Cierra el primer semestre del 2021 con una preocupante
caída de los índices sociales, con sus consecuencias en la calidad de vida de
los venezolanos. Podemos considerar a tres de ellos como los de mayores efectos
en la gente, estos son:
Caída del consumo familiar, inflación y sus efectos en
la pérdida de poder adquisitivo, aumento del desempleo e informalidad.
1. Caída del consumo familiar.
Surge como una constante que ha venido afectando a la
tradicional forma de los Venezolanos a cubrir sus necesidades más urgentes
durante los últimos años, Observándose una reducción este semestre al comparar
con el año 2020 de un 25% en el consumo familiar Los distintos análisis publicados por las
organizaciones especializadas en estudiar los hábitos de consumo y las
cantidades utilizadas para alimentarnos, nos indican una reducción del consumo
entre 60% y 75% de alimentos esenciales como carne, leche, pescado y pollos en
estos últimos 4 años. Lo cual es corroborado por los gremios que agrupan a las
empresas productoras de estos alimentos esenciales, lo mismo se observa en el
consumo de ropa y zapatos, así como en electrodomésticos. Igualmente no se
disponen de recursos para reparaciones de los artefactos dañados o mejoras en
las viviendas. Más del 80% de las familias se encuentran con ingresos por
debajo del valor de la canasta alimentaria.
2. Inflación y sus efectos en la pérdida del poder
adquisitivo.
No hay duda que la hiperinflación que nos afecta, es
la principal causa de la perdida del poder adquisitivo observada. Este semestre
se hace evidente por la incontenible hiperinflación, la cual año tras año crece
en la medida que el Banco Central se ha convertido en la mayor fuente de financiamiento
del gasto público. Más de un trillón de bolívares en circulación lo demuestran,
observándose que las medidas adoptadas para reducir el avance inflacionario sus
resultados son lesivos a los ciudadanos, al limitar su acceso a los créditos al
consumo, financiamiento de viviendas, vehículos, etc.
3. Aumento del desempleo e informalidad.
El crecimiento del desempleo e informalidad es
preocupante en la medida que se observa como han venido miles de empresas
privadas reduciendo su actividad o simplemente cerrando, lo cual unido a la
paralización de buena parte de la actividad económica pública, deja casi nula
las posibilidades de generar nuevos puestos de trabajo. Se estima que unos 10
millones de trabajadores están desempleados o ejercen la actividad informal,
solo tienen empleo estable unos 6 millones de los cuales 2.8 millones trabajan
en los distintos organismos públicos y 3.2 millones en las empresas privadas.
Se observa un preocupante éxodo de las zonas rurales y de los pueblos menos
habitados hacia los centros urbanos en busca de lograr puestos de trabajo o
forman parte de los millones de emigrados a otros países.
Estos índices sociales reflejan la realidad de las
limitaciones que afectan a la mayoría de la población Venezolana, con sus
efectos en nuestra Calidad de Vida, estando considerada Venezuela por las
Naciones Unidas como uno de los países con los más bajos índices en desarrollo
humano y niveles de felicidad. Lo cual obliga a los responsables de la
conducción pública a buscar urgentes soluciones a la complejidad social en la
cual nos encontramos.
Vicente Brito
vicent.brito@gmail.com
@vicentejbrito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución Vicente Brito
Venezuela
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