UN PARLAMENTARIO EFICAZ
Santos inventó una guerra para ganar el nobel, que desde entonces se
escribe con minúscula, e hizo posible lo imposible y lo ilegal, legal, como
dijo Fabio Echeverry Correa, convirtiendo al país en un estado fallido, sin más
moral que el dinero, donde el crimen paga, los corruptos se enriquecen y los
medios tapan.
Era tan cercano Santos al multimillonario Marcelo Odebrecht, constructor
de la Ruta del Sol y de la vía Ocaña-Gamarra, que lo invitó a almorzar con
Obama en Cartagena el 15 de abril de 2012.
Marcelo Odebrecht pagaba coimas millonarias por cada contrato y por eso
lo sentenciaron a 19 años de prisión en Brasil, entonces para bajar la pena
ofreció delatar a sus sobornados, y en Colombia cayó Otto Bula, quien también
delató para rebajar pena, y entre sus delaciones dijo que a la campaña de
Santos de 2014, le había girado un millón de dólares. Después dijo que no lo
dijo ni lo hizo.
El ventilador de Odebrecht satanizó todo lo que había tocado, tanto lo
podrido, como lo sano, lo cual no quiere decir que las obras fueran
innecesarias ni sus gestores bandidos, al contrario, son casi todas
prioritarias y en el caso de la vía Ocaña-Gamarra es un clamor histórico, cuya
realización tramita el parlamentario Ciro Rodríguez desde 2006, por eso lo
mencionó Luis Fernando Andrade entre los congresistas que presionaron por la
vía, esa era su obligación parlamentaria.
La mención fue tergiversada por los medios/jueces, que hacen de la
especulación una prueba, de la presunción un fallo y del micrófono un
banquillo.
A Ciro Rodríguez se le considera como el parlamentario más eficaz de la
región noroccidental de Norte de Santander y la Provincia de Ocaña, superando a
ministros y senadores; evidencia su gestión en electrificación rural, salud,
educación, informática, vías y muchos otros sectores. Su ritmo de trabajo es
fuerte.
La vía Ocaña- Agua Clara fue uno de sus propósitos, no porque se la
inventara, sino porque es una necesidad sentida de los ocañeros. Significa su
salida al mundo, así como la de Cúcuta. Una vía en la que el alto gobierno no
se interesaba hasta que aparecieron los Parody, Odebrecht y Ñoño Elías, que
hicieron esfumar las dificultades de tantos años y todo se facilitó, Inclusive
se firmó el contrato sin necesidad de licitar. Así que quedaron contentos los
honestos y los corruptos.
La vía es un imperativo regional. Sin ella son escasos el Estado, el
desarrollo y la ley. El Catatumbo lo refleja en narcotráfico, pobreza y
violencia.
En 1570 no se podía entrar a América por el Lago de Maracaibo porque los
indios quiriquies no dejaban, y se ordenó fundar el Puerto de Ocaña y Ocaña,
para entrar por el Magdalena. La ciudad se hizo importante, y en ella Bolívar
culminó la Campaña del Bajo Magdalena y comenzó la Campaña Admirable. En Ocaña
la belleza de las Ibáñez enamoró a la independencia y en el Congreso de 1824
Ocaña fue propuesta como capital de la Gran Colombia, nación que murió aquí en
la Convención de 1828. En 1849 fue erigida como capital del departamento de su
nombre –Provincia les llamaban entonces.
Cuando a los ríos reemplazaron las vías, Ocaña quedó aislada por sus
montañas. Ya no fue más capital, las riquezas se esfumaron igual que los
comerciantes y la cubrió el olvido.
Comenzó entonces la lucha por
volver a ser; a que Colombia comprendiera que si Ocaña volvía a estar unida con
el río, la ruta del carbón enlazaría los valles de Cúcuta con el Atlántico y el
interior del país, inclusive a Venezuela. Desde Capulco hay navegabilidad todos
los días del año por el Magdalena. Sin carretera la única opción fue el Lago de
Maracaibo, hasta que Nicolás Maduro, nuevo quiriquie, cerró la frontera y los
ojos volvieron sobre la vía.
La salida hacia el Magdalena se intentó en 1914 cuando el gobierno
aceptó perder a Panamá por 25 millones de dólares de Estados Unidos, que se
invertirían en la red vial, - igual que los millones de Isagen- y a Ocaña le
adjudicaron tres millones para unir Cúcuta y Gamarra con un cable aéreo
alucinante, pero la plata alcanzó para el tramo Ocaña-Gamarra que operó desde
1929. Tenía 37 kilómetros de extensión y sus góndolas de pasajeros y de carga
bambolearon sobre los abismos hasta 1947 cuando se desmontó porque se abrió la
mísera carretera que terminó por aislar a la región en la desesperanza.
No pudieron construir la vía ni los ministros de Ocaña Lucio Pabón
Núñez, ni Argelino Durán Quintero y la carretera se convirtió en bandera falaz
de cuanto político aparece.
En Gamarra confluye un transporte multimodal fluvial, férreo y
terrestre, y su eficacia quedó demostrada en septiembre de 2016 cuando en un
solo embarque Coal Corp transportó cuatro mil toneladas de carbón, que hubieran
requerido 125 tractomulas. En el último contrato se firmó el compromiso de la
Sociedad Portuaria de Capulco, de mover 1´350.000 toneladas de carbón al año,
con ahorro cercano a los diez millones de dólares.
La delación de Odebrecht sobre los sobornos, originó varias acusaciones
de corrupción, entre ellas la del senador Iván Duque Márquez, por acciones
fraudulentas para acceder a los contratos; la ANI también solicitó, el 18 de
enero, la nulidad contractual con toda razón, pero lo importante es que la obra
no se detenga. Es necesaria e imperativa.
Los buenos vientos para la vía se incrementaron en 2014 cuando el
presidente Santos, Vargas Lleras, Gina Parody, Cecilia Álvarez y los demás
ministros del gabinete, incluyendo al hoy Fiscal Néstor Humberto Martínez, que
entonces era ministro, firmaron el documento Conpes 3817 declarando la
importancia de la Ruta del sol.
Todo se dio para que Bula, hoy en la Picota, obtuviera para Odebrecht el
sector dos, tramo Gamarra-Río de Oro, sin trámite licitatorio y con aumento de
número de peajes y de su valor y lo peor, tasando a 17 mil millones el
kilómetro, en lugar de 5 mil millones, además de ampliar el plazo de la
concesión hasta el año 2035. El contrato inicial fue estructurado por Federico
Gaviria, amigo del exministro Gabriel García Morales, quien recibió 6.5
millones de dólares por el mandado.
La presión desde cuatro esquinas distintas hizo fácil que Andrade de la
ANI y Ferracuti de Odebrecht firmaran el otro sí en marzo de 2014: La del
pueblo, encabezada por Ciro Rodríguez, sin otro interés que la utilidad
pública; la vial, de Odebrecht, encabezada por Bula, Ñoño Elías, Gabriel García
y otros congresistas; la gratitud y amistad de Santos, cuya campaña presidencial,
según Bula tuvo financiación de Odebrecht, y la portuaria, de Manuel Parody,
encabezada por su hermana Gina, ministra y novia de la ministra de vías que
benefició a su cuñado.
No todo queda acá. Los lazos de la familia Parody D´echeona son muy largos,
además de manejar la Sociedad Portuaria de Cartagena, y el puerto de
Buenaventura que mueve el 60% de las exportaciones y unos dos mil millones de
dólares al año, manejan por concesión puertos en Argentina y Costa Rica. Sus
ingresos son fabulosos y Manuel, que fue uno de los 15 invitados por Santos al
almuerzo en el Palacio de Buckingham con la reina Isabel, es un hombre de
negocios polémicos, como lo pueden aseverar sus socios de Cartagena.
Este será otro tema, la ostentación de poder de los Parody que
desplazaron a los habitantes de tres pueblos de pescadores, corregimientos de
Gamarra a la orilla del río, del que derivaban desde hace 4 siglos su sustento,
son ellos El Contento, Puerto Viejo y Capulco. A las familias les entregaron
unas casas de interés social al otro lado del pueblo, donde no tienen como
trabajar, porque perdieron el río.
Por ahora lo importante es que la obra culmine y que Ciro Rodríguez siga
presionando sin temor ante las autoridades nacionales el progreso regional.
Ojalá otras regiones del país pudieran tener un parlamentario de su talante.
Mario Javier Pacheco García
mariojavierpacheco@gmail.com
@mariojpachecog
Colombia
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