viernes, 6 de noviembre de 2015

JOSUE ARTURO MOLINA SUAREZ, COMO SEA

Las escenas adelantadas en la precampaña electoral a la Asamblea Nacional, avizora guerra sin cuartel en la campaña a iniciarse el trece de noviembre próximo. Los candidatos se aprestan a desarrollar la última fase electoral con el ímpetu de los gladiadores.

Los aspirantes que se sienten perdedores comienzan a mostrar las uñas cortadas por los dientes, e intentan cualquier banalidad para procurar manipular la opinión de los ciudadanos en contra de su adversario.

El oficialismo amenaza a lo mero macho con ganar como sea, o de no entregar el poder legislativo si llegan a perder, e incluso hablan de la conformación de juntas militares, olvidando que desde hace dieciséis años gobiernan algunos de ellos, con altísimas reprobaciones en sus gestiones administrativas, y quienes diariamente desplazan a los civiles en las posiciones relevantes para la toma de decisiones.

Intervienen conversaciones telefónicas y las hacen ver como conspiraciones. El delito es decir que la situación en Venezuela es crítica, y que los ciudadanos sufren el alto costo de la vida impuesto sin clemencia por el régimen, con la inflación cercana al 500%, y la corrupción e inseguridad desbordada.

 El salario mínimo lo incrementan a un poco más de los nueve mil bolívares mensuales, y la canasta básica se dispara a casi los sesenta mil bolívares. Desconocen los contratos colectivos de los trabajadores y reducen a decretos inconsultos los beneficios económicos, negando otros.

La acción populista de la llamada “guerra económica” les ha servido para atropellar empresarios en cualquier nivel, haciendo uso desmedido de los organismos del estado para generarles pérdidas, y obligarlos a cerrar sus locales. La escasez y las colas se incrementan diariamente.

La oposición oficialista olvido su rol y se dedican a  sembrar cizaña contra otros disidentes, por el simple hecho de atreverse a dar a conocer sus propuestas y negarse a seguir las torpezas de la élite. Se vive de gritos y apariencias. El reclamo social carece de interlocutores creíbles.

El desafuero de la élite opositora es de tal magnitud, que luego de despreciar candidaturas naturales como la del médico veterinario Edgar Contreras en el circuito 3, Táchira, ahora le ofrecen la posibilidad de apoyarlo, pero lo obligan a renunciar a las tarjetas que lo postularon. Algo así como “queremos que ese circuito se pierda”. Que desvergüenza.

La estrategia del régimen de crear exclusión y abstención se “entiende” por la pérdida de apoyo ciudadano. Lo que llama a la reflexión es la actitud del ala de oposición oficialista, quienes apuestan por la desmotivación y el descredito. Es raquítico el servicio a favor del sistema de libertades y la pluralidad política. Le hacen el juego al PSUV, y pretenden endosarlo a otros.

El seis de diciembre es la oportunidad para reivindicar la democracia. La sociedad quiere cambio y eso sólo es posible con dirigentes comprometidos con los ciudadanos y la descentralización para la toma de decisiones. Venezuela tiene con que, depende de su gente.

Bienvenido el debate. Dale con la punta del  pie al chantaje. Distingue a los creadores de la guerra sucia, y castígalos con el voto el 6D.

Josue Arturo Molina Suarez
jarturomolina@gmail.com
@JARTUROMS1 

Tachira - Venezuela

No hay comentarios:

Publicar un comentario