Este artículo lo escribí hace unos años aún con Chávez vivo. Hoy a las puertas de un cambio en la Asamblea pareciera que estos "chinos" adivinaron las cosas.
Quelido Plesidente Chávez. Hemos tlatado de buscal una leunión con usted
pelo ha sido un pelo difícil. Decidimos entonces esclibil pol este medio que
nos dijelon es alechísimo.
Pelmitanos plesentalnos. Nosotlos somos emplesalios chinos y como usted
tiene una pepela con China quelíamos envial algunos consejos pala que no pele
tanto como nosotlos. Con todo lespeto le quelemos decil que usted está
lepitiendo las mismas tontelías de Mao con las comunas, el contlol de plecios y
las explopiaciones. Pol ese camino le va a il malísimo. Nosotlos tuvimos que
cambial polque ya ni aloz teníamos pala comel y entonces empezamos a imital a
los que fablican mucho y venden mucho. Ahora nos va mejol. Mucho mejol.
La cosa no es fácil de explical, pelo a uno de nuestlo glupo se le
oculió un ejemplo que es lo que quelemos compaltil.
Nuestlo paisano Shan Chi Tou vino a Venezuela a plobal suelte. Le costó
un pocotón de cobles, pelo bueno eso no viene a cuento. Shan empezó a vendel
cosas y vivía bien. Conoció a un venezolano medio loco que decía habel
inventado un lemedio pala las hemoloides. Shan se asoció con el tipo y pusieron
una fablica pala ploducil la medicina. Pala solplesa de los dos, el gobielno
empezó a hacel pedidos y cada vez más glandes. La fáblica cleció y plonto tenía
muchos empleados, galpones pala la matelia plima y pala las máquinas.
Llego un día que el gobielno decletó a la medicina pala las hemoloides
como altículo de plimela necesidad y le fijó el plecio de venta. Al plincipio no impoltó mucho, pelo a medida
que pasaba el tiempo el gobielno aumentaba los sueldos y las matelias plimas
eran cada vez más calas. Llegó el día que los costos elan mayoles que los
inglesos y entonces Shan y su socio pidielon al gobielno aumental el plecio de
la medicina. El gobielno dijo que no polque había que plotegel al pueblo
sobelano. Shan pasó mucho tiempo pensando que hacel. Decidielon celal la
fáblica. Se llevaron las máquinas a otlo país.
En el gobielno de Venezuela hubo pleocupación. Ya no había la clemita balata
y la gente tenía ilitado todo. Solo se encontlaba en la flontela, en dólales y
calísima.
Ese es el cuento Plesidente Chávez. Si usted contlola los plecios los
tipos se van al calajo y usted se queda sin el chivo y sin el mecate.
Plomueva, como nosotlos ahola, el
cleal emplesas y fáblicas. Ellas clean mucho empleo y si la gente tiene cobles
no tiene que estal contlolando y, además, la inflación se delumba solita.
Bueno espelamos que le gusten los consejos y pala que le gusten más le
decimos que o lo hace así o la economía lo va a sacal de su sillota .
Y muchas glacias al señol Montolo pol dejalnos esclibil aquí. Si algún
día viaja a China lo invitalemos a cenal.
PD. Calacas muy fea. Unos tipos nos quitalon las caltelas y los
celulales. Como dicen malacuchos: velga de susto.
Eugenio
Montoro
montoroe@yahoo.es
@yugemoto67
Zulia
- Venezuela
No hay comentarios:
Publicar un comentario