Consecuencia
lógica de un régimen político inviable, con una dirigencia opositora incapaz de
constituirse en alternativa válida de poder, hace de Venezuela un ejemplo
particular en la extensa lista de fracasos socialistas.
Porque
más allá de la ruina inherente al socialismo cuando es gobierno, caracterizado
por la esclavitud y el exterminio de los pueblos bajo su yugo, la pervivencia
de estos regímenes va de la mano a su capacidad para brindar alimentación,
salud y seguridad a los pueblos sojuzgados, de allí la notable continuidad del
socialismo en la Unión Soviética (69 años) y su vigencia en Corea del Norte (68
años) y en Cuba (57 años).
En
cambio la experiencia socialista venezolana sobresale negativamente en razón
del notorio proceso decadente en todo cuanto refiere a la calidad de vida en la
población en específico respecto a los tres renglones antedichos, de una
importancia tal que su baja calificación no solo garantiza un final perentorio
para el socialismo gobernante en cualquier latitud, sino además la terrible
ausencia del orden público necesario a la convivencia civilizada.
La
inminente hiperinflación, la escasez de medicinas y la delincuencia desbordada
en nuestra ¨Pequeña Venecia¨ auguran jornadas de extrema violencia social solo
controlables mediante la imposición de un orden jurídico firme y expedito,
ajeno a la vacuidad característica de la dirigencia política nacional desde el
fraude electoral socialista de 2004
¡Prohibido
olvidar¡
Ora
y labora
Ronny
Padron
caballeropercivall@gmail.com
@caballeroperci
Copei
Anzoategui -
Venezuela
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