Desde el inicio, debemos
aclarar que los planes económicos (en plural) del gobierno nunca han existido,
siempre ha sido uno, al cual cambian nombre según la coyuntura, basta
revisarlos para darnos cuenta que siempre es lo mismo; mismo control de cambio
(corruptísimo), controles de precios, imposición de salarios, centralismo de la
distribución, infinidad de diálogos tan desgastados como inútiles con diversos
sectores, todo esto siempre va acompañado de operativos especiales del
organismo de turno encargado de “defender” a los usuarios/clientes, operativos
que duran pocas semanas para generar la impresión que “ahora sí funciona la
cosa”… al poco tiempo todo sigue su rumbo de empeoramiento y destrucción, cada
vez más aprisa.
¿Por qué no funcionan?
El principal interesado que dichos planes económicos no funcionen es el propio
gobierno, pues una economía sana brindaría independencia a los ciudadanos, no
tendrían que depender de furtivas “políticas sociales” cuyo fin es la
manipulación electoral, una economía destrozada como la actual fabrica
venezolanos débiles, susceptibles a las manipulaciones/amenazas del gobierno.
Ahora bien, desde Chávez
la revolución Socialista del Siglo XXI sacó mal las cuentas, tal como aseguró varias
veces desde su ególatra programa televisivo “Aló Presidente”, el “comandante”
creyó el barril de petróleo jamás descendería e incluso afirmó ingenuamente
llegaría a 500$ o más, desde esa errática comprensión del tema, diseñó su
Estado paralelo con miras sustituir definitivamente al que conocemos desde que
la democracia anidó en nuestra historia. Por tal motivo, la revolución chavista
es innatamente petróleodependiente, por ello tenía estampado en su frente el
fracaso, agudizado por la quiebra de la Pdvsa roja rojita, por la corrupción
más espeluznante que haya conocido la humanidad, por la desidia tras la
partidización de las instituciones públicas y demás secuelas propias de la
cubanización de Venezuela.
El Presidente Maduro
acorta los intervalos entre anuncios económicos, cada uno de ellos con mayor
rimbombancia al anterior, al unísono, cada fracaso es también más rimbombante
al anterior. En esta etapa sin petrodólares al chavismo se le ven los huesos,
no tiene la cualidad ni interés requerido para salir de la peor crisis de
nuestra historia pues requiere del trabajo y la educación los cuales se encargó
de destruir, es lo único en lo que ha sido sumamente eficiente. Por tal motivo,
trata de ganar tiempo con más y más anuncios mientras trata de extraerles las
entrañas a nuestra patria extrayendo las inconmensurables riquezas que posee,
eso sí, con métodos y transacciones llenos de opacidad e irregularidades.
Así como ocurre con los
procesos electorales, las medidas económicas anunciadas por el régimen, estas
de “corrección” y cualquier otra, pasarán por debajo de la mesa, los aumentos
salariales lejos de alegrar al venezolano lo atemorizan, aparte de ser
dramáticamente insuficientes, disparan la inflación y el desempleo.
Lamentablemente, no caben expectativas positivas, no importa cuántos planes
económicos continúe anunciando el régimen, los resultados serán siempre los
mismos, cada vez peores. Venezuela necesita girar 180° de dirección y
conductores, es lo único que detendrá este país agonizante.
Leandro Rodríguez
Linárez
@leandrotango
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