La cual alcanzó su mayor nivel de producción y crecimiento económico unido al desarrollo social en la década de los años 50 del siglo pasado. Nos convertimos en el primer productor de petróleo del mundo con una producción diaria de más de 5 millones de barriles y un crecimiento económico de los más elevados del mundo convirtiendo al bolívar en una de las cinco monedas de mayor soporte en las transacciones internacionales teniendo el banco central de Venezuela elevadas reservas en oro y dólares. En ese tiempo se construyó la segunda mayor red de autopistas del continente, numerosos liceos, universidades, hospitales y grandes desarrollos habitacionales y turísticos. El país recibió a millones de inmigrantes de todas partes del mundo. Obteniendo un ingreso per cápita que nos ubicaba en el pasado dentro de los 10 primeros países con tan elevados niveles y segundo del continente.
En las comunidades dónde operaban en el pasado las empresas petroleras extranjeras en todas, se les dotaba a sus trabajadores de viviendas, asistencia hospitalaria, centros educativos, comisariatos a los cuales se les suministraba alimentos a precios subsidiados, transporte y a las poblaciones donde se encontraban ubicadas se le suministraba agua, luz y se mantenía la vialidad. Alcanzando elevados niveles de desarrollo económico al ser beneficiados por el consumo de los trabajadores petroleros los cuales tenían buenos ingresos.
Desde la década de los 70 al inicio del siglo XXI se observó una disminución en la calidad de vida en muchas de esas comunidades al disminuir las actividades petroleras y sus programas sociales. No obstante el ingreso fiscal por la venta de petróleo siguió siendo el principal sostén para el presupuesto nacional manteniendo una conveniente reserva en el banco central y con ello la paridad cambiaria a pesar de las fluctuaciones de los 80 y 90 se mantuvo en niveles que no permitió la permanencia inflacionaria.
En los años del siglo XXI, se obtuvieron los mayores ingresos de toda la historia de explotación petrolera del país, pero la producción petrolera fue en decadencia hasta alcanzar niveles menores a los 500 mil barriles, actualmente se viene aumentando la producción, actualmente los montos destinados al desarrollo social en las comunidades donde se produce petróleo y gas es mínima, lo cual ha traído consecuencias en mayores desmejoras sociales en esas comunidades petroleras.
Lo podemos observar en los niveles de desempleo, pobreza, servicios públicos y actividad económica. Esto se hace evidente en el éxodo de los habitantes hacia los centros urbanos al centro del país o al exterior. Dejando de ser el petróleo la palanca que sostiene el desarrollo social de esas comunidades donde se explota el petróleo. Muchos pueblos y ciudades que alcanzaron un elevado crecimiento económico y social en el siglo pasado, hoy se encuentran minimizados con poca actividad económica con sus efectos sociales.
Ahora que el petróleo ha mejorado en precio y producción, es necesario apoyar el desarrollo social de las comunidades petroleras, es justo.
Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución
Venezuela
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