“Cuando
menos lo esperamos, la vida nos coloca delante de un desafío que pone a prueba
nuestro coraje y nuestra voluntad de cambio.” Paulo Coelho
La Universidad, así, con mayúsculas, es una
organización axiológica por naturaleza y por definición. Ella educa en valores
y los transmite a través de sus funciones esenciales: la investigación, la
docencia y la extensión; por eso exige de cada miembro de su comunidad un
comportamiento ético. La autonomía es un principio básico que le es inmanente,
lo cual le permite investigar y formar jóvenes con plena libertad y
relacionarse con la sociedad de múltiples maneras, en tanto que su relación con
el Estado es y debe ser de cooperación, jamás de sumisión. Su autonomía como
principio, y sus valores, hacen de la Universidad una de las instituciones más democráticas del mundo
y por esa razón la autoridad se ejerce por convencimiento y no por imposición.
La Universidad es una institución milenaria
al igual que la iglesia católica; el carácter axiológico de ambas instituciones
es lo que les ha permitido trascender en el tiempo y ser respetadas. Así como
no se puede culpar a la iglesia cristiana por la existencia de tantos
pecadores, no se puede culpar a la Universidad por la existencia de malhechores
dentro o fuera de ella.
Ud. se equivocó Sr, gobernador. Sus
declaraciones contra la Universidad del Zulia son denigrantes, desafortunadas e
inaceptables; han merecido el repudio de todos los universitarios honestos
quienes han contribuido, gracias a la Universidad, a construir un gran país,
ese que actualmente flota en un mar de miseria gracias a los extravíos,
extravagancias e incapacidad del régimen que Ud. hoy defiende.
No se puede servir a dos amos a la vez. Su
error de cálculo, o tal vez su estado anímico por la proximidad de una derrota,
le indujo a expresarse de esa manera indigna e intolerable. Lo mínimo que le
exigimos Sr. gobernador es respeto por la Universidad, ese sentimiento que
según la Real Academia induce a tratar con deferencia tomando en consideración
al mérito.
Ud. perdió el respeto de los universitarios y su entorno familiar. Ud. decidió quedarse del lado de quienes no lo quieren y aún desconfían de su lealtad, pero además, perdió el afecto de quienes todavía lo apreciaban. Se quedó Ud. con los enemigos de siempre y sin los amigos de antes. Su falta de sindéresis y su pérdida de cordura pone en duda su condición de gobernante de una gran región como el Zulia, que ama a su Universidad porque la considera el baluarte de su esperanza. Los universitarios, hijos agradecidos de la Universidad del Zulia estamos conscientes que después de estos tiempos de obscuridad, saldrá el sol luminoso para todos.
¡Post
Nubila Phoebus!
(Levantemos el corazón)
Neuro
Villalobos
nevillarin@gmail.com
@nevillarin
Zulia
- Venezuela
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