CONSOLIDAR LA UNIDAD Y AMPLIA CONSULTA
Poniendo a funcionar un poco el sentido común, y dejando de lado las
profundidades, los recovecos de los exámenes y conclusiones sin dubitaciones,
es factible que cualquier ciudadano que se detenga a mirar lo que acontece en
nuestro país pueda llegar a acertadas sentencias. En suma, a la esencia del asunto que nos
pueda conducir a la salida de un régimen que, en su agónica lucha por no perder
sus prebendas, hace y deshace lo que sea con la Constitución para evitar la
realización de las elecciones de gobernadores y alcaldes.
Pocas dudas quedan de que el gobierno que preside Nicolás Maduro, a
pesar de que su origen es producto de la voluntad popular, su proceder es de un
régimen tirano. Su acción, por ejemplo, en los últimos meses ha sido más
implacable, más cruel, que se profundizará y se hará más habitual en la medida
en que la oposición se encuentre desarticulada y fuera de foco.
Entonces, hay que preguntarse: ¿Cuál es el flanco débil del gobierno?
¿Quién hasta ahora controla a discreción el poder de fuego y todas las
instituciones del Estado, con excepción de la Asamblea Nacional que a la par
tiene acorralada? Muy sencillo, el lado frágil del régimen radica en que, según
los guarismos de la encuestadora Delphos, 90% de opositores y oficialistas consideran
que la situación del país es negativa; mientras que la empresa Datanálisis
habla de 95.1%. Además, según las
proyecciones, Maduro goza sólo de 10% de respaldo con tendencia a continuar
descendiendo.
La tesis electoral, que es la que favorece a los sectores democráticos,
con todo el ventajismo y parcialidad del CNE, es para donde hay que empujar con
la fuerza de la sinergia. Remar al mismo ritmo y hacia una misma dirección.
Tramados en un solo bloque para que se lleven a cabo las elecciones contempladas
en la Carta Magna; una salida tratada entre los dos polos.
Hay quienes se hacen la siguiente interrogación: ¿para qué son útiles
las elecciones de gobernadores y alcaldes si al fin y al cabo el gobierno
nacional los va a asfixiar? Esa apreciación no es del todo cierta. Allí están
los tres gobernadores de los estados: Miranda, Lara y Amazonas; y las 98
alcaldías que representan un 30% aproximadamente de los municipios de nuestro
mapa. Ahora, muy distinta sería la
situación si a manos de la oposición fueran a dar veinte o más de las
gobernaciones y 90% de los gobiernos locales.
Habría un organismo de un gran poder que reunido en asociaciones de
gobernadores y alcaldes se sumarían al coro de voces nacionales e
internacionales que piden la salida de Nicolás Maduro de la presidencia de la
república.
Todo esto será posible si las cabezas de los partidos políticos reunidos
alrededor de la Mesa de la Unidad Democrática buscaran consolidar la
unidad. Procedieran con una sola e
inequívoca estrategia política. Se
dedicaran a atacar un solo frente en lugar de abrir otros más. Si le
presentaran al pueblo un programa que conllevara las medidas para frenar a los
destructores del progreso, de la civilidad, del bienestar económico; para salir
de la miseria donde el madurísmo y el comunismo los han sumido.
Finalmente, hay que apurar el paso.
Cumplir con el compromiso de consultar a los estudiantes, los foros
universitarios, Fedecámaras, las academias, ONGs como Foro Penal y Codevida,
los familiares de los presos políticos, los sindicatos, etcétera.
Rafael García Marvez
garciamarvez@gmail.com
@RGarciaMarvez
Carabobo - Venezuela
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