia republicana no va a ser el de la cooperación sino el del proteccionismo. Y en el ínterin, Colombia no se ha preocupado por conseguir y consolidar vínculos sólidos ni con Europa ni con Asia.

 Hay un área oscura en la que Juan Manuel Santos no contará con una mirada complaciente de parte de los recién llegados al poder en el norte. Es el campo del narco-negocio, un terreno al que Colombia ha decidido no combatir de manera terminante sino esconder la basura bajo la alfombra despachándola a más allá de la frontera del Arauca donde ha conseguido un buen y seguro refugio. Alli las FARC y las mafias narcotraficantes están siendo toleradas por Colombia, auspiciados por elchavismo-madurismo, soportadas por la Cuba castrista y actúan a sus anchas y con la complicidad activa de muchos militares cercanos al poder venezolano.

Cerrar los ojos ante una contaminación que afecta a la población norteamericana en su esencia y su salud y que está haciendo causa común con los radicalismos islámicos y el terrorismo jihadista, no es lo que puede esperarse que hará el nuevo  Presidente de los Estados Unidos.  Y es bueno que Colombia vea esta realidad con claridad meridiana.


Es muy posible, pues, que entre las prioridades de Washington para cumplir con la promesa de hacer a “ America grande de nuevo” se encuentre un apretón de tuerca fuerte para  Colombia y para sus nuevos socios de al lado.

Beatriz De Majo
bdemajo@gmail.com
@BeatrizdeMajo1
El Nacional

Miranda - Venezuela

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