Ya estamos en la recta final para las elecciones del 6 de diciembre. En todos lados me encuentro personas preocupadas por el país, y, siempre, un común denominador de preguntas que creo vale la pena reproducir en este escrito e intentar responder desde mi perspectiva.
¿De
verdad, los candidatos de la Unidad pueden ganar este 6 de diciembre?
Esa
pregunta tiene un elevado ingrediente de desesperanza aprendida. Uno se
encuentra con venezolanos que quieren un cambio, que están resueltos a votar
por él, pero al mismo tiempo dudan de la posibilidad de victoria. La cosa no se
queda allí. Hemos llegado al punto de que algunas encuestadoras sorprendidas
con los resultados de sus estudios de campo en estados donde el oficialismo ha
ganado de forma contundente y ahora aparecen perdiendo, como en Portuguesa, han
ordenado repetir las muestras para cerciorarse. La verdad es que no es
necesario tener encuestas para saber que sí podemos ganar la mayoría de la
Asamblea Nacional. Es evidente que el venezolano no es masoquista, la realidad
cotidiana es inclemente y la torpeza del gobierno para agravarla es monumental.
El caso de la nueva regulación del precio de los huevos es una prueba palmaria.
El voto castigo no es un invento de este tiempo, es un recurso que emplea la
soberanía popular cada vez que se le da la oportunidad. Y este 6 de diciembre
no será la excepción. Entonces respondo: Por supuesto que podemos y vamos a
ganar este 6 de diciembre.
¿Si
ganamos, la Unidad va lograr mayoría simple o calificada en la Asamblea
Nacional?
Esta
pregunta me la hacen mucho y me gusta mucho más. Me gusta porque demuestra que
los venezolanos están bien interesados y enterados del tema político y la
incidencia que pueda tener la nueva correlación de fuerzas resultante de las
elecciones parlamentarias. Pero tengo que decir que lo importante es entender
que esa victoria será un paso adelante pero no definitivo en el necesario
cambio que necesita el país. A partir del 6 de diciembre estaremos en presencia
de una nueva ecuación política en Venezuela: quienes gobiernan ya no serán
mayoría. Esto los obligará a bajar el copete, ser humildes y someterse a las
reglas del juego democrático establecidas en la Constitución. Y a la oposición
a ejercer el debido control del gobierno y consolidar con coherencia y
tenacidad la fuerza popular de la unidad para prepararla para nuevas victorias.
¿El
gobierno nos puede hacer fraude este 6 de diciembre?
Ante
esta pregunta creo sensato diferenciar fraude de ventajismo y abuso de poder.
En cuanto al fraude tecnológico, no es posible. Decir que el sistema electoral
puede cambiar el voto de una persona que sufragó por la MUD y apuntárselo al
PSUV no es responsable. Ahora, es importante destacar que nuestros testigos
tienen un papel estelar el día de las elecciones. Es en la mesa donde se menea
la sopa y la realización de la auditoría de las papeletas es la mejor garantía
para certificar y proteger la voluntad del elector. El sistema electoral
venezolano es altamente confiable, negarlo es escupir para arriba y hacernos
autogol. Ahora, una cosa es el sistema electoral y otra las condiciones
políticas de ventajismo y abuso de poder en las que se realizan las elecciones.
En Venezuela es una lamentable tradición que quienes han estado en el gobierno
han abusado de su poder de forma ventajista, en mayor o menor grado, esa es la
verdad; pero los excesos de este gobierno no tienen precedentes. Triquiñuelas
de baja ralea propias de tahúres y embaucadores no podrán contener el ímpetu
pacífico, democrático y electoral del pueblo este 6 de diciembre. Sugiero estar
vigilantes, pendientes de que el Plan República haga respetar a los electores,
testigos y miembros de mesa, hacer las auditorías y salir a votar. Nadie ha
podido demostrar ninguna tesis de fraude electrónico, por allí no va la cosa.
Al ventajismo y el abuso de poder derrotémoslo con votos.
¿Realmente
el voto es secreto o hay manera de que se sepa por quién voté?
Esta
es la principal preocupación de los trabajadores del sector público o de
quienes tienen algún tipo de dependencia del Estado. La verdad es que no se
puede saber por quién voto usted, el voto sí es secreto. A lo sumo, lo que
pueden saber es si usted fue a votar o no. Tenemos el deber de transmitirle
confianza y seguridad a los electores del carácter secreto de su voto.
Seguramente desde el gobierno harán todo lo contrario. No hay razones para
temer.
¿Qué
va pasar en el país si la Unidad gana las parlamentarias?
No
nos dejemos extorsionar por el miedo. Al ganar la Unidad se inicia una nueva
etapa en Venezuela. La mayoría en la Asamblea Nacional no será para impulsar
golpes de Estado, esa es la mentira sórdida de un gobierno al que le encanta
darle golpes de Estado a todo aquel que lo adversa. El gobierno reconocerá su
derrota y el gran ganador será el pueblo y su irrenunciable derecho de vivir en
democracia. Se abre un nuevo horizonte lleno de esperanzas, un nuevo derrotero
que debemos saber andar sin tomar atajos. Recordemos que nuestra fuerza está en
los votos y en la Constitución.
¿Qué
va a pasar si el gobierno gana las parlamentarias?
No
soy de los que sufre de triunfalismo empedernido. Pero honestamente no sé cómo
ni por dónde el gobierno podría ganar estas elecciones. En todo caso, todo el
que participa en un evento electoral sabe muy bien que puede ganar o perder. Y
debe tener la templanza y la gallardía para reconocer si los resultados le son
adversos. Pero tengo la certeza de que el biorritmo del cambio ya está
instalado en el organismo social venezolano y esa es una realidad muy difícil
de revertir. Tengamos confianza en nosotros mismos y pongamos nuestra fe en
Dios. Adelante. A triunfar.
Roberto
Enríquez
Robertoe51@gmail.com
@robertoenriq
Miranda
- Venezuela
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