VENEZUELA A LA QUE POR TANTA AÑORANZA SIENTO
Al abrir mi computadora para revisar el correo lo primero que me llamó
la atención fue el título “Más de dos millones de venezolanos han emigrado”;
ese título confirma que ese fenómeno migratorio ha crecido exponencialmente;
hoy en día hay en los seis continentes del planeta, en los países que conforman
cada uno de los continentes, en las ciudades que hay en cada país y algunas
veces en cada una, venezolanos que se han agrupado para dedicarle algún tiempo
a la lucha a favor de la libertad en Venezuela. Así es, en el corazón de cada
venezolano hay recuerdos y nostalgia por nuestro país y su otrora democracia y
libertad.
Muy cierto es que algunos hemos luchado con más ahínco, hemos sido
generosos con nuestro tiempo y esfuerzo para dedicárselo al país, pero siempre
los venezolanos donde quiera que estemos tenemos un lugar especial en nuestras
almas para recordar los parajes, el cielo, el calor, el mar, las aves, los
árboles, nuestra música y tradiciones, a los familiares y amigos que permanecen
en el país.
Muchas veces al oír nuestras gaitas, joropos, canciones, recordar
nuestra infancia, colegios, liceos y universidades, nos remontamos a un pasado
hermoso en el país en el que solíamos vivir y lo extrañamos como se extraña a
un amor que después de arrebatarnos el corazón se nos fue de las manos, pero
nos dejó bordada en el alma el nombre de ese ahora lejano país llamado
Venezuela.
Venezuela nombre de mujer, porque fue de esa tierra mujer de la que
nacimos todos los ciudadanos venezolanos, así como también los son aquellos que
aun habiendo nacido en otras tierras la adoptaron como madre y la aman como
hijos.
A mi Venezuela a la que por tanta añoranza siento, tengo que dedicarle
hoy al verla tan herida, maltratada, vejada y destrozada desde sus cimientos,
el fuego de la libertad, el recuerdo de su verdadera historia patria, el
juramento de continuar luchando hasta verla recuperada, recordarle que siempre
habrá un grupo que regresará a verla y rendirle honores cuando después de
luchar como es menester luchar, le traigamos de vuelta hecho realidad el
recuerdo redivivo de lo que una vez fue, una gran familia extendida.
Hay tanta gente que añoro, tantas momentos y recuerdos felices que
extraño; hoy cuando escribo estas líneas siento al expresarlas, que la vida se
me va de las manos, es que el dolor que se hace presente al ver gente famélica,
niños que mueren de mengua, padres y madres que han perdido varios hijos y
viceversa, que de verdad mi alma rechaza esta tragedia hasta el punto de querer
vestir una coraza que me impidiera ver toda esta tragedia. Los venezolanos
hijos de esa Venezuela bella y alegre no debemos permitir que quede
transformada en parte del pasado, que caiga en el olvido porque no fuimos
capaces de defenderla, como se defiende a todo aquello que amamos
profundamente.
Por favor hagamos en serio la promesa de transformar el recuerdo bello
de Venezuela en una realidad imperdurable.
Mercedes Montero
mechemon99@yahoo.co.uk
@Mechemon
Columnista de Opinión
Caracas - Venezuela
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