lunes, 6 de febrero de 2017

MARIO JAVIER PACHECO, URIBE Y DUQUE, EL EQUIPO, CASO COLOMBIA

DESTRUCCIÓN DE LA ESTRUCTURA DEMOCRÁTICA

Hablar de corrupción en el gobierno que compró el Nobel, cosificó la justicia,  reptilizó* senadores y generales y malversó el erario, es llover sobre mojado, pero no por eso podemos caer en la desesperanza, porque entonces nada salvará a los jóvenes colombianos de parecerse a los jóvenes cubanos y venezolanos, apeteciendo tras el vidrio de los restaurantes el plato que comen los demás,

Nuestra descendencia no merece nuestra cobardía.

El proceso de paz de La Habana fue milimétricamente calculado para destruir la estructura democrática colombiana, desde su mismo interior e implementar el socialismo, que ya tenemos en las narices como lo tuvieron sin saberlo, los cubanos que vivaron a Fidel en Bahía Cochinos y los que aplaudieron a Chávez el 14-04-02 en La Orchila cuando derrotó a Pedro Carmona y dijo que “Venezuela va hacia la misma dirección, hacia el mismo mar hacia dónde va el pueblo cubano, mar de felicidad, de verdadera justicia social, de paz “

No son conjeturas conspiranoicas, estamos ante hechos cumplidos que sufren los países vecinos, con excepción de Panamá, en donde Varela ya le hace coquitos a quienes desgracian pueblos.

Medio país está levantado y en alerta. Se opuso a la mentira de las FARC y ganó el Plebiscito contra los acuerdos, pero la victoria solo sirvió para constatar cuán lejos había llegado la infiltración y cuanto había minado la corrupción a las instituciones, porque al mejor estilo totalitario, Santos le escupió al pueblo su triunfo y con su: Yo hago lo que me da la gana, le ordenó al Congreso y a la Corte que pasaran sobre la decisión popular y le aprobaran a pupitrazo los acuerdos.
Uribe es la resistencia junto a media Colombia y al lado de un grupo de líderes entre quienes se destaca su pupilo, su compañero, su asesor, su consultor económico Iván Duque Márquez, a quien preparó para ser el presidente de la esperanza y de las redenciones institucionales y a quien por tal razón le llueven piedras de los santistas, que estimulan rencillas y ambiciones dentro del propio Centro Democrático.

Calumniaron a Duque de lo inverosímil, pero las calumnias se fueron por el caño, porque los calumniadores no previeron que Uribe escogió a su coequipero cuando comenzaba la carrera y lo conoce mejor que nadie. Llevan juntos muchos años como portaestandartes de la honestidad, en el triunfo y en las adversidades; Duque es su obra, es su equipo para salvar al país, y a Uribe hay que creerle.

• Del verbo portugués Reptilizar: tornar(-se) réptil ou semelhante a réptil; tornar(-se) rasteiro, rastejante; fazer perder ou perder qualidades morais elevadas

Mario Javier Pacheco García
mariojavierpacheco@gmail.com
@mariojpachecog
Colombia

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