Nada puedo acabar o aplacar nuestro deseo de cambio. Desde Unidad Visión Venezuela entendemos y respetamos la posición de cada quien; desde los que han perdido la fe, los que han migrado, así como a los “critica todo” sin aportar soluciones y que atacan sin argumento alguno a los que seguimos aquí intentando y trabajando para sacar de manera pacífica, constitucional y democrática a los responsables de la crisis del país.
Desde hace rato tenemos claro que de las caídas toca levantarse y de los errores se aprende. Por eso considero que ya es hora de aprender del pasado reciente y descartar todos los caminos mágicos y fantasiosos; debemos comprender y entender que hay que pelear con lo que tenemos: la voluntad de hacer las cosas bien, con quejarnos y sentarnos a esperar no ganamos absolutamente nada, que si votamos en masa, algo puede pasar.
El próximo 21 de noviembre tenemos la oportunidad, no de simplemente sufragar para mantener los pocos espacios que poseemos, en el que liderazgos como Alfredo Díaz en Nueva Esparta, Laidy Gómez en el Táchira o Gustavo Duque en Chacao continúen al frente de sus gobernaciones y alcaldías, sino de votar y elegir a esos nuevos líderes que con su trabajo se han ganado el respeto, la credibilidad y simpatía de la mayoría de sus electores como son los casos de Antonio Ecarri en Caracas y de David Uzcátegui en nuestro estado Miranda.
A nosotros en lo individual, nos animan y dan fuerza esa gente con la cual tenemos contacto a diario, es decir, ese pueblo llano, humilde, trabajador en esa Venezuela profunda a la cual llegamos con programas sociales permanentes que llevamos a cabo a través de #VisiónSolidaria.
Los buenos somos más, por ello más temprano que tarde vamos a volver a ser ese país próspero, pujante y con oportunidades para todos; de hecho ya hemos venido avanzando en ese sentido, con todos esos venezolanos emprendedores que apuestan al país.
Nuestro llamado es a ejercer un voto inteligente, objetivo, en el que sin pasión ni fanatismo valoremos tanto las cualidades éticas y gerenciales de quienes vayamos a elegir, como las posibilidades reales de ganar, es decir pensado desde la razón y no con emoción; no siendo menos importante evaluar la factibilidad y posibilidades de la ejecución de sus ofertas de campaña. Por ello, desde nuestra organización política continuamos revisando minuciosamente quienes serán nuestros abanderados (variopintos) como se han podido dar cuenta los que nos leen, apoyando a quienes estén en sintonía con nuestra propuesta de la vía de las E https://bit.ly/3vlq9xo y que por supuesto gozan del mayor respaldo de nuestro pueblo, sean del partido que sea, solo aceptando y admitiendo su trabajo y verdadero liderazgo.
Es una gran oportunidad que se nos presenta de ir desplazando a quienes están al lado de esos dos extremos que le pueden dar solución a los problemas del país, pero que desde las cúpulas demuestran y confirman no importarle la gente con sus acciones. El camino real para salir de esto es el voto, no perdamos la perspectiva por los hechos recientes.
Debemos hacer el mayor esfuerzo de concentrar nuestras fortalezas -las de todos-en resolver los problemas que aquejan a los venezolanos. No es normal vivir con cortes frecuentes de electricidad, ni con escasez de agua y malos servicios en general. Los políticos debemos entender que el Estado todopoderoso no existe. Hay que darle oportunidad a la empresa privada -ojalá con capital venezolano- se ocupen de resolver estos asuntos que afectan nuestra calidad de vida. Ya está bueno de culpar a externalidades por nuestros problemas. Hagamos el esfuerzo de solucionarlos como si fuésemos uno. Trabajar por Venezuela es prioridad y lejos de mitigar la lucha por el poder, lo promociona.
Omar A. Ávila H.
dip.omaravila4@gmail.com
@OmarAvilaVzla
Venezuela
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