BAJAS RESERVAS INTERNACIONALES
Las reservas internacionales de Venezuela han caído sostenidamente
durante los últimos tiempos hasta llegar a fines de la semana pasada a 10,5
millardos de dólares, nivel muy bajo que no se veía desde hace mucho tiempo; de
hecho, es común escuchar que ese monto equivale al que existía a fines de junio
de 1995, cuando estas se ubicaron en 10.548 millones de dólares. Esa
comparación, sin embargo, puede llevar a conclusiones erradas, ya que la
capacidad de compra de las reservas de mediados de 1995 era mucho mayor que la
de las reservas de hoy. En efecto, tomando como referencia los precios a nivel
de consumidor de Estados Unidos, en junio de 1995 se podía comprar con un
dólar, lo que hoy se adquiere con 1,60 dólares. En otras palabras, las reservas
de mediados de 1995 equivalían a 16,9 millardos de dólares de hoy, nivel muy
superior a las disponibilidades actuales. En conclusión, si queremos comparar
las reservas existentes en la actualidad con las de fechas pretéritas, debemos
expresar estas en dólares constantes de hoy, y no en dólares corrientes.
Ateniéndonos a ese criterio, las reservas actualmente existentes
equivalen a las de noviembre de 1973, las cuales estaban alrededor de los dos
millardos de dólares de entonces, pero que al expresarlas en dólares de enero
de 2017 equivaldrían a las reservas actuales.
Ahora bien., ¿significa esto que la relevancia de disponer de dos
millardos de dólares de reservas en noviembre de 1973 era igual que contar en
el presente con unas reservas de 10,5 millardos de dólares? Definitivamente,
no. La dimensión y las obligaciones de la economía de hace 43 años eran mucho
menores que las actuales y, en consecuencia, disponer de unas reservas de dos
millardos de dólares a fines de 1973 era de mucho mayor significación y solidez
que contar en la actualidad con unas reservas de 10,5 millardos de dólares,
máxime cuando en aquellos tiempos los ingresos de divisas crecían sólidamente
debido al franco aumento que experimentaban los precios del petróleo por el
embargo petrolero que lideraba Arabia Saudita en retaliación por el apoyo de
Occidente a Israel en la guerra del Yom Kippur de octubre de 1973.
Adicionalmente, los compromisos de pago por servicio de deuda externa eran
bajos, y las reservas internacionales equivalían a más de nueve meses de
importaciones.
Obviamente, la situación actual es muy diferente, pues, por una parte,
los compromisos de pago por servicio de deuda externa son muy elevados,
llegando estos a niveles próximos a los de las reservas internacionales
existentes y, por la otra, las necesidades de importaciones son altas, ya que
se depende de ellas para abastecer al mercado interno de todo tipo de
productos, incluyendo los más básicos, como alimentos y medicinas. Esa
situación, combinada con los mermados volúmenes de exportación petrolera, con
los bajos precios de los hidrocarburos, y con las escasas posibilidades de que
estos se recuperen sólidamente en el futuro inmediato, lleva a pensar que los
requerimientos de divisas para este año superarán con creces los ingresos de
moneda extranjera, generando esto un abultado
déficit que no podrá ser cubierto con las bajas reservas internacionales
disponibles, por lo que será necesario buscar un abundante financiamiento
externo, por demás costoso y de difícil asequibilidad.
Durante varios períodos críticos de la economía venezolana en el pasado,
como la crisis financiera de 1994, el desplome de los precios petroleros de
1998 y de 2008, y el paro petrolero de diciembre de 2002 y comienzos de 2003,
las reservas internacionales expresadas en dólares de hoy estaban en niveles
mucho más altos que los actuales, razón que refuerza el argumento de que en la
actualidad nuestra economía está en una situación de altísima vulnerabilidad, a
lo que contribuyen las bajas reservas internacionales existentes.
Pedro Palma
palma.pa1@gmail.com
@palmapedroa
El Nacional
Caracas - Venezuela
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