DESTRUCCIÓN DE LA ESTRUCTURA DEMOCRÁTICA
Hablar de corrupción en el gobierno que compró el Nobel, cosificó la
justicia, reptilizó* senadores y
generales y malversó el erario, es llover sobre mojado, pero no por eso podemos
caer en la desesperanza, porque entonces nada salvará a los jóvenes colombianos
de parecerse a los jóvenes cubanos y venezolanos, apeteciendo tras el vidrio de
los restaurantes el plato que comen los demás,
Nuestra descendencia no merece nuestra cobardía.
El proceso de paz de La Habana fue milimétricamente calculado para
destruir la estructura democrática colombiana, desde su mismo interior e
implementar el socialismo, que ya tenemos en las narices como lo tuvieron sin
saberlo, los cubanos que vivaron a Fidel en Bahía Cochinos y los que
aplaudieron a Chávez el 14-04-02 en La Orchila cuando derrotó a Pedro Carmona y
dijo que “Venezuela va hacia la misma dirección, hacia el mismo mar hacia dónde
va el pueblo cubano, mar de felicidad, de verdadera justicia social, de paz “
No son conjeturas conspiranoicas, estamos ante hechos cumplidos que
sufren los países vecinos, con excepción de Panamá, en donde Varela ya le hace
coquitos a quienes desgracian pueblos.
Medio país está levantado y en alerta. Se opuso a la mentira de las FARC
y ganó el Plebiscito contra los acuerdos, pero la victoria solo sirvió para
constatar cuán lejos había llegado la infiltración y cuanto había minado la
corrupción a las instituciones, porque al mejor estilo totalitario, Santos le
escupió al pueblo su triunfo y con su: Yo hago lo que me da la gana, le ordenó
al Congreso y a la Corte que pasaran sobre la decisión popular y le aprobaran a
pupitrazo los acuerdos.
Uribe es la resistencia junto a media Colombia y al lado de un grupo de
líderes entre quienes se destaca su pupilo, su compañero, su asesor, su
consultor económico Iván Duque Márquez, a quien preparó para ser el presidente
de la esperanza y de las redenciones institucionales y a quien por tal razón le
llueven piedras de los santistas, que estimulan rencillas y ambiciones dentro
del propio Centro Democrático.
Calumniaron a Duque de lo inverosímil, pero las calumnias se fueron por
el caño, porque los calumniadores no previeron que Uribe escogió a su
coequipero cuando comenzaba la carrera y lo conoce mejor que nadie. Llevan
juntos muchos años como portaestandartes de la honestidad, en el triunfo y en
las adversidades; Duque es su obra, es su equipo para salvar al país, y a Uribe
hay que creerle.
• Del verbo portugués Reptilizar:
tornar(-se) réptil ou semelhante a réptil; tornar(-se) rasteiro, rastejante;
fazer perder ou perder qualidades morais elevadas
Mario Javier Pacheco García
mariojavierpacheco@gmail.com
@mariojpachecog
Colombia
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